Relatos

La navidad es triste para los pobres

John Cheever

La Navidad es una época triste. La frase acudió a la mente de Charlie un instante después de que el despertador hubo sonado, y le trajo otra vez la depresión amorfa que lo había perseguido toda la tarde anterior...

Negrita

Onelio Jorge Cardoso

Hacía tres años ya que Bruno había llegado por primera vez a la finca de don Cristóbal. Lo recordaba como si fuera ayer mismo; el dueño estaba sentado en el portal, porque era la hora del mediodía en que el sol del verano cae aplanando los campos y abrumando de calor los caminos...

Difuntos y volátiles

Salvador Garmendia

No hay que tenerles miedo a los muertos -decía mi tía Hildegardis, y me golpeaba el coco con su uña larga, toda verde, que parecía bañada de esperma. (Como era encuadernadora olía a tarro de cola y a simiricuiri y tenía las manos de cuero viejo, engrudadas; de lejos, con su giba, parecía un hombrecito agachado.)...

Con otros ojos

Luigi Pirandello

Desde la amplia ventana, abierta hacia el jardín colgante de la casa, se veía, como posada sobre el azul vivo de la fresca mañana, una rama de almendro florecido, y se oía, mezclado con el ronco y modesto gorgoteo de la fuente en medio del jardín...

Del otro lado del puente

Graham Greene

—Dicen que tiene un millón —dijo Lucía. Él estaba sentado en la húmeda y caldeada plazuela mexicana, un perro a sus pies y un aire de enorme y desdichada paciencia. El perro llamaba la atención de inmediato; era casi casi un perdiguero inglés, solo que algo no había ido del todo bien con la cola y el pelambre...

Croisilles

Alfred de Musset

En los comienzos del reinado de Luis XV, un joven llamado Croisilles, hijo de un orfebre, volvía de París al Havre, su pueblo natal. Encargado por su padre de realizar cierto asunto en la corte, y habiéndolo desempeñado satisfactoriamente...

Alas rotas

Henry James

Consciente como era de lo que había entre ellos, aunque, tal vez, menos consciente que nunca de por qué, a aquellas alturas, tendría que haber algo, difícilmente habría supuesto que pudieran estar juntos tanto tiempo en una casa sin cruzar una palabra o una mirada...

A la orilla de las estatuas maduras

Rogelio Sinán

Allí en el río era donde mejor estaba. Ni los sollozos de la tía Josefina que andaba siempre de un lado para otro quejándose del reuma, ni los gritos delgados de su madrina José María que no hacía más que darle con el chicote siempre que cometía alguna diablura...

Angustia en el cuartel

Italo Calvino

El mal le empezó así: ver el caballo frisón en la escalera, cargado de alambres afilados, y pensar que tenía un significado amenazador y alusivo a su futuro. Pero antes ya, más de una vez, había bastado para atormentarlo la vista de su catre de campaña...

Un cuento de reyes

Ignacio Aldecoa

El ojo del negro es el objetivo de una máquina fotográfica. El hambre del negro es un escorpioncito negro con los pedipalpos mutilados. El negro Omicrón Rodríguez silba por la calle, hace el visaje de retratar a una pareja, siente un pinchazo doloroso en el estómago...

Compañeros

Máximo Gorki

El ardiente sol de julio brillaba sobre Smólkina, derramando sobre sus viejas isbas un copioso torrente de rayos cegadores. Donde más relumbraba era en la isba del alcalde, recientemente retechada con tablones nuevos, suavemente cepillados, amarillos y aromáticos...

Las sirenas

Azorín

Cuando volvieron de la iglesia celebraron con una merienda espléndida el bautizo. La casa estaba llena de invitados; entraron todos en el comedor. Sobre el blanco mantel resaltaba la límpida cristalería..

Joven alma crédula

Massimo Bontempelli

René Clamart me confía a Minnie para que le haga compañía durante media hora en el Quai del Louvre. Yendo por el Quai del Louvre, Minnie, de repente, se aparta de mi lado y escapa; allí está: ha corrido a plantarse extasiada ante una cisterna cuadrada de cristal que se exhibe en el exterior de una tienda de artículos de pesca...

El niño al que se le murió el amigo

Ana María Matute

Una mañana se levantó y fue a buscar al amigo, al otro lado de la valla. Pero el amigo no estaba, y, cuando volvió, le dijo la madre: -El amigo se murió. Niño, no pienses más en él y busca otros para jugar...

Charles

Shirley Jackson

El día que mi hijo Laurie empezó a ir a la escuela de párvulos renunció a los pantalones de pana con peto y empezó a llevar vaqueros con cinturón. La primera mañana, lo vi salir con la niña mayor de la casa de al lado y me di cuenta de que había terminado una época de mi vida...

A García Márquez Juana le oyó…

Álvaro Cepeda Samudio

A García Márquez le oyó Juana la historia del hombrecito de la lata de avena Quaker. García Márquez vive ahora en Barcelona y seguramente ha olvidado la historia. Lo cierto es que no la ha escrito nunca. Cuando Juana leyó Cien años de soledad pensó encontrarla allí...

Catatónico

Virgilio Díaz Grullón

Encogió los hombros y las piernas apretando los codos contra los costados y cerró los puños adoptando la postura que aprendiera cuando niño de Paulino Uzcudún sintiéndose ahora invulnerable a cualquier ataque viniera de donde viniera ya de un puño disparado ya de una bota agresiva...

Accidente

Emilia Pardo Bazán

Bajo el sol -que ya empieza a hacer de las suyas, porque estamos en junio-, los tres operarios trabajan, sin volver la cara a la derecha ni a la izquierda. Con movimiento isócrono, exhalando a cada piquetazo el mismo ¡a hum!...

Cangrejo

Haruki Murakami

Los dos descubrieron aquel pequeño restaurante por azar. Al atardecer del día que llegaron a la playa de Singapur se les ocurrió, sin más, meterse en un callejón donde acabaron topando casualmente con el local...

La canción de Lord Rendall

Javier Marías

Quería darle la sorpresa a Janet, así que no le comuniqué el día de mi regreso. Cuatro años, pensé, son tanto tiempo que no importarán unos días más de incertidumbre. Saber un lunes, por medio de una carta...