El diario de un loco

Dos hermanos, cuyos nombres me callaré, fueron mis amigos íntimos en el liceo, pero después de una larga separación, perdí sus huellas. No hace mucho supe que uno de ellos estaba gravemente enfermo y, como iba de viaje hacia mi aldea natal, decidí hacer un rodeo para ir a verlo. Solo encontré en casa al primogénito, quien me dijo que era su hermano menor el que había estado mal…