Poesía de Perú
Poemas de Mario Montalbetti
Mario Manuel Bartolo Montalbetti Solari, nacido el 13 de febrero de 1953 en el Callao, Perú, es una figura emblemática en la literatura y lingüística peruana. Su vida y obra combinan una profunda reflexión sobre el lenguaje con una poética innovadora y provocadora.
Montalbetti comenzó su formación en la Universidad Católica del Perú, donde se adentró en los estudios de literatura y lingüística. Fue durante estos años estudiantiles que publicó su primer libro de poemas, Perro negro (1978), marcando el inicio de una carrera literaria que se destacaría por su experimentalismo y profundidad. Posteriormente, continuó su formación académica en Estados Unidos, donde obtuvo un PhD en Lingüística por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
En 1979, junto con Mirko Lauer y Abelardo Oquendo, fundó la revista cultural Hueso Húmero, un hito en la escena literaria peruana. En el primer número de esta revista apareció “Quasar”, uno de sus poemas más significativos. Ese mismo año, publicó Fin desierto, su segundo libro, que consolidó su reputación como un poeta audaz y experimental.
La década de los ochenta y los años siguientes vieron la publicación de varios de sus trabajos más destacados, como Llantos eliseos y Cinco segundos de horizonte. Estos libros, junto con títulos como El lenguaje es un revólver para dos y 8 cuartetas contra el caballo de paso peruano, reflejan su capacidad para combinar lirismo y reflexión crítica sobre el lenguaje.
En Cajas (2012), Montalbetti exploró los límites entre la poesía y la lingüística, creando una obra que desafía las categorizaciones tradicionales. Para los lingüistas y filósofos del lenguaje, su contenido puede parecer un poema; para los poetas, un ensayo especulativo. Esta dualidad resalta su habilidad para cruzar fronteras intelectuales y artísticas.
Su recopilación de ensayos Cualquier hombre es una isla (2014) ofrece una mirada profunda y multifacética sobre temas como la literatura, la imagen y la alteridad. Montalbetti explora las conexiones entre diferentes formas de arte y pensamiento, revelando su capacidad para abordar la complejidad de la experiencia humana.
El 2016, publicó El más crudo invierno, un ensayo sobre un poema de Blanca Varela, que muestra su aguda capacidad de análisis literario. Dos años después, vio la luz Notas para un seminario sobre Foucault y el ensayo Sentido y ceguera del poema, reafirmando su interés en la intersección entre poesía y filosofía.
Su obra más reciente incluye El pensamiento del poema. Variaciones sobre un tema de Badiou (2019), que continúa su exploración de la relación entre pensamiento y poesía. Esta trayectoria literaria y académica ha sido reconocida tanto en Perú como en el extranjero, consolidando a Montalbetti como una voz imprescindible en la literatura contemporánea.
La poesía de Mario Montalbetti, con su innovador uso del lenguaje y su profunda reflexión sobre la condición humana, lo posiciona como un referente en la literatura peruana y mundial. Su capacidad para fusionar la lingüística y la poética, creando obras que desafían las convenciones, lo distingue como un creador singular y provocador.
LA DORADA
A la pregunta ¿cuánto has amado?
responde como si el lenguaje, mejor aún,
como si el vino se hubiera acabado.
Di que has de ir por más.
Afila luego el cuchillo y eviscera
la dorada que yace exangüe
sobre el batán vil de la cocina.
Y con la misma hoja separa lo tuyo
de lo tuyo. Es tuyo.
Como Walcott
Escribo a mano con un lápiz Mongol No.2 mal afilado
apoyando hojas de papel sobre mis rodillas.
Ésa es mi poética: escribir con lápiz es mi poética.
Si alguien pregunta como quién quiero escribir
respondo “como Walcott”. Ésa también es mi poética.
También, esperar a que ella me muerda el cuello
para comenzar a escribir es mi poética. La oscuridad del mar,
lleno de pliegues, es mi poética. Ella pregunta como quién
quiero escribir
y yo respondo “no sé, como Walcott”. O más bien
mi poética es di algo visceral de una buena vez,
como en la ópera, sin esperar que ocurra una muerte
especialmente interesante al final: es mi poética.
Lo del lápiz mal afilado es indispensable para mi poética.
Sólo así quedan marcas en las hojas de papel
una vez que las letras se borran y las palabras ya no
se entienden o han pasado de moda o cualquier otra cosa.
LA LECCIÓN DE ECONOMÍA
¿Por qué los mercados no son afectados
por los grandes abandonos, por los amores que acaban,
por los desencantos y los crepúsculos?
Nadie lo sabe. Algunos lo saben:
porque los mercados responden a dos cosas
y a dos cosas solamente: al flujo de capital
y a las expectativas de ganancia.
Se repitió todo eso mientras andaba
con pasos apurados, preparando la clase
antes de la clase. Cruzó la calle.
El vendedor de lotería estaba parado
en la esquina, con las suertes enganchadas
con un imperdible a su camisa de franela.
Imaginó gallos. Siguió caminando.
Se preguntó retóricamente:
¿y qué afecta al amor? La clase sigue.
Nadie lo sabe. Algunos lo saben:
una cosa y una cosa solamente afecta al amor:
la demanda de amor.
(Esta es la ley sorprendente
de la que tiene que convencerlos:
la oferta no afecta al amor.)
El canto de las aves
para Alberto Blanco
el canto de las aves escondidas en el follaje
apenas alcanza las tres sílabas
luego silencio
luego otra vez alcanza las tres sílabas
luego silencio
es la forma que tienen las aves de no decir nada
luego otra vez
tres sílabas luego silencio y luego otra vez
es el canto de las aves escondidas en el follaje de los ficus
tres sílabas silencio otra vez
es la forma que tienen las aves
de no decir nada
tres sílabas silencio tres sílabas
pero el canto
es hermoso y se repite regularmente al atardecer
y luego otra vez
y luego otra vez
y no dice nada
Disculpe ¿es aquí la tabaquería?
Nadie dice todo. Nadie dice nada.
Lo deseable es decir poquísimo.
Callar no es más radical.
Callar es como raparse la cabeza:
el pelo vuelve a crecer.
Pero decir poquísimo, decir lo mínimo
que uno puede decir,
eso es lo que nos permite decir algo.
REVISIÓN (dos días después)
Somos lo que sabemos.
Sabemos que somos mortales.
Se dicen cosas.
- Dolores Veintimilla
- Jesús Aguado
- Juan Liscano
- José María Fernández Unsáin
- Agustí Bartra
- Jorge Manrique
- Nahui Ollin
- Andrés Unger
- Silvia Schujer
- José Iglesias de la Casa
- Humberto Tejera
- Luis García Montero
- Bernardo López García
- Henri de Régnier
- Chantal Maillard
- Mariano Peyrou
- Óscar Cerruto
- Josefina de la Torre
- José Antonio Soffia
- Gastón Gori