Poemas:
Masatepe
para Marusa Krese
saco a bailar a la poeta muerta
con su carne precisa
su resignado olor
no quiero molestarla solo salir del paso
ante la impertinencia de un alcalde
nos han dado un diploma de tres sellos
y un rollo de pintura primitiva
extáticos los músicos
la desentierran solo para poder tocar
sus ojos caen sobre el indio viejo
que se agruma a pesar de la calor
breve como sus versos
un cáncer sin banda municipal
acaba con la vida de la muerta
Central Point
no hay nada en Central Point
todo es el viaje
por la regia autopista que desciende
del páramo al desierto
lo raro en Central Point no son las vacas
apacentando en oro sus mugidos
sino que allí se puede
ordenar la hamburguesa de tu vida
también en Central Point con aire en sí
se acierta la montaña
imposible que crece en California
por eso de Central Point una tarde has partido
a ochenta y cinco lágrimas por hora
y la franela roja ya un poco desteñida
Santiago de Compostela
en medio del vacío está la fe
en Santiago de Compostela no llueve nunca
en medio de la fe con mar de fondo
una barca de piedra no zozobra
el físico mayor rima las cifras
y asiente en otra playa
línea de flotación donde comienza
la falta de destino
en Santiago de Compostela todas las fuentes
se encienden con surtidores de sal
en medio de la fe un ataúd
los huesos espumosos del vacío
y un terceto en gallego
para que nada se atreva a llorar
Ilkle
los romanos tomaron este cerro
que tú subes en paz
solo una escaramuza con la niebla
un clavel abatido
se hace fuerte el otoño
en su feroz revuelta contra el verde
la nieve es un metal
que puede florecer en el crepúsculo
inmensidad rugosa
quietud inalcanzable
aunque no queda nada
solo un bajorrelieve enmohecido
lo que otros se negaron a ver
y el espacio remueve
Struga
para Nikola Madzirov
el sol se desprende de la montaña
y sin más cobra altura
de nuevo nada nuevo
en esta irrealidad
salvo plantar un árbol
en el parque de los viejos poetas
al macedonio sol
la albanesa montaña
si no fuera que todo fue soñado
material y dialéctico
cada postura en firme como elipsis
alzándose del lago
el sol cortado a pico
la montaña que ciega
Caernarfon
las ovejas pastan entre navíos
abandonados por el mar en sí
las gaviotas picotean la tos
de quien busca la noche entre los frascos
el galés
como adoquín después de la tormenta
el castillo como vieja edición
de la Nueva Enciclopedia Británica
y la calle desagua en este libro
vivero de moluscos sin origen
río de arena negra
fin de nada
morosa luz del norte
siempre al tanto de todo
los pájaros sin noche no dejan de rimar
Estambul
como estela en el Bósforo
donde lo pierden todo las gaviotas
como té de granada
que no se bebe a golpes sino apenas
en este vértice del infinito
la oración huele a pies
oras porque sabes lo que te aguarda
sin la fiel odalisca
los rayos del muecín y ella rompe a llorar
su mirada encrespada por el viento
es la única imagen
al demonio los gatos amaestrados
el arte de vender azafrán iraní
la rima como puente
Montparnasse
libreta de viajero
con su inagotable cuadriculado
partes de todas partes
la gitana que pide sin mirar
pero siempre te ve
la rata sobre el riel
royendo líneas de alto voltaje
el acordeón afónico
que se sienta a reír
reales cuadros irreales
corazón a la lumbre
desmechada razón
fuera del metro nada
todo izquierdo
Biografía:
Víctor Rodríguez Núñez. Periodista, poeta y traductor, el cubano Víctor Rodríguez Núñez nació en Cuba en 1955.
Como periodista, fue redactor de la revista cultural cubana El Caimán Barbudo (en los 80) y llegó a ser jefe de redacción. Es subdirector de la revista cultura mexicana La Otra.
Tras vivir en Nicaragua y Colombia se mudó a Estados Unidos para trabajar como profesor de Español en el Kenyon College. También se dedica a la traducción de novelas y poemarios del inglés al español y viceversa.
Ha publicado casi una veintena de libros de poesía. El primero vio la luz en 1979, Cayama, cuando todavía vivía en Cuba. Su talento en el género ha sido reconocido con numerosos galardones entre los que destacan el Premio David en 1980, el Premio Fray Luis de León en 2005 o el Premio Loewe en 2015.