Poemas:
A Gerard Manley Hopkins
Consuela, oh Muerte, mi corazón sin sombra y solo, sol
profundo, golpeando la carne a plomo. ¡Ah, la cara Sombra
muerta, víctima al fin de esta hambre, ese loco
hastío que mata la Noche y gira y brilla y rueda
allí! El abismo y la resplandeciente rueda, la sangre
silenciosa que se abre y, ¡Cielos!, oigo el sordo
eco de los golpes que socavan el alma…
Oh tiembla, tiembla
cuerpo que la sangre horada y que obras con astucia, sintiendo
sin cesar cómo el ariete te sacude … Ese ruido pesado
que el olvido adormece, pero que recomienza, prolonga
el miedo, se hace pánico y duro, alcanza el firmamento,
haciendo que se hunda el día en la sangre, y la sangre
en la ausencia… Y las torres, las tumbas y los templos
tumbados, los montes derribados, el mundo cansado, contemplan
¡oh, Muerte!, la dorada ceniza de la vastedad, el incienso.
Traducción de Carlos Cámara y Miguel Ángel Frontán
Nacer
Cuanto más considero mi pasado
Tanto más me veo entreabierto
Terror de existir sin cimientos
Oh madre mía tierra dónde estás
Amé tanto amé tan poco
Que todavía hoy ignoro
Qué sentido darle al verbo dar
Oh madre mía tierra dónde estás
Perdonadme he recibido demasiado
Sin que jamás me diese cuenta
Me reconozco culpable de esa falta
Oh madre mía tierra dónde estás
Tú la única que me habrás faltado
Yo que jamás fui tu hijo
Ahora ya viejo te invoco
Oh madre mía tierra dónde estás
Las heces del no-amor sin fondo
A los labios me suben y a los ojos
Es su náusea lo que en todo busco
Oh madre mía tierra dónde estás
Quién me devolverá ese gusto perdido
Sin haberlo poseído nunca
De haber amado lo que amé
Oh madre mía tierra dónde estás
Esta muerte que siento cómo en mí
Me tiende un seno ennegrecido
Y que en el fondo del pozo me acuna
Oh dime madre mía tierra si eres tú
Amar es nacer de mi muerte
Alguien con mi propia voz
Me arrancará con gran esfuerzo
Oh tierra oh madre que me matas
Traducción de Carlos Cámara y Miguel Ángel Frontán
Escorpión
En el marco al amparo del postigo
Replegado en sí mismo el escorpión
Bajo la Protección sueña sin bordes.
Cuando lo despierto al abrir la ventana
Lo saludo y le hago don del día.
A mí lo ata mi agradecimiento
De tu Amor cuyo administrador yo soy
Y que por él desde el alba me nombra
Ya que me has dado el derecho de elegir
Si su presencia aumenta tu Alabanza
O si para alabarte lo debo hacer morir.
Traducción de Carlos Cámara y Miguel Ángel Frontán
Hojas de plátano
Secas hojas de plátano
En el camino que vuelve a la infancia
Un hombre ya antiguo
Se asombra de haber vivido tantas vidas
Y de haber cambiado tan poco
Sin embargo sería incapaz
De identificarse
Ninguna de las imágenes que creyó recobrar
Conserva su proporción o su lugar
La inmovilidad de las cosas que duran
Sufren por ello de un desfase sutil
Demasiado leyó para haber nacido simplemente en su fecha
Demasiado viajó para haber nacido simplemente en su lugar
Es que acaso nació es que acaso pertenece a esta tierra
Por pulmón artificial tiene el futuro
En esta tarde otoñal en que se tiñen de rojo los jardines
De cada lado de la alameda ya obscura
Solamente se acuerda de sí mismo
Por el ruido de sus pasos
Y por la estrella que vela allá en lo alto
Sobre el umbral sobre el abismo
Traducción de Carlos Cámara y Miguel Ángel Frontán
Biografía:
Pierre Emmanuel, seudónimo de Noël Mathieu (3 de mayo de 1916 – 22 de septiembre de 1984) quien fue un poeta francés nacido en Gan, en la Aquitania (Pirineos Atlánticos), y fallecido en París. Fue miembro de la Academia Francesa en la que ocupó el asiento número 4 y a la que renunció en protesta por la elección de Felicien Marceau.