Poetas

Poesía de Perú

Poemas de José Rosas Ribeyro

José Rosas Ribeyro (Lima, 1949 – Barcelona, 5 de febrero de 2023) fue un poeta y escritor peruano, miembro destacado del Grupo del Infrarrealismo. Su obra, marcada por la intensidad y la pasión, dejó una huella profunda en la literatura latinoamericana.

Fundador de la revista «Estación Reunida», Rosas Ribeyro jugó un papel crucial en la literatura peruana de los años setenta. La revista, en sus cinco ediciones, presentó al mundo los primeros poemas de poetas como José Watanabe, Tulio Mora, Elqui Burgos y del propio Rosas Ribeyro, estableciendo una plataforma esencial para la poesía de la época.

En 1973, su talento fue reconocido con su inclusión en la antología «Estos Trece«, realizada por José Miguel Oviedo. Sin embargo, su carrera en Perú se vio interrumpida en 1975 cuando fue deportado por la dictadura del general Velasco Alvarado. En ese momento, Rosas Ribeyro dirigía la sección cultural de la revista «Marka» y había lanzado la revista literaria «Uso de la palabra».

Su exilio lo llevó a México, donde se vinculó con el Movimiento Infrarrealista y estableció fuertes lazos con figuras como Mario Santiago y Roberto Bolaño. Sus poemas fueron incluidos en la «Antología de la Poesía Peruana«, vol II, editada por Peisa, y en antologías de Ricardo González Vigil, consolidando su influencia en la poesía peruana.

En 1977, Rosas Ribeyro se trasladó a Francia, donde continuó su labor literaria y periodística. Sus obras incluyen «Curriculum mortis» y «Ciudad del infierno«, así como la novela «País sin nombre», una exploración crítica, erótica y sentimental de los años setenta en Latinoamérica. Esta última fue publicada en Perú por la editorial Mesa Redonda y presentada en la Feria del libro Ricardo Palma en 2011.

En París, Rosas Ribeyro trabajó como periodista cultural en Radio Francia Internacional y colaboró con diversas revistas literarias internacionales, incluyendo «Casa del tiempo» (México), «Haraui» (Perú) y «Memoria» (España). Su obra fue traducida al inglés y al francés, ampliando su alcance y reconocimiento global.

José Rosas Ribeyro falleció en Barcelona el 5 de febrero de 2023, a los 73 años. Su legado literario perdura, marcado por su pasión, su compromiso y su capacidad para capturar la esencia de la experiencia humana a través de la poesía y la prosa.

XX

Hasta dónde las ruinas
me pregunto
y las cenizas
los restos petrificados
de mi gloria
el esplendor agotado
de la mirada
Y la muerte que acecha
con una bufanda
amarilla
Hasta dónde hasta dónde
o hasta cuándo
esta sequedad de momia
esta ruina de hombre
o de palabras
esta mano que cae
y no se levanta
este cabello que vuela
al viento
y desaparece
cabello inexistente
pelusa virtual
paja podrida
Hasta cuándo estas ruinas
o hasta cómo
ruinas de viento
intoxicado
Y la noche que cae
cae el día
y caen meses
caen años
todo cae
en mi ruina
ilusoria
mi paso irrepetible
hacia la nada

Anatomía

Pensé que la oreja era el ojo
mi pie
una parte de mi vientre
los dientes
menudas partículas
de pestañas

Pensé que mi cabello
era el vello
de mis piernas
el sexo
una continuación
del ombligo
el corazón
una bomba de tiempo

Pensé que la nariz era la boca
las uñas
las costras de la infancia
los dedos cicatrices

Pensé que mi espalda era el pecho
el pecho
una parte de la nuca
la nuca
una de mis nalgas
las nalgas orejas
las orejas ojos
un ojo una herida
la herida el recuerdo
el recuerdo la lengua
la lengua cicatriz

Pensé que las cicatrices eran vulvas
recuerdos húmedos
hermafroditas
hoyos de angustia
cuevas de placer

Y el vientre

Pensé que el vientre era la representación
soñada
del amor
y el sexo en erección
una nariz sensitiva

Pensé en la metamorfosis de mi anatomía
y me rendí a la evidencia:
este esqueleto
cubierto de carne y grasa
y puesto en movimiento
por músculos y nervios
venas
arterias
sangre
es también el cuerpo del otro
es tu cuerpo

Pensé que mi oreja era tu ojo
y mi nariz tu lengua

Pensé que mi sexo era el tuyo
y nuestros sudores jugos y salivas
un océano común de lava
un océano común de convulsiones
la muerte
pero pequeñita

Ahora estás en mente / yo no /pero puedo pronunciar tu nombre

Estarás conmigo
para que la distancia y el tiempo dejen de existir
cuando caminemos hacia Chapultepec
cordones atan mi cabeza a la tuya
mis dedos se van quedando sin uñas
Te traigo una soledad
la mía
y te la ofrezco
Lima se fue (yo no me he ido)
sueño un extraño sueño que hoy se me aparece
cubierto de rojo y con rostro de ola de mar en febrero
con mirada de niño en el cine /
y olvido mi pieza de 4 por 3 que no he medido
y el reloj que obstinadamente quiere
convencerme de que siempre son las 10
Cuando vuelva después de que vueles / salpiques / te
Vayas / y regreses estaré repleto de ti / gozoso:
abriré la cadena que me protege
en un acto de ilusionismo
y seré para ti el gran Houdini
cuando nos parezcamos a los pájaros
Hoy no ha llovido para todos pero sí para mí
/ y me he escondido
me he escondido hasta soñar:
te aparecías por detrás mío
trayéndome tu sonrisa que suena música
y tus pasos que no distingo
TE TRAES A TI MISMA Y YO ME ACOSTUMBRO
y te necesito como el agua
y me alimento de ti
Estarás conmigo
hoy / mañana
y tu presencia retumbará en las estaciones del metro
como un terremoto
que nos hará diversos:
pájaros-río
flores-campanas
llaves-mundiales
y cobre-cal o mina entera
Saldremos a trastocar la realidad como en un juego de fantasmas
en el que nada se ha perdido
porque tú porque yo
somos/somos
cuando las imágenes del mundo exterior crecen y
terminamos de soñar
o nunca terminamos
alargándose siempre como chicles arrojados debajo de los árboles
Estarás conmigo / sí
pero no sé la dirección del manicomio / ni he averiguado
dónde exhiben tu rostro de bicicleta / ignoro quién
transmite tus palabras hasta mis manos para que yo las
toque / no sé dónde guardas tus ropas para que no las
recuerde / ni puedo buscar tu boca fuera de ti misma–
tu-boca-no-es-un-con
junto-de-líneas
escritas-a
mano-
pero cuando sé que vienes / y lo sé de veras
mi reloj recuerda que son doce las horas dos veces al
día / mi cuarto crece contigo / y yo-Houdini te corto
por la mitad / te hago pedacitos / te bebo entera como
una taza de manzanilla caliente / o un chocolate en el
frío / y el ilusionismo que practico es solo una gracia
para alegrarte / para que tu sonrisa se repita y se repita
como la canción del disco rayado
Estarás conmigo / sí
ya no más / no
yo-solo-tú-sola
ni penumbra en Chapultepec
estás conmigo tú y yo somos uno el mundo es el
paisaje que escogemos

DÍPTICO DEL DOLOR / POLIFONÍAS

Serge Ferraton y su sombra. (Con homenajes a Jean G. y Rainer-Werner F.)

Ciudad desvastada donde la prisión es un paraíso
-te veo / me ves-
un hombre ejecutado por su propia mano se ahorca / se acuchilla
por la espalda
la cuerda se le adhiere al cuello como la ropa sudada y sucia
la hoja se le hunde como un hierro candente en espuma plástica
-Olor a Puerco Quemado / Caldo de Cabeza / Tripas Hervidas-
aumenta el jolgorio de los funcionarios públicos / de los policías
y el desdoblamiento cerebral del ladronzuelo de quesos y pantaletas
lo transforma en gánster de serie negra
-muerte de farsa / muerte de veras-
la droga pinchada en venas que se escapan como animales heridos
la aguja te persigue y lo infecta todo
huele a berrinche / son tus pantalones
las venas cortadas en profundidad con la hoja de afeitar
o con un pedazo de vidrio azul
hacen saltar la sangre por la cara y los cristales de la ventana
la cortina blanca teñida de rojo no es la bandera
-te ve / me ve-
17 años de asilo detrás mío
17 años entre 4 muros
ni muy bellos
ni muy limpios

se abre la puerta hacia la guillotina
y un globito comienza a hincharse detrás de tu garganta
(la vecina de los shorts te arrecha sacudiendo su sábana
te imaginas su calor permaneciendo / los pelos abandonados
y el olor de su sexo atraviesa la calle hacia ti)
el psiquiatra te pone la camisa de fuerza pero no te saca de
la mierda
comprender no es buscar excusas
allí te mete (hasta el fondo sí sí) te-la-mete hasta no jugar
ningún papel ni nada
como un niño con la cabeza sumergida en la letrina
-Santa Inquisición / Tortura / Poder-
hace años tuve tiempo de reencontrarme
eres el loco y estás solo / soy el loco y estoy solo
lo sabemos todos por tu mirada de loco
por tu calvicie de loco furioso
por tu traje gris desteñido y tus zapatos sin lustrar / la suela
agujereada
cuando maté mataba el odio
lo que sufrí saltó entre mis manos

loco torturado : zambullen tu cabeza en una tina
13 o 16 años siempre lo mismo destruir la revuelta :
un cuchillo en la nuca y una verga en el culo
Armentiers San Andrés Lecumberi Lurigancho
¡Déjame entrar! ¡Déjenme salir!
un niño violado sangra por el ano y más tarde su cadáver se
pudre entre los helechos
rayos de fósforo brotan de la tierra / chispazos
cuervos y telas de araña en tus ojos
paseas tus lentas pisadas de ganso prisionero
y mírame a través de los visillos / yo también te miro
dame un beso en la boca ahorita que tienes la barba crecida
Buffet Bontemps Rapin Carrein Maison blanche
déjame ver en esta ciudad hundida los controles que persiguen
al justo miserable
no me hables de nada sino del horror
no me cuentes tu historia sino el dolor
no me digas que detrás de tu cabeza rapada hay algo más que
miedo
la mujer que canta tendrá mañana un ojo negro
alguien que ama se masturbará solo en su cuarto de hotel hasta
caer extenuado
y morirá mañana bajo una mole de 6 toneladas
su nombre no importa : todos se llaman Alí siempre / siempre
mi nombre no importa ni el tuyo
bájate los pantalones
quiero verte la picha chiquito
sólo sabemos que hay desesperación y vitrinas rotas
y tú solo te conduces a la guillotina o a la silla eléctrica
como un niño taimado te sigo por el callejón oscuro donde me espera
el suplicio
los ángeles están bailando desnudos en medio del bosque
y ahora el otro lado
quiero verte el culito
en el jardín la mujer duerme cada vez más pálida / más fría
más víctima de la víctima
basta de discurso
-gimes / gimo-
basta de todo lo que no sea muerte
puertas metálicas cerradas truenan en las pesadillas
y el globito comienza ahora a hincharse detrás de los pulmones
dame de una vez una manera nueva de sufrir este tormento
soy el monstruo asesino
que ustedes fabricaron
en medio del caos y la desolación trepas las escaleras de madera
roída
-me ves subir / te veo-
quiero escoger mi muerte
sobre una plataforma un verdugo nos saluda
solemnemente
sus colmillos amarillentos te dan asco / a mí sus piernas
velludas y torcidas
Háblame de la Muerte Real
Háblame del Poder
eso no cambia
ahora puedo ser yo mismo
cállate / siente el pinchazo
y-la-sangre-que-lo-baña-todo-y-el-globito-que-se-te-hincha-entre-
las-piernas
ya-casi-no-lo-sientes