Poesía de España
Poemas de Inés Montes
Inés Montes, nacida en la vibrante ciudad de Málaga, es una poeta y narradora española cuya obra ha resonado profundamente en el panorama literario contemporáneo. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Málaga y en Teoría de la Literatura y Literaturas Comparadas por la Universidad de Granada, Montes ha tejido una carrera literaria marcada por la sensibilidad y la introspección.
Su poesía, una sinfonía de imágenes y palabras, se ha plasmado en diversas antologías como “Artistas y Escritoras Contemporáneas Andaluzas” y “Mujeres de Carne y Verso“. Su narrativa también ha dejado huella en publicaciones como “El Maquinista de la Generación“. Montes ha sabido combinar la pureza de la lírica con la fuerza de la narrativa, creando obras que reflejan la complejidad de la experiencia humana.
Entre sus poemarios destacan “La noche y los días” (1992), una exploración temprana de su voz poética, y “Fronteras” (2014), un texto bilingüe que despliega un discurso estético donde la imagen y la palabra se funden en una danza delicada. “El canto inaudito” (2017), galardonado con el Premio Literario Himilce, y “Un lugar al borde de las cosas” (2018), consolidan su posición como una de las voces más importantes de la poesía escrita por mujeres en España.
Como narradora, Inés Montes ha brillado con “De repente, siempre es tarde” (2020), una colección de relatos que le valió el Premio Andalucía de la Crítica en 2021. Este libro es un testimonio de su maestría en capturar la esencia del tiempo y la inevitabilidad del destino.
En 2017, su destacada trayectoria literaria fue reconocida con el Premio Jábega, un homenaje a su contribución a la literatura andaluza y su capacidad para tocar los corazones de sus lectores. Inés Montes continúa siendo una figura esencial en la literatura española, una creadora cuyas palabras traspasan fronteras y épocas, iluminando la condición humana con su singular mirada poética.
Marítimo
“… la huida la ciega huida la mía la verdadera…”
Y arrojaré mi vestido sobre la arena aún tímida
triunfará mi pie sobre la ola
que fiera abrazará mi cuerpo.
Toda, mi piel será presa dócil
moldeable bajo tu tacto aún no sometido.
Y ya no habrá más encuentros con tu orilla
porque no me pertenezco en ella,
sólo habitará mi oído
el silencio de tus límites
y mi huida.
Y sabíamos de la llama extinguiéndose en su propio fuego
y del recuerdo siendo caballo desbocado en la memoria
del tiempo
y de la herida que profunda se abre indolente y perpetua.
Mas recorrimos juntos esa entrega,
y vivimos la noche con el desasosiego
que ofrecen los sueños inacabados,
tu noche y la mía se presentían.
Fuimos cómplices hasta el final.
Si contemplo tu cuerpo
Si contemplo tu cuerpo que es una luna blanca
esparcida sobre mis labios
y miro tu rostro atalaya de mis sentimientos,
siento tan cálido aliento
siento tu sangre que es lava rugiente
que todo me es ajeno y nada me pertenece.
Entonces el día y la noche se conjugan
en una lágrima oscura.
Siento estas manos, este cuerpo,
estos ojos invadidos por el cálido latido
de tu universo,
a merced de tus brazos de dulce cera
me estremezco en un profundo hueco sin latido
y el límite de la vida se precipita
ante mí,
ciñéndome la cintura
y es tu fulgor palabra absoluta
y es tu sangre mi eterno minuto.
Qué fría y profunda es la herida
Qué fría y profunda es la herida que me habita
qué miedo más alto y concreto
cuando cruzo el umbral de mi noche más extensa.
Qué difícil es el dolor cuando todo perece y nada queda
y me diferencia de ti y me aleja
dicha de mi silencio,
que clavada estás en mi espalda ya desnuda.
- Ángel Crespo
- Jules Supervielle
- Elise Cowen
- Facundo Cabral
- Ida Vitale
- Candelario Obeso
- Luisa Luisi
- José Manuel Marroquín
- María Clara González de Urbina
- Homero Aridjis
- María Rosa Gálvez
- Robinson Jeffers
- Justo Braga Suárez
- Julio Martínez Mesanza
- Héctor A. Murena
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- Carlos Bousoño