Poesía de Uruguay
Poemas de Julio Inverso
Julio Inverso fue un poeta de sombras y resplandores, un alquimista del lenguaje que transitó los márgenes de la literatura uruguaya con una voz única y desgarradora. Nació en Montevideo en 1963 y, aunque su vida fue breve, dejó una obra de intensidad fulgurante. Estudiante avanzado de Medicina, decidió abandonar la carrera para entregarse por completo a la escritura, una elección que marcaría su destino y su obra con un halo de obsesión y fatalismo.
En el Montevideo de los años 80, en plena transición postdictatorial, su voz poética encontró un eco en los muros de la ciudad. Como integrante de la brigada graffitera Tristán Tzara, llevó su poesía más allá del papel, desafiando el espacio público con versos que irrumpían en la monotonía urbana. Este impulso transgresor también permeó su literatura, donde el riesgo y la búsqueda de lo absoluto fueron constantes.
Su poesía, influenciada por Gerard de Nerval, Rimbaud, Lautréamont y Cesare Pavese, traza un mapa de obsesiones existenciales y visiones alucinadas. En sus primeros libros, Falsas criaturas y Agua salvaje, apostó por el poema en prosa, una forma que le permitía desplegar imágenes de gran potencia simbólica. Con Milibares de la tormenta, exploró nuevas estructuras, combinando el poema largo con síntesis vertiginosas. En Más lecciones para caminar por Londres, regresó al poema extenso, para luego, en Cielo genital, unir nuevamente ambos registros en una obra de estremecedora lucidez.
Más que un poeta de clasificaciones, Julio Inverso fue un creador inclasificable. Su poesía no se ancló en corrientes ni en manifiestos, pero asumió una postura de crítica feroz hacia la realidad. Para él, escribir era un acto de revelación, una experiencia donde el poeta se convierte en médium de potencias superiores. Su concepción de la poesía, descrita en Cielo genital, lo muestra como un visionario que entendía la creación como un misterio indomable.
En vida, recibió el premio de la Intendencia de Montevideo por su obra Vidas suntuosas y, de forma póstuma, obtuvo una mención del Ministerio de Educación y Cultura por Diario de un agonizante. Sin embargo, más allá de los reconocimientos, su legado se mantiene en una obra que sigue latiendo con la misma intensidad con la que fue escrita.
En 1999, poco después de la publicación de Más lecciones para caminar por Londres, Julio Inverso decidió poner fin a su vida. Su muerte dejó en suspenso una voz que parecía destinada a seguir expandiendo los límites de la poesía. Varias de sus obras han sido reeditadas y publicadas póstumamente, mientras otros textos permanecen inéditos, envueltos en el mismo misterio que marcó su existencia. Su legado es el de un poeta que desafió la realidad con la única arma que poseía: la palabra llevada hasta sus últimas consecuencias.
Quiero despedirme de vos
Quiero despedirme
de vos
con un beso
voy a partir
y en el mar
en el que me aventuro
no hay orillas ni puertos
ni alegría
Lucía X
no me puedo defender
estoy desnudo
estoy sangrando
recién escupí mi cerebro contra la pared
No me toques, estoy endemoniado
No me toques, estoy endemoniado. No puedo
dormir porque los condenados incendian mi cama,
noche tras noche. Tu infravida no podrá comprender
mi éxtasis:
un ángel que empuña un sueño
un sueño que es un arma
un arma que dispara a las tinieblas,
No me toques, mi luz te enceguecerá.
Soy un prestidigitador,
un caballero antiguo de místicos sigilos, un alquimista
con el corazón sobre la piel. Soy el que seré, ahora
mismo viviré mi futuro, mi más allá y mi abismo.
No me toques, estoy endemoniado. Seré la bengala
que rompe a llorar en tu cielo hecho añicos.
El Bitches Brew surrealista
Bretón encuentra a Nadja en las atestadas avenidas de París,
la halaga regala y besa
antes de entrevistarse con el psiquiatra
que finalmente decide internarla
por la defectuosa caligrafía de sus eles
Eluard se yergue hermoso
y sensitivo como un pararrayos
y en una noche de verano
transforma para siempre el amor
con el rudimentario armamento de la poesía
Aimé Cesaire, un poeta
de arcos de sangre sexuada & escolopendra
se harta de la pobreza
y decide engordar
sobre la base de convertirse en ministro burgués
en la Martinica
Tzara arroja sus libros de filosofía presocrática
por la ventana de un bar de Zurich
mientras en la vereda
Lenin y Arp
se baten en un mortal debate ajedrecístico
Artaud se despide de Anaïs Nin
después de una suculenta merienda
al mejor estilo de los personajes de Proust
y desde la ventana del taxi
escupe láudano e injurias
dice que las momias serán exterminadas
por un teatral tratamiento de shock
un poeta loco que se niega
a los cambios de vestidura social
que boga por los cambios
considerando las más repugnantes reacciones
de un espíritu enfermo de privación
Soupault arriba a la poesía en una cama de hospital
le dicta una herida
le zumba una frase desde hace tres días
y tres días pasa hasta escribirla
es una bicicleta patas abajo
que podría confundirse con la crucifixión
de un pan y un corazón.
MAROSA
ella prodiga fragancias
como las flores o los pétalos de las nubes
brilla su voz lenta como la melodía escuchada transversalmente
mariposa de tul pálido
salió de compras
y volvió con un maniquí
donde dibuja sus poemas
mensajes para hadas elfos y otras marosas
su alma como su esqueleto de anís
están en trance
fuentes y pirámides de su sueño
agua violeta bautismal
creo retratarla y así como está
sin maquillar en la penumbrosa habitación
con un acceso de tos estacional
pegaré su retrato en mi ropero
- Paul Morand
- Ernesto Cardenal
- Zéno Bianu
- Raimundo Echevarría y Larrazábal
- Jorge Eduardo Eielson
- Mauricio Redolés
- Francisco Madariaga
- Aníbal Tobón
- Miguel Ángel Chávez Díaz de León
- Julio Arboleda
- Juan Carlos Abril
- Esteban Manuel de Villegas
- Alberto Valdivia Baselli
- William Ospina
- Manuel Tiberio Bermúdez
- Fernando Rendón
- Eduardo Galeano
- Ángel Escobar
- Esther Zarraluki
- Daniel Calabrese