El hombre de jengibre
Anónimo
"Érase una vez, una mujer viejecita que vivía en una casita vieja en la cima de una colina, rodeada de huertas doradas, bosques y arroyos. A la vieja le encantaba hornear, y un día de Navidad decidió hacer un hombre de jengibre."
Un corazón sencillo
Gustave Flaubert
"Ella se levantaba con el alba, para no faltar a misa, y trabajaba hasta la noche sin interrupción; después, una vez acabada la cena, ordenada la vajilla y bien cerrada la puerta, hundía el leño bajo las cenizas y se dormía delante del hogar con el rosario en la mano. En los regateos nadie mostraba más terquedad."
Un alma pura
Carlos Fuentes
"Sólo hubo un vacío: cuando tú cumpliste quince y yo sólo tenía doce y te dio vergüenza andar conmigo. Yo no entendí, porque te vi igual que siempre: delgado, fuerte, quemado, con el pelo castaño y rizado y enrojecido por el sol."
La hija del guardaagujas
Vicente Huidobro
"La hija del guardaagujas juega entre los trenes de su montaña con una confianza aterradora. Ignora que los niños ricos de la ciudad se entretienen con unos trenes pequeñitos como ratones sobre rieles de lata. Ella posee los trenes más grandes del mundo… y ya empieza a mirarlos con desprecio."
Después de la feria
Dylan Thomas
"Él abrió la puerta y salió a la oscuridad. Ella no se movió, se quedó mirando a su alrededor pensando que a lo mejor él se había ido a buscar un policía. Sería una fatalidad volver a ser cogida por la policía."
El misterio
Leónidas Andréiev
"Pero cuando las nieblas marinas inundaban la costa y el cielo de color plomizo parecía aplastar la tierra, se me encogía el corazón al pensar en aquellos tres hombres que al amanecer, encorvados, recorrían los senderos del jardín."
Barahúnda
João Guimarães Rosa
"En eso, casi a propósito, la turba se calló y nos enervó a la estupefacción. Nos desolábamos de mirar más hacia arriba, donde evidentemente el cielo era un desprecio de alto, el azul antepasado. Pero, de cualquier modo, el hombre, aquende, en torre de marfil, entre las verdes, erectas palmas, y al término de su diligencia de veloz como un cohete, se realizaba conmensurado con el absurdo."
Lección de cocina
Rosario Castellanos
"Y no es sólo el exceso de lógica el que me inhibe el hambre. Es también el aspecto, rígido por el frío; es el color que se manifiesta ahora que he desbaratado el paquete. Rojo, como si estuviera a punto de echarse a sangrar."
Silvia en N. Y.
Pedro Juan Gutiérrez
"El tipo, con su voz bronca, le dijo algo ininteligible y le sonó un par de galletazos por la cara que hicieron estremecer el cerebro de Silvia. El tipo quizás estaba drogado. Pegaba muy duro. Era mejor no enfurecerlo. No tenía preservativos. No le interesaban."
La carta robada
Edgar Allan Poe
"—Con frecuencia, la persona que desea esconder algo levanta la tapa de una mesa o de un mueble similar, hace un orificio en cada una de las patas, esconde el objeto en cuestión y vuelve a poner la tabla en su sitio. Lo mismo suele hacerse en las cabeceras y postes de las camas."
A puñetazos
Jack London
"En ese instante la borrasca estalló sobre ellos. El capitán Dettmar se apresuró a popa, sacó de los pasadores las drizas de la mayor adujadas y las lanzó a la cubierta, dispuesto a salir corriendo. Los tres nativos surgieron en masa del pequeño castillo de proa, dos de ellos corrieron hacia las drizas mientras el tercero cerraba el tambucho de la sala de máquinas y daba la vuelta a los ventiladores."
La discreta pecadora, o ejemplo de doncellas recogidas
Paloma Díaz-Mas
"Muy sobresaltada quedó la doncella, que aunque deseaba pecar cuanto antes no pensó hacerlo tan pronto ni tan desasosegadamente. Mas, con todo, se dijo que había de llevar a cabo su propósito, pues al fin para eso había salido de casa de sus padres, y despojándose de golpe de calzas y jubón y quedando sólo en femenil camisa y en cabellos, poniéndose en pie dijo a los peregrinos:"
Los panaderos
Pío Baroja
"De cuando en cuando, de alguno de los dos grupos partía una sentencia más o menos filosófica, o más o menos burlesca: “La verdad es que para la vida que uno lleva, más valiera morirse.” “¡Y que se va a hacer ¡” “Y que aquí no se puede decir no quiero…”"
Chicos de campo
William Goyen
"Soy Vikor. Tengo ocho años, pero no soy un niño, soy una forma inmortal y no tengo ocho años, tengo mil. He vivido siempre y siempre viviré."
La tragedia de la mina de carbón de Nueva York
Haruki Murakami
"Pero, en definitiva, la muerte no es más que la muerte. En otras palabras, salga de un sombrero o de un campo de trigo, un conejo no es más que un conejo. Un horno caliente no es más que un horno caliente y la negra humareda que se alza por una chimenea no es más que la negra humareda que se alza por una chimenea."
Eva está dentro de su gato
Gabriel García Márquez
"Maldijo a sus antepasados. Ellos tenían la culpa de su vigilia. Ellos, que habían transmitido esa belleza invariable, exacta, como si después de muertas las madres sacudieran y renovaran las cabezas para injertarlas en los troncos de las hijas."
Cosas de la muerte
Salvador Garmendia
"Vivió Tobías, y murió -cayó fulminado por un infarto- en una casa de aspecto agradable, rodeada de árboles, una capa de hiedra en la fachada y un balconcito cargado de tiestos."
La décima pista
Dashiell Hammett
"Muy lentamente se volvió hacia mí con el auricular aún en la mano. Tenía el rostro grisáceo y contraído en un gesto de angustia, los ojos abiertos de par en par por la sorpresa y la boca entreabierta."
Amistad de juventud
Alice Munro
"Mi madre no sabía quiénes eran los cameronianos ni por qué se les llamaba así. Alguna religión rara de Escocia, decía desde el pedestal de su obediente y despreocupado anglicanismo."
Aguanieve
Stig Dagerman
"Entonces Sigrid mira al abuelo con la boca abierta, por ver si se acalora y empieza a gritar de nuevo. También lo mira madre. Pero esta vez no hay ningún peligro. El abuelo sigue deshojando zanahorias en la segadora."