Poemas:
PARA QUE SEPAN DE MÍ
Soy mujer de buena voluntad
mucho trabajo
variadas noches sin sueño
y carencia total de aburrimiento.
Estoy al margen del margen
porque no ando merodeando puertas.
Podría decir que estoy bien así
muy bien
y ustedes
bien gracias
y bien también la familia
pero no sería cierto.
Miento sólo por piedad
o por terror
y éste no es el caso.
Soy loba, hambre, beso de amor
para morder a fondo
el sentido de las cosas
y solo brizna para soportar esta manera
de andar andando.
Aprendí a callar
a llevar con disimulo
ciertas tristezas
a romperme por dentro
y a recomponerme por dentro
y a recomponer mis partes
a fabricar juguetes nuevos
con pedazos viejos
Y acumular con avaricia
el único capital
que merece mi fe
la fuerza del amor
que me das
que me dan
que me quitan
y que estoy dando
para tirar hacia delante
aquí
ahora
hace ya millones de siglos
desde este margen sin remedio
HOY, SÍ
Hoy abdico
cedo el trono
deposito el poder
en quien esté dispuesto
a mantener
el imperio de la milanesa perfecta
del tomate justo
del pollo simultáneamente a punto
para todos.
Hoy abdico ante el mundo
y siento alivio
y ni un pétalo de remordimiento
humedece mis pestañas.
PEQUEÑECES
A Laura
Abriste mi valija
pusiste allí
tu voz de ser humano hermoso
que decía
madre
tus poemas
qué es eso de dejarte tus poemas
y quizás
por esa misma causa
y otros parecidos
trascendentes
sucesos diminutos
suele ser la gente amor
la vida más azul
y esta mañana
pájaro
inasible
picaflor.
ASÍ DE SIMPLE
Ésta es
como tantas
una simple
pequeña
historia de mujer.
Los poemas que callo
que cocino
que doblo
los guardo
porque en casa
todos trabajan
y yo también.
Dos gusanos
Un gusano
ay, qué cosa.
Dos gusanos
ay, qué cosa.
Iban muy
muy apurados.
Se chocaron con la rosa
ay, qué cosa
y quedaron arrugados.
Otoño
El león ruge.
Rodando llega el otoño
sobre ruedas de tres O
las uvas y las manzanas
dejan pálido al melón.
La vaca muge.
Rodando pasa el otoño
con muy pocas golondrinas.
Chisporrotean fueguitos
madurando mandarinas.
El león ruge
la vaca muge
el secreto del otoño
se descubre porque cruje.
Adivinanza para Usted
Tiene a veces
una flor en el ojal
una sonrisa en el lápiz
algún reto
y alborotos
de porotos
a la hora de contar.
Señorita:
¿quién será?
Palabras para consolar a un cuaderno
Hola cuaderno.
Ya sé que se marchitan tus hojas en verano
que te arrinconan cuando estás escrito
y te prefieren
con hojas en blanco.
Aquí voy flotando en un día largo
viento a favor
cabeza con pájaros.
Y escribo en vos como en la arena
cuaderno
silenciosa alcancía
de todo lo que canto.
Aviones de papel
Aviones de papel
sobre la arena.
Palabras de papel
las olas mezclan.
Baten sus lenguas
sus caracolas
y las salpican
en otras tierras.
Vapor
Casi humo
firulete
de la taza
de café.
Da tres vueltas
y se
es-
ti-
ra
has-
ta
don-
de
no
se
ve.
Biografía:
María Laura Devetach Romero (Reconquista, provincia de Santa Fe, Argentina, 5 de octubre de 1936) es una escritora, poeta, narradora y docente argentina. Se dedica especialmente al público infantil. También ha escrito obras teatrales y libretos para radio y televisión. Licenciada en Letras Modernas, ha ejercido la docencia a nivel primario, medio, terciario y universitario. Ha sido, junto a escritores argentinos como María Elena Walsh, Graciela Montes, Ema Wolf, Ricardo Mariño o Elsa Bornemann, precursora de la literatura infantil como literatura en sí misma, más allá de ser material educativo. Sus libros estuvieron prohibidos durante la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983. Publicó numerosos títulos para niños y adultos en los géneros poesía, narrativa, teatro y reflexiones teóricas. Parte de esta obra fue publicada en otros países. Creó y dirigió colecciones de libros para niños y coordinó durante más de diez años un taller laboratorio sobre procesos creativos en relación a la lectura y a la escritura. Ejerció el periodismo y colabora en publicaciones especializadas.