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Ted Berrigan

Poesía. Trust "Tru" Katsande on Unsplash

Trust "Tru" Katsande on Unsplash

Poemas:

Frank O’Hara

Invierno en el campo, Southampton, pálido caballo
como el hollín sube, luego se asienta, sobre las fotografías
Los pájaros que estaban cantando esta mañana se han callado
Pensé que vi una pareja besándose, pero Larry dijo no
Es un pájaro extraño. Él debe saber. & Ahora pienso
“Abuela dividida por mono es igual a espacio sideral”. Ron
me colocó en aquella foto. En otra foto, un poeta
bien parecido se lo está pensando, sin embargo, nunca
hablará de ello. Pero, su rostro está abierto, sus ojos
son cristalinos, e, inclinado levemente sobre un codo, puño debajo
de su oreja, nunca será menos que perfectamente franco¹,
escuchando, completamente interesado en cualquier cosa
que pueda ser oída. Atento a mí solo aquí. Entre amigos,
nada parecería más extraño para mí que la verdadera intimidad.
Lo que parece genuino, verdaderamente real, es pensar en ti,
cómo me hace sentir eso. Estás muerto. Y nunca volverás
a escribir sobre el campo, eso es verdad.
Pero la gente en el cielo realmente ama
cenar & salir a caminar contigo.

Frank O’Hara

Winter in the country, Southampton, pale horse
as the soot rises, then settles, over the pictures
The birds that were singing this morning have shut up
I thought I saw a couple kissing, but Larry said no
It’s a strange bird. He should know. & I think now
“Grandmother divided by monkey equals outer space.” Ron
put me in that picture. In another picture, a good-
looking poet is thinking it over, nevertheless, he will
never speak of that it. But, his face is open, his eyes
are clear, and, leaning lightly on an elbow, fist below
his ear, he will never be less than perfectly frank,
listening, completely interested in whatever there may
be to hear. Attentive to me alone here. Between friends,
nothing would seem stranger to me than true intimacy.
What seems genuine, truly real, is thinking of you, how
that makes me feel. You are dead. And you’ll never
write again about the country, that’s true.
But the people in the sky really love
to have dinner & to take a walk with you.

Que Ningún Destino Voluntario Malinterprete

Cuando veo Abedules pienso
en mi padre, y puedo verle.
Gastaba un par de zapatos negros y un par de zapatos marrones,
comprados cuando era joven y próspero.
«¡Y lustraba esos zapatos también, tío!»
«La Tierra es el auténtico lugar para el Amor»,
solía decir. «No sirve,
pero es mejor que nada».
Somos carne de nuestra carne,
Oh, sangre de mi sangre; y nosotros,
nosotros tenemos un Pijama exclusivo; y todo
el día y toda la noche es un sueño, ignorantes de
que pese a toda su sangre, El Tiempo es el Papel
de Lija; que la Piedra puede quebrar; que
La Distancia es como la Traición. Algo
Hay que no ama a una pared; Yo
soy ese Algo.

I

Pinzantes sus lentes. Ciertos frisos pálidos
Manos señalan un pálido friso, en la noche oscura.
En el libro de su música las esquinas se han estrechado:
Qué deba su presencia a nuestras manos durmientes.
La boyuna sangre de las manos que pretenden
un fuego calor otras manos que crezcan
¿Hay lugar en el cuarto que te aloja?
Sobre su estructurada tumba:
Aún quieren decir algo. Para la danza
y la Arquitectura.
Teje entre incidentes
Séale portentoso
Somos los durmientes fragmentos de su cielo,
Viento les da presencia a los fragmentos.

II

Querida Margie, hola. Son las 5 y cuarto de la mañana
querido Berrigan. Murió
Vuelta a los libros. Leo
Son las 8 y media en de la noche en Nueva York todo el día por ahí sin parar
viejas del vayámonos juntos entre callejas. Sí, justo ahora,
Cuánto Tiempo Más Seré Capaz de Habitar el Divino
y hace un día gris claro que pasa a verde
femenino maravilloso duro
veo elevarse el sol por entre dársenas
para escribir cuerpo de cinta adhesiva en un cuaderno
tomé 17 miligramos y medio
Querida Margie, hola. Son las 5 y cuarto de la mañana
follando hasta las 7 ahora llegará tarde al trabajo y yo
con 18 y las manos temblorosas cómo me las arreglo

POSTAL DESDE EL CIELO

Enamorado de ella
lees mis poemas y te preguntas
qué ve en ti.

10 COSAS QUE HAGO CADA DÍA

despertar
fumar mota
ver al gato
amar a mi esposa
pensar en Frank
comer el lunch
hacer ruidos
cantar canciones
salir
andar en las calles
ir a casa por la cena
leer el periódico
hacer que orinen
dos niños
muecas
leer libros
ver a mis amigos
enojarme
tomar Pepsi
desaparecer

MARCA-UN-POEMA

Dentro
El homosexual duerme
mucho después del alba
No lo veremos
despertar
por ahora.

A UNA BATIDORA

Eres muy interesante
porque
hablas
batidora
y eso es interesante.

Biografía:

Theodorus Berrigan (Providence, Rhode Island, 15 de noviembre de 1934 – 4 de julio de 1983) fue un poeta estadounidense perteneciente a la segunda generación de la Escuela de Nueva York.

Después de la escuela secundaria, pasó un año en el Providence College antes de unirse durante tres años al Ejército de los Estados Unidos; luego completó sus estudios en la Universidad de Tulsa en Oklahoma, donde se graduó en inglés en 1959. Se casó con Sandy Berrigan, también poeta, y tuvieron dos hijos, David Berrigan y Kate Berrigan. Él y su segunda esposa, la poeta Alice Notley, desempeñaron un papel muy activo en la escena poética de Chicago durante varios años y luego se trasladaron a la ciudad de Nueva York, donde editaron varias revistas y libros y destacó como figura prominente de la segunda generación de la Escuela de Nueva York, junto a Jim Carroll, Anselm Hollo, Alice Notley, Ron Padgett, Anne Waldman y Lewis Warsh. Colaboró con Padgett y Joe Brainard en Bean Spasms, obra significativa en su rechazo del concepto tradicional de propiedad. Aunque Berrigan, Padgett y Brainard escribieron poemas individuales para este libro y colaboraron en muchos otros, no figuran como autores de poemas individuales.

En 2005, la poesía publicada e inédita de Ted Berrigan fue reunida en un solo volumen editado por la poetisa Alice Notley, segunda esposa de Berrigan, y sus dos hijos.

El poeta Frank O’Hara consideraba que la publicación más importante de Berrigan era The Sonnets (“Los Sonetos”), “un hecho de la poesía moderna”. Se trata de una reflexión contundente sobre la época que los produjo, y entreteje muy bien los elementos tradicionales de la forma del soneto shakespeariano con la estructura disyuntiva y la cadencia del T. S. Eliot de The Waste Land (“La tierra baldía”) y las propias innovaciones literarias y experiencias personales de Berrigan. El resultado es una composición, en palabras de la editora de Berrigan y su segunda esposa, Alice Notley, “musical, atractiva y divertida”. Charles Bernstein comentó sucintamente que “Los Sonetos de Berrigan siguen siendo… una de las obras más frescas y más boyantes de inspiración de la poesía contemporánea”. Berrigan murió el 4 de julio de 1983 a la edad de 49 años a causa de una hepatitis que derivó en cirrosis.

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