Poetas

Poesía de Uruguay

Poemas de Juan Carlos Abellá

Juan Carlos Abellá (18 de mayo de 1893, Rivera – 18 de octubre de 1962, Montevideo) fue un poeta y ensayista uruguayo cuya obra, cargada de introspección y lirismo, sigue resonando con una voz única y profunda en el panorama literario de Uruguay. Abellá, un autor que prefería el anonimato y la reclusión, se mantuvo alejado de la promoción personal, dejando que sus versos hablasen por sí mismos.

Sus composiciones poéticas se destacaron por su profundidad y estilo, siendo las mejores recopiladas en su libro Andén, publicado en 1929. Sin embargo, no se puede pasar por alto el valor poético de sus otras obras como Vanidad (1923) y Tiempo (1925), cada una de ellas reflejando la evolución de su pensamiento y sensibilidad artística. La crítica, representada por la figura de Alberto Zum Felde, ha señalado que las páginas de «Vanidad» y «Tiempo» contienen «rasgos de valor poético seguro», lo que confirma la relevancia de Abellá en la poesía uruguaya.

En 1933, Abellá expandió su horizonte literario con la publicación de Preludios, un ensayo filosófico que vio la luz en Montevideo bajo la imprenta El Siglo Ilustrado. Esta obra mostró una faceta diferente de su genio, explorando temas de reflexión profunda y filosófica.

A lo largo de su vida, Abellá se mantuvo fiel a su visión artística, prefiriendo que su obra se destacara por su propio mérito en lugar de buscar el reconocimiento público. Su legado literario, aunque modesto en volumen, es inmenso en calidad y ha dejado una huella imborrable en la literatura uruguaya.

Whisky

Mago rubio, mago rubio,
néctar del encantamiento,
cuando azota los cristales
el llanto frío del cielo.

¡Cómo desatan tus manos
la cadena del destino,
taumaturgo de los sueños
sumidero del olvido!

Borras este mundo triste,
y es fiesta la soledad.
Los sueños que ya no sueño
otra vez vuelvo a soñar.

Mago rubio, mago rubio,
cuando tu la llamas viene
la novia que no fue mía
porque la llevó la Muerte.

Y ríen los ojos lágrimas
y arden besos efusivos
Los besos que no se dieron,
lo que nunca fue vivido.

Se anula, el tiempo, se anula
el continuo despedirse,
con la fantasmagoría
de olvidados imposibles.

Mago rubio, mago rubio,
néctar del encantamiento,
cuando azota los cristales
el llanto frío del cielo.