Poemas:
Viento inventando palabras
Muchos años después encontré sus palabras,
para entonces decir «muchos años» marcaba
una huella entre hubiese y jamás para siempre.
Estaban ahí ante mis ojos y no comprendía el
universo alusivo a esas ruinas.
Copié en mi memoria unas cuantas palabras,
o acaso serían sólo un sueño.
De vuelta a las sombras tracé aquellas líneas y
curvas nacidas de líneas.
Mi tumba se abrió de repente y mi polvo
escapaba violento en etéreas substancias;
había escrito «viento».
En él arrojé esas figuras que fueron tragadas por
múltiples sombras de aspecto volátil;
había escrito «paloma».
Salté a la hojarasca intentando olvidar esos
símbolos raros.
Corrí hacía las aguas sin vida, sin fe,
sin la efigie azulina aferrada a la espuma.
Ese era mi hogar, la canción del silencio,
la luz más oscura en la luz del vacío.
Por eso al volver la mirada mi propia memoria
venía sobre el aire,
las aguas abrieron sus ojos,
nacieron las olas, los barcos, la arena, los siglos,
las sendas del verso;
había escrito «poema».
Trampa para una Gaviota
Desnudo mi boca,
para que cada palabra te nombre desnuda,
sin Dios, sin memoria que nombre una
sola palabra distante a tu nombre.
Te llamas igual que el amor nombraría los
suspiros que nadie ha olvidado,
porque el suspiro también se enamora y
también vuelve a casa donde un corazón ha
esperado su aliento.
No olvidaré que mis labios dijeron tu nombre y
besaron tu pecho mucho antes, tal vez siglos antes de
haberte besado.
No olvidaré tu mirada que hirió mis estatuas,
ciega y sin cielo dejaste a mi sangre al verter a
mansalva tu noche en mis labios abiertos.
Si al menos hubieras abierto tus ojos como una
mañana al abrir sus doncellas.
Mi corazón no es el mismo vampiro, no quiere
otra sangre distinta a la rosa que gira en tu noria
¿Cómo decirte que debe aprender a volar si se
arroja sin otra ilusión que latir en tus venas?
He callado por siglos,
he aguardado por siglos,
he visto nacer primaveras sin flores, sin calles,
sin un malecón para ver el oleaje y los barcos
hacer el amor sobre el suelo celeste.
He abordado tu cuello y cabalgo el pasillo
que lleva a tus ojos.
No prometo nombrarte si beso tu nombre y
tus ojos despiertan,
sólo prometo mirarte a los ojos,
decirte Amor mío, y cerrar velozmente mis
alas para que tú abras tus ojos aquí,
donde el tiempo es tan sólo un intruso.
Erótika
¿Para que matizar el deseo de la zarpa?
Quiero matar, revivir, penetrarte
hiere la luz la elegía de tus senos
necesito entender que en tu boca soy ruinas
el semen no cesa en su afán de agonía
si me atormenta el tatuaje en tu sangre
puedo besarlo por siglos y luego por siglos
morar en tus huesos.
Esta es la orgía de los tigres
zarpa, acechanza, mordida, erección desenfrenada
el abismo es un clítoris negro sediento de luna.
¿Quién es el dios de la cruz en tu nuca?
Dios nos proteja del diablo después de adorarnos.
En memoria
Padre:
Todo lo he abandonado.
Sólo tengo conmigo tu jersey azul,
y una bruja que advierte mirando
mis ojos:
Ten cuidado poeta,
los muertos
aún habitan el mundo.
Homo sapiens go home
Sin ir más lejos
para no alargar más la cuestión
te diré lo que odio.
¿Ves a la luna? ¿La ves?
Estos hijos de puta
la han clavado banderas
26
Flores abiertas
karmas que han visto otra flor
flores ya oscuras
y otra luz nos pronuncia
donde ayer fue mañana.
Biografía:
Fausto Vonbonek es uno de los poetas más reconocidos de México. Nacido en Mexicali en 1968, ha publicado varios libros de poesía que han recibido premios y distinciones. Su obra se caracteriza por una búsqueda de la belleza y el sentido en el lenguaje, así como por una exploración de las emociones humanas.
Su primer poemario, Nupcias del tiempo, fue publicado en 2006 por Castañeada Libros. En este libro, Vonbonek reflexiona sobre el paso del tiempo y la relación entre el amor y la muerte. Algunos de los poemas que se incluyen son: “El tiempo es un río”, “La noche es una novia” y “El amor es un fantasma”.
En 2007 presentó su segundo libro, Murmullo de Glorietas, que recibió la Mención Honorífica del Certamen “Pedro F. Pérez y Ramirez”, en el ramo poesía. Este libro está compuesto por poemas breves que evocan imágenes urbanas y cotidianas, con un tono melancólico y nostálgico. Algunos ejemplos son: “La ciudad es un sueño”, “El parque es un laberinto” y “El café es una excusa”.
En 2008 obtuvo el Primer Lugar en el mismo certamen con el poemario Pasión de Sahuaros, editado por la Fundación “Peritus”. En este libro, Vonbonek rinde homenaje a su tierra natal, el desierto de Baja California, y a sus habitantes, los sahuaros. Con un lenguaje poético y metafórico, Vonbonek describe la belleza, la fuerza y la resistencia de estos cactos que simbolizan la identidad y la cultura de su pueblo. Algunos de los poemas que se destacan son: “Sahuaros”, “Desierto” y “Raíces”.
Además de su labor como poeta, Vonbonek también se ha dedicado a la producción audiovisual y cultural. Ha coordinado el festival binacional de cine realizado por los Valles de Coachella y Mexicali, realizando, además, el cortometraje “Apocalipsis de Soles” con el apoyo del XVIII Ayuntamiento de Mexicali. Su obra se difunde a través de su blog PAREIDOLIAS, que ha obtenido el Premio “Cristina Faleroni” debido a la calidad de su contenido, y de la red social Facebook, medios que permiten acceder a poesía profunda y bella.
Fausto Vonbonek es un poeta que ha sabido plasmar en sus versos su visión del mundo, su sensibilidad y su pasión por el arte. Su obra es una invitación a descubrir la magia del lenguaje y a sentir las emociones que nos hacen humanos.