Poetas

Poesía de Argentina

Poemas de Miguel Ángel Bustos

Miguel Ángel Ramón Bustos von Joecker nació en Buenos Aires, el 31 de agosto de 1932. Fue declarado desaparecido por la dictadura militar el 30 de mayo de 1976. Estaba casado con Iris Enriqueta Alba de Bustos, con quien tenía un hijo, Emiliano Bustos.

ESPUMAS DE LUZ Y SOMBRA: MURALLÓN DE VIDA

Apenas vuele sobre el llanto
por mi lengua riendo llegaré a tus manos.
Elástico al sol subiré enorme
acorralando en la noche
el día de vientos afilados.
Niños heridos
palomas de hambre
amordazan mis besos
sacuden mis risas y te alejan
para que muerda la vida y no me canse la muerte

SUEÑO QUEBRADO

Sueño quebrado
levántate y anda
Marcha de mi frente
abre mi tierra.
Levanta
ruda muralla de niños
al dólar de fuego y zarpa de balas.
Vuelve
joven enamorado del agua
al mordido corazón rebelde,
abraza y besa prieto hasta la llama
pedernal de lágrimas,
mi corazón
clavado a pico de sangre
en las vigilias desnudas de mi cuerpo.

ARREGLO CON FRUTAS E INSTRUMENTOS DE VIENTO

Naranjos
hasta cuándo serán naranjos las calles del Tigre
y no el corazón de mi amor.
Pulpa de tu tremenda boca la toqué y se me fue por la noche entre
los naranjos volvió para pegarme como la rama más débil
o la ola más fría iniciando la tormenta
Y yo que creí que nos pondríamos juntos en nuestra vida de mil
años.
Trompa apaga la luz que desciendo solo a la ciudad de los
hombres. Apaga lamento de hierro y bronce entre los
naranjos.
Ahí voy lava tu cuerpo y vamos. Ah santa piel joven el mundo
será nuestro.
Silencio con la sorda alegría. Ahora duerme al fin. Clarín
entre los naranjos.

SOY INMORTAL

Creo que el poema
con dientes y alma
capaz de andar cien siglos
con una vuelta de sangre
vive.
Desnudo
brutal
oscuramente humano.

ELEMENTOS

Todo lo que ves es simple
unas pocas cosas
unas pocas palabras
el fuego en el agua.
Mi lengua
en tu lengua
el sol es simple.
Tu cuerpo lo cubre.
Tu cuerpo lo aclara.

Vientre profeta sin tiempo

Yo no soy de ningún siglo.
Vivo ausente del tiempo. Soy mi siglo
como soy mi sexo y mi delirio.
Soy el siglo liberado de toda fecha
y penumbra.

Pero cuando muera, el profeta
que hay en mí se alzará como un niño
sin moral y sin patria. Un niño loco con lengua
de alaridos. Entonces amanecerá en el millón
de Galaxias.

Madres del futuro; cuidado; cuando muera
puedo volver.
Entonces, ay, vientre que me aguardas,
dulcísima catedral de tinieblas.

LUNA DE HERODES

Si en la noche inmóviles policías sujetan perros de
boca en piedra, yo tiemblo. Quiero alejarme no puedo, como
en sueños
Entonces alzo la mano a mi pecho traspasado. No
sea que a lo lejos entre las selvas de hueso y aliento salga el
aullido de aquel que devora mis entrañas. Y aullando
prolongue en los perros guardianes un odio en silencio y
dientes, que por milenios me persigue.

COMUNIÓN SALVAJE

Me como a dios.
Como mi salvación y espanto.
Corazón de los sentidos digiere la cúpula celestial.
Ahora estoy en el campanario, un campanario tímpano católico y extinguido.
Con el bronce, con la trompa badajo en el viento inflamo los mares.
Que todo sea una salvaje profecía amor poseído amor ido.