Relatos

Puente Charles, Praga. Foto por Ryan Lum en Unsplash

El comerciante

Franz Kafka

Es posible que algunos me tengan compasión, pero yo no advierto nada. Mi pequeño negocio me abruma de preocupaciones que me provocan dolores internos en las sienes y en la frente, pero sin darme la más mínima perspectiva de satisfacción, pues mi negocio, como he dicho, es pequeño...
Jinete. Foto por Alexandra en Unsplash

La botella de caña vacía

Francisco Coloane

Dos jinetes, como dos puntos negros, empiezan a horadar la soledad y la blancura de la llanura nevada. Sus caminos convergen y, a medida que avanzan, sus siluetas se van destacando con esa leve inquietud que siempre produce el encuentro de otro caminante en una huella solitaria...
Sofá. Foto por Julien Tondu en Unsplash

El sofá

Maeve Brennan

El nuevo sofá iba a llegar aquel día, martes, pero los de la tienda no habían dado una hora precisa, solo habían dicho: “En algún momento del día”. La señora Bagot se había puesto tan contenta cuando le dijeron que el sofá llegaba el martes a su casa que había olvidado preguntar si sería por la mañana o por la tarde...
Fiji. Foto por Alec Douglas en Unsplash

Los vecinos del principal derecha

Enrique Jardiel Poncela

Al llegar a mi patria, de regreso de la Argentina, hice lo que suele hacer todo el que se encuentra en mi caso: me instalé en un hotel y me dediqué a buscar un piso desalquilado...
Mar. Foto por Imleedh Ali en Unsplash

A las aguas

Guy de Maupassant

12 DE JUNIO 1880.- ¡A Loëche! ¡Quieren que vaya a pasar un mes a Loëche! ¡Misericordia!¡ Un mes en esta ciudad que dicen ser la más triste, la más muerta, la más aburrida de las villas! ¡Qué digo, una ciudad! ¡Es un agujero, no una ciudad! ¡Me condenan a un mes de baño…, en fin!...
Caballo blanco. Foto por Jeison Higuita en Unsplash

El caballo blanco

Yasunari Kawabata

Entre las hojas de roble se colaba el sol. Al levantar la cara, Noguchi quedó encandilado. Parpadeó y miró otra vez. La luz no le daba directamente en los ojos sino que quedaba atrapada entre el denso follaje...
Pared forrada de periódicos. Foto por Robert Levy en Unsplash

Un gran error

Stephen Crane

Un italiano tenía un puesto de frutas en una esquina desde donde podía atraer a aquellos que bajaban de la estación elevada y a aquellos que pasaban por dos calles atestadas. El tendero se sentaba la mayor parte del día en un taburete que tenía colocado de manera estratégica...
Retrato de Jean y Geneviève Caillebotte

Aurore y Aimée

Jeanne Marie Leprince de Beaumont

Había una vez una dama que tenía dos hijas. La mayor, que se llamaba Aurore, era bella como el día, y tenía un carácter bastante bueno. La segunda, que se llamaba Aimée, era tan bella como su hermana, pero era maligna, y sólo tenía talento para hacer el mal...
El degüello de los inocentes, según un manuscrito del siglo X

Degollación de los inocentes

Federico García Lorca

Tris tras. Zig zag, rig rag, milg malg. La piel era tan tierna que salía íntegra. Niños y nueces recién cuajados...
Don Giovanni - William Faulkner

Don Giovanni

William Faulkner

Se había casado muy joven con una chica de cara bastante vulgar a quien trataba a la sazón de seducir, y ahora, a los treinta y dos años, era viudo. El matrimonio le había arrastrado el trabajo como la sequía arrastra a los peces por los arroyos hacia las aguas caudalosas, y las cosas habían sido arduas a lo largo del tiempo en que pasó de ocupación en ocupación y de puesto en puesto hasta caer inevitable y finalmente en la sección de ropa femenina de unos grandes almacenes...
Espejo. Foto por Alex Lopez en Unsplash

El Espejo

Haruki Murakami

Todas las historias que has estado contado esta noche parecen pertenecer a dos categorías. Están las del tipo en las que tienes el mundo de los vivos de un lado, el mundo de los muertos en el otro, y una fuerza que permite el cruce de un lado al otro...
Amanecer. Foto por Jordan Wozniak en Unsplash

La señal

Inés Arredondo

El sol denso, inmóvil, imponía su presencia; la realidad estaba paralizada bajo su crueldad sin tregua. Flotaba el anuncio de una muerte suspensa, ardiente, sin podredumbre pero también sin ternura. Eran las tres de la tarde...
Estación de policía. Foto por hessam nabavi en Unsplash

La huella del pulgar de san Pedro

Agatha Christie

Ahora, tía Jane, te toca a ti -dijo Raymond West. -Sí, tía Jane, esperamos algo verdaderamente sabroso -exclamó en tono festivo Joyce Lempriére. -Vamos, vamos, no se burlen de mí, queridos -replicó la señorita Marple plácidamente-. Creen que por haber vivido toda mi vida en este apartado rincón del mundo probablemente no he tenido ninguna experiencia interesante...
Kinhyoshi Yorin, héroe de Suikoden. Por Utagawa Kuniyoshi

Diplomacia

Lafcadio Hearn

Según las órdenes, la ejecución debía llevarse a cabo en el jardín del yashiki. De modo que condujeron al hombre al jardín y lo hicieron arrodillar en un amplio espacio de arena atravesado por una hilera de tobiishi, o pasaderas, como las que aún suelen verse en los jardines japoneses. Tenía los brazos sujetos a la espalda...
Tránsito glorioso del gran Patriarca San Francisco de Asís

La bella alma de don Damián

Juan Bosch

Don Damián entró en la inconsciencia rápidamente, a compás con la fiebre que iba subiendo por encima de treinta y nueve grados. Su alma se sentía muy incómoda, casi a punto de calcinarse, razón por la cual comenzó a irse recogiendo en el corazón...
Terrasini, Sicilia. Foto por Ignacio Brosa en Unsplash

El verano feliz de la señora Forbes

Gabriel García Márquez

Por la tarde, de regreso a casa, encontramos una enorme serpiente de mar clavada por el cuello en el marco de la puerta, y era negra y fosforescente y parecía un maleficio de gitanos, con los ojos todavía vivos y los dientes de serrucho en las mandíbulas despernancadas...
Manzana. Foto por Pranjall Kumar en Unsplash

Una manzana regalada

Tennessee Williams

Durante una hora después de que dejara la cadena de colinas había caminado con el ardiente sol dándole en la nuca. La áspera correa de lona le irritaba los hombros y tenía la región lumbar sensible debido al golpeteo rítmico de la mochila...
Mezquita-catedral de Córdoba. Foto por Bistrian Iosip en Unsplash

Diente por diente

Rubén Bareiro Saguier

Sí señor, ese es Dalmacio Tatú, mi vecino de la chacra a media legua de aquí. Y usted va a saber lo que pasó. Yo, señor, no soy político ni pendenciero; no me gusta la sangre de cristiano. Claro que tengo mi color, como todo el mundo. Desde que nací tengo el color que mi padre y mis abuelos me ataron como un ñudo mordido al cuello, a los huesos, a la sangre...
Rievaulx Abbey

El abate Aubin

Prosper Mérimée

Prometí escribirte, mi querida Sofía, y cumplo mi palabra: después de todo es lo mejor que puedo hacer durante estas largas veladas. En mi última carta te dije de qué modo caí en la cuenta de que tenía treinta años y estaba arruinada. Para la primera de estas desgracias, no hay remedio. En cuanto a la segunda, nos resignamos bastante mal, pero, en fin, nos resignamos...
Kalamazoo. Foto por Harrison Fitts en Unsplash

Allá en Michigan

Ernest Hemingway

Jim Gilmore llegó a Hortons Bay procedente de Canadá y compró la herrería al viejo Horton. Era bajo y moreno, con grandes bigotes y manos grandes. Era bueno poniendo herraduras y no tenía mucho aspecto de herrero ni con el delantal de cuero puesto. Vivía encima de la herrería y comía en casa de D. J. Smith...