La Real Academia Española de la lengua se suma a la celebración del IV centenario de la segunda parte del “Quijote” con la publicación, en dos volúmenes, de una “monumental” edición de la obra cumbre de Miguel de Cervantes, ampliamente revisada y renovada, por casi un centenar de especialistas y escritores.
Esta edición presentada, en el día de ayer, en la sede de la RAE, es la joya de la corona de la Biblioteca Clásica de la Academia, y su ejecución ha sido dirigida, por el filólogo y académico Francisco Rico, experto mundial en el “Quijote”.
Con este trabajo, la Real Academia, cumple además el encargo que, en las primeras décadas del siglo XX, le hizo el gobierno español para que publicara una edición popular del “Quijote” y otra erudita, según afirmó Darío Villanueva, director de la institución.
La edición popular, vio la luz en 2014, y estuvo a cargo del novelista Arturo Pérez-Reverte; mientras, la edición erudita es la que publican ahora Espasa y Círculo de Lectores.
El primer volumen, consta de 1.644 páginas y contiene el texto cervantino, fijado “con las más rigurosas técnicas” de la filología moderna, además de una serie de introducciones, según señaló Santiago Muñoz Machado, secretario de la Academia.
En el volumen complementario, de 1.668 páginas, un grupo de prestigiosos especialistas y escritores, entre los cuales figuran Javier Cercas, Roger Chartier, Alberto Manguel, Javier Marías, Claudio Guillén y Martín de Riquer, comentan uno a uno los capítulos de la novela.
Respecto a las nuevas especificaciones introducidas en este volumen, Francisco Rico, explicó que hay fallos que, gracias a la filología, se han podido corregir, por ejemplo, cuando en el “Quijote” se hablaba de “sardinas en lercha”, no se sabía qué quería decir, porque “lercha” no existe en castellano. Quería decir “percha”. “En aquella época todo se ponía en perchas con ganchos”, explica el especialista.
Además, como una novedad, para esta edición, aparece la inclusión del juicio que dio la censura civil sobre el “Quijote” cuando se publicó por vez primera, pues se había perdido en la imprenta y no se divulgó en su día, como era obligatorio. El documento fue encontrado en el Archivo Histórico Nacional.