El entierro
Amparo Dávila
"Todo había empezado de una manera tan sencilla que no le dio importancia. Aquel dolorcillo tan persistente en el brazo derecho, lo había atribuido a una simple reuma ocasionada por la constante humedad del ambiente, a la vida sedentaria, tal vez abusos en la bebida…"
A mí qué me importa el carnaval
Alberto Moravia
"Al rato salgo de casa, sosteniéndome con una mano la máscara sobre la cara y palpando con la otra, bajo el chaquetón, el mango de un cuchillo que, quién sabe por qué, cuando estaba por salir, y tal vez sugestionado por mi máscara..."
El guardián del muerto
Ambrose Bierce
"En un consultorio de Kearny Street, sentados en torno a una mesa, tres hombres bebían ponche y fumaban. Era tarde, casi medianoche, y no había escaseado el ponche. Estaban en casa del doctor Helberson, el más circunspecto de los tres. Tenía unos treinta años. Los otros eran menores. Todos ellos médicos..."
El almirante ha desaparecido
Georges Simenon
"Los hechos son los hechos, y todos los razonamientos del mundo no pueden nada contra ellos. En vano la gente de la pequeña población repetía, a propósito de la desaparición del almirante..."
El muro
Leónidas Andréiev
"Así llegamos hasta el hombre hambriento. Estaba sentado, apoyado contra una piedra, y parecía que el mismo granito sentía dolorosamente el contacto de sus omóplatos salientes..."
El rinoceronte
Juan José Arreola
"Joshua McBride se ha casado de nuevo, pero esta vez se equivocó en la elección. Buscando otra Elinor, fue a dar con la horma de su zapato. Pamela es romántica y dulce, pero sabe el secreto que ayuda a vencer a los rinocerontes..."
Blandine y Pointu
Jules Renard
"Pero hasta Pointu la abandona. Pointu va a morir. Está enfermo desde hace tiempo. Su pelo se le iba cayendo de la piel escamosa. Hubo que llevarlo al veterinario que encontró el caso curioso y creyó poder curarlo..."
Devaneo y embriaguez de una muchacha
Clarice Lispector
"Ella lo aceptó, sorprendida, lisonjeada. Durante todo el día se quedó en la cama, escuchando la casa tan silenciosa, sin el bullicio de los niños, sin el hombre que hoy comería su cocido en la ciudad. Durante todo el día se quedó en la cama. Su cólera era tenue, ardiente. Solo se levantaba para ir al baño, de donde volvía noble, ofendida..."
Absolución
F. S. Fitzgerald
"Rudolph Miller se arrodilló en el reclinatorio, junto al confesionario, y esperó, nervioso, esforzándose en escuchar, y también en no escuchar, lo que se decía en el confesionario. El hecho de que la voz del sacerdote fuera audible lo alarmó..."
Del natural
Rafael Barrett
"Hay visita al hospital de tuberculosos cada dos semanas; cada dos semanas se permite a las madres contemplar a sus hijos ocupados en morirse. La del 4 debía estar muy mal para no acudir al lado de los bucles de oro y de los ojos azules..."
Historia de la criada Gudule
Jean Lorrain
"Gracias a esta mujer maravillosa, la señora de Lautréamont tenía suficiente con tres domésticos, un jardinero, un lacayo y una cocinera para atender su inmensa mansión por la cantidad de sesenta mil libras..."
El árbol de la colina
H. P. Lovecraft
"La mañana del 23 de junio me sorprendió caminando por aquellas siniestras y tenebrosas colinas que a aquellas horas, las siete de la mañana, parecían bastante ordinarias. Me alejé siete millas hacia el sur de Hampden y entonces ocurrió algo inesperado..."
Don Fruto Torres
Abelardo Díaz Alfaro
"Allí me hice hombre: jaleo de negro esclavo uncido al atavismo de la Central, vidas ancladas al surco, miseria, y más miseria que templaron mi alma en el tráfago de las injusticias sociales..."
Beatriz (Satanás)
Ramón del Valle-Inclán
"Beatriz parecía una muerta: con los párpados entornados, las mejillas muy pálidas y los brazos tendidos a lo largo del cuerpo, yacía sobre el antiguo lecho de madera, legado a la Condesa por Fray Diego Aguiar, un Obispo de la noble casa de Barbanzón tenido en opinión de santo..."
El Duende
Elena Garro
"Eva la había engañado. «Estoy envenenada», se repitió mirando a su hermana, que ignorante de su suerte seguía jugando con el agua. La presencia de su muerte próxima la asombró. Pronto empezaría a caer cabeza abajo por los siglos de los siglos. ¿Quién iba a darle la mano?..."
Conciencias cansadas
Pío Baroja
"Seguía andando al azar, cuando me llamó la atención el escaparate de una funeraria. Desde chico siento una gran aversión por esas tiendas, y, sin embargo, excitan mi curiosidad. Es un tráfico curioso el que se hace con los atavíos de la muerte, ¿verdad?..."
El filtro
Stendhal
"-Me han robado, caballero -dijo Leonor al cabo de unos momentos-; pero ahora me doy cuenta de que me queda una pequeña sortija de brillantes. Quizás algún hostelero quiera recibirme. Pero, caballero, voy a ser el escándalo de la casa, pues he de confesarle que no llevo más ropa que una camisa..."
Convalecencia
Juan Carlos Onetti
"Los colores de las mallas de las tres muchachas aparecían, en el sol enfurecido, fríos y extraños. Azul oscuro las de los dos extremos, pantalones azules y camisilla blanca vestía la más alta, que iba a largos pasos entre las amigas, desprendiéndose un trecho, alcanzada en seguida..."
El tren de las cinco cuarenta y ocho
John Cheever
"No era una mujer inteligente; no sería difícil engañarla. Blake podía entrar en un taxi por una portezuela y, acto seguido, apearse por la otra. Podía pararse a hablar con un policía, o echar a correr, aunque tenía miedo de que echar a correr pudiera desencadenar la violencia que sin duda entraba en los planes de la mujer..."
Cuento quiromántico
Ciro Alegría
"¿Decía? Sí: entré a un pequeño bar y tomé asiento ante una mesa que estaba, como todas, lustrosa de mugre y tenía una apariencia neurótica. Frente a mí, un hombre bebía cerveza. El bar estaba atendido por una mujer semi destruida, lo que no me llamó la atención, pues tendría más de cincuenta años..."