Arrepentimiento
Kate Chopin
Mamzelle Aurélie tenía una figura imponente, mejillas coloradas, cabellos que variaban de castaño a gris, y una mirada enérgica. En la granja llevaba puesto un sombrero de hombre, un viejo sobretodo militar azul cuando hacía frío, y a veces botas de campaña...
¿Cuánta tierra necesita un hombre?
León Tolstói
Érase una vez un campesino llamado Pahom, que había trabajado dura y honestamente para su familia, pero que no tenía tierras propias, así que siempre permanecía en la pobreza...
La historia de los duendes que secuestraron a un enterrador
Charles Dickens
En una antigua ciudad abacial, en el sur de esta parte del país, hace mucho, pero que muchísimo tiempo -tanto que la historia debe ser cierta porque nuestros tatarabuelos creían realmente en ella-, trabajaba como enterrador y sepulturero del campo santo un tal Gabriel Grub...
El guardián de su hermano
Dashiell Hammett
Sé que muchos hablaban mal de Loney, pero conmigo siempre fue fabuloso. Desde que tengo memoria fue fabuloso, y supongo que me habría caído tan bien si hubiese sido cualquiera en lugar de mi hermano. De todos modos, me alegro de que no fuera cualquiera...
La noche que lo dejaron solo
Juan Rulfo
-¿Por qué van tan despacio? -les preguntó Feliciano Ruelas a los de adelante-. Así acabaremos por dormirnos. ¿Acaso no les urge llegar pronto? -Llegaremos mañana amaneciendo -le contestaron...
El paso castellano
Marcel Prévost
El viejo y pequeño castillo de Vornay, en los tiempos en que Margarita y Pedro se hablaron por primera vez, no tenía ya más moradores que a la misma Margarita y a su padre, a quien en la comarca unos llamaban el vizconde y otros el baroncillo...
La ejecución
Hermann Hesse
En su peregrinación, el maestro y algunos de sus discípulos bajaron de la montaña al llano y se encaminaron hacia las murallas de la gran ciudad. Ante la puerta se había congregado una gran muchedumbre...
Una bella película
Guillaume Apollinaire
¿Sobre qué conciencia no pesa un crimen? -preguntó el barón d’Ormesan-. Por mi parte, ya no los cuento más. He cometido algunos que me produjeron bastante dinero, y si hoy no soy millonario, debo culpar más bien a mis apetitos que a mis escrúpulos...
Un resumen
Virginia Woolf
Como sea que dentro de la casa hacía calor y las estancias estaban atestadas, como sea que en una noche como aquélla no había riesgo de humedad, como sea que los farolillos chinos parecían pender como frutos rojos y verdes, en el fondo de un bosque encantado, el señor Bertram Pritchard llevó a la señora Latham al jardín...
Colinas como elefantes blancos
Ernest Hemingway
Del otro lado del valle del Ebro, las colinas eran largas y blancas. De este lado no había sombra ni árboles y la estación se alzaba al rayo del sol, entre dos líneas de rieles. Junto a la pared de la estación caía la sombra tibia del edificio y una cortina de cuentas de bambú colgaba en el vano de la puerta del bar, para que no entraran las moscas...
Alegoría
Emilio S. Belaval
Hacía tres meses, un barco español había dejado al infortunado Fernando de Almagro, a merced de unos parientes. Un avispillas del consignatario lo hizo remontar la cuesta que flota sobre el Jardín Botánico, y al llegar al miradero, le advirtió:...
El juego de los grillos
Gustav Meyrink
-¿Y? -preguntaron los señores al entrar el profesor Goclenius más rápidamente de lo que era su costumbre y visiblemente alterado-. ¿Le entregaron las cartas? ¿Ya está Johannes Skoper viajando de regreso a Europa? ¿Cómo se encuentra? ¿Llegó alguna colección con el correo? -inquirían todos a la vez...
Las paredes están frías
Truman Capote
-…así que Grant les ha dicho que vinieran a una fiesta fantástica y, bueno, ha sido así de fácil. La verdad, creo que ha sido una genialidad recogerlos, solo Dios sabe que podrían resucitarnos de la tumba...
Rikki tikki tavi
Rudyard Kipling
Esta es la historia de la gran batalla que sostuvo Rikki-tikki-tavi, sin ayuda de nadie, en los cuartos de baño del gran bungalow que había en el acuartelamiento de Segowlee. Darzee, el pájaro tejedor, la ayudó, y Chuchundra, el ratón almizclero, que nunca anda por el centro del suelo, sino junto a las paredes, silenciosamente, fue quien la aconsejó...
Aquella noche salieron los muertos
Lino Novás Calvo
¡Este capitán Amiana! Llevaba diez años allí. Había en el mundo algunas gentes que lo daban por muerto; gentes que lo habían conocido. No los demás, que no teníamos conocidos, gentes sin conocidos...
Deje de mirarme las tetas, señor
Charles Bukowski
Big Bart era el tipo más salvaje del Oeste. Tenía la pistola más veloz del Oeste y se había cogido mayor variedad de mujeres que cualquier otro tipo en el Oeste. No era aficionado a bañarse ni a hablar mierda ni a ser segundón. También era guía de una caravana de emigrantes, y no había otro hombre de su edad que hubiese matado más indios, o cogido más mujeres, o matado más hombres blancos...
Un asunto vulgar
Arkadi Avérchenko
La víspera de Navidad. El frío era muy intenso, el viento atacaba furioso las casas y los árboles y no perdonaba a los transeúntes, que hacían todo lo posible para librar de sus ataques las mejillas, la nariz y la frente...
Una señora
José Donoso
No recuerdo con certeza cuándo fue la primera vez que me di cuenta de su existencia. Pero si no me equivoco, fue cierta tarde de invierno en un tranvía que atravesaba un barrio popular...
La pantera
Sergio Pitol
Ninguna de las magias que atravesaron mi niñez puede equipararse con su aparición. Nada de lo hasta entonces concebido logró confundir tan soberbiamente refinamiento y fiereza. En las noches siguientes imploré, divertido, al final impaciente, casi con lágrimas, su presencia. Mi madre repetía que de tanto jugar a los bandidos acabaría por soñarlos...
Benibaire
Fernán Caballero
Había una vez tres cabritas muy pobrecitas, y la mayor dijo: -¿Qué haremos? La segunda contestó: -No lo sé. Y la tercera dijo:...