Poemas:
Carbón ardiente
Borrarme de la tierra es pretensión inútil.
Ni la fiebre que arrasa por las noches
ni los gritos que exprime de mi cuerpo
ni todo su veneno devorándome el vientre,
iracundo dolor que acecha.
Me niego a ser un gusano más del césped
o un trozo de carbón ardiente,
repleto cráneo de aserrín.
No soy polvo que vuelve al polvo
ni inútil obituario en los periódicos.
Soy más fuerte que las células nefastas
que se reproducen a diario.
Soy agua que arrasa los caminos,
turbulencia de duna en el desierto.
Conmigo no podrá la muerte.
Déjalos que hablen
Del color que sean,
déjalos que hablen.
Que hablen
rojos o azules,
verdes o canarios.
¿Qué saben ellos de mí
salvo que soy un cuerpo?
Déjalos que de mí coman
que me pudra entre sus dientes,
que sirva de alimento a esta banda
de gusanos que se adherirán
a mi piel cuando por fin descanse.
¿Qué saben ellos de mí,
salvo que soy un dócil cuerpo?
Arpa de sombra
Asido al cántico del alma
el amor permanece.
Como fuego arde en la cumbre,
más nunca en vino añejo se convierte
porque es arpa de sombra y lumbre.
Dime amor
¿Qué harás
Si sobrevivo sin ti a la furia de la noche,
y desnuda atravieso entre balas
este campo minado de recuerdos,
si descubro un aljibe de amor en el desierto
y a solas bebo en la noria de las ansias?.
¿Qué pasará amor
Si mis pies a seguir tu huella se afanan
y mis manos en perseguir hojas al viento,
si convierto atormentadas nubes en llovizna
y desquebrajadas olas en manso huracán.
Si mi voz repite que te amo en la penumbra,
y tus besos es lo único que quiero?.
Si busco tu nombre en el sueño que se extingue
y tu aroma de violetas mientras duermo.
Si al probar la madurez de mis mares
tus labios enmudecen de ternura
y de tanto amor se desorientan las gaviotas
que descubren al vuelo el secreto que nos une.
¿Qué ganaría
Por coser atardeceres al diván de tu regazo
ofreciendo devorar a besos la nostalgia
mientras someto torbellinos corazón adentro.
Si vendiera como espejo mi rostro en el mercado
y dibujara tu imagen en el corazón de mis entrañas
para que pueda este poema soportar tanto tormento?.
¿Cómo continuar
Ahora que la ausencia es la única que ama
en esta soledad congelada de suspiros.
Si no hay más desiertos ni lluvia en mi alma
y tu recuerdo es oscuridad sobre mis ojos?.
¡Dime amor cómo recuperarte!…
Tal vez regando mi piel por los caminos
hasta ser cadáver mezclada con tus huesos.
Mudar de piel
Lo difícil es mudar de piel
la primera vez.
Después…
Oteas como un diafragma fotográfico
el cuerpo, su intemperie
luego las clandestinas caricias
las voces en murmullo,
los besos tras la puerta
que te obligan a buscar una isla blanca
en marejadas de olvido.
Al mudar de piel vuelves a sentir,
te izas como vela.
En tus sábanas blancas
el mundo es tuyo otra vez.
Lo más difícil es arrancar raíces,
dejar trozos del rompecabezas.
No colgar el bolso de cuero
cuando ves la cama vacía…
Sabes que emigras a una nueva piel.
Nacida muerta
El corazón por fuera.
Me acurruco en las noches con mi sombra,
duermo entre quejidos muertos,
inútilmente imagino despertar
embriagada por los pétalos de tu boca.
¿Porqué no fui piedra,
árbol,
tumulto de olas,
sangre que fluye en otro cuerpo?
Sin ondularme a la cavidad de tu silueta
consumo mi vida esperando las migajas,
todos los días me arrepiento
de buscarme en tus ojos,
Imán de tu nerviosa lengua,
me arrepiento de extrañar tus besos,
de tu sexo el fragor.
Duro,
insensible,
indiferente,
¿Porqué no fui hombre como tú?
¿Porqué no nací muerta
para poder olvidarte
cuando tanto te amo?!
Nada sin ti
Nada es sin ti,
nada en la nada
mi nada perdida naufraga
sin ti.
La ola nada sobre nada
sin ti sola la ola nada.
Biografía:
Lina Zerón, destacada poeta y escritora mexicana, nació en la Ciudad de México en 1959. Realizó sus estudios de Relaciones Internacionales en la ENEP Acatlán, UNAM. Su obra poética ha trascendido fronteras, siendo traducida a más de quince idiomas, incluyendo inglés, francés, alemán, italiano, portugués, serbio, esloveno, árabe y rumano. Su labor literaria ha sido reconocida con varios premios y distinciones tanto en América como en Europa.
A lo largo de su carrera, Lina Zerón ha publicado más de una decena de libros de poesía, entre los cuales se destacan “Luna en abril, poemas” (1996), “Luna en abril, sueños” (1997), “Luna en abril, cartas” (1998), “Espiral en fuego” (1999), “Rosas negras para un ataúd sin cuerpo” (2000), “Amoradas borbolestas” (2001), “Moradas mariposas” (2002), “Vino rojo” (2003), “Un cielo crece en el fondo de tus ojos” (2004), “Nostalgia de vida” (2005), “Ciudades donde te nombro” (2007) y “Consagración de la piel” (2010). La poesía de Zerón se caracteriza por una expresión intensa de los sentimientos, una búsqueda de la identidad y una reflexión sobre la vida y la muerte.
Además de su faceta como poeta, Lina Zerón también es novelista y cuentista. Ha publicado la novela “Posdata para Ana” (2003), que narra la historia de una mujer que se enfrenta al abandono y al desamor, y el libro de cuentos “Minicrónicas de listón y otros cuentos” (1997), que reúne relatos breves sobre diversos temas. Asimismo, ha incursionado en el periodismo, colaborando con varios periódicos y revistas.
Lina Zerón es una activa promotora cultural y directora de festivales literarios. Ha participado en numerosos encuentros y eventos de poesía tanto en México como en el extranjero. Es fundadora y directora del Festival Internacional de Poesía Ignacio Rodríguez Galván y del Festival Internacional de Poesía Palabra en el Mundo. Además, ocupa la presidencia del Círculo de Escritores Sabersinfin.com y es miembro del Consejo Editorial de la revista electrónica Letralia.
En resumen, Lina Zerón es una de las voces más relevantes y reconocidas de la poesía mexicana contemporánea. Su obra es un testimonio de su pasión por la palabra y por la vida, y su labor como promotora cultural ha dejado una huella significativa en el panorama literario tanto nacional como internacional.