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Facundo Cabral

Poemas:

Este es un nuevo día

Esta es la canción que canto cada mañana al despertar,
Para agradecerle al Cielo,
La gentileza de un nuevo día,
Es decir de una nueva oportunidad.
Porque siempre se puede empezar de nuevo,
En una eternidad siempre se puede empezar de nuevo,
Y esto es tan cierto como que el paraiso no está perdido sino olvidado.

Este es un nuevo día,
Para empezar de nuevo,
Para buscar al ángel,
Que me crece los sueños.

Para cantar,
Para reir,
Para volver
A ser feliz Bis

Todos nacemos con un ángel de la guarda,
Pero pocos lo conservamos,
Hay quien prefiere un sicoanalista.
Todos tenemos una conciencia,
Pero pocos la escuchamos,
Hay quien prefiere la televisión.

Todos somos ricos, es decir hijos de Dios,
Pero pocos lo sabemos,

Perdona hermano que yo no entienda que no seas feliz
en tan bello planeta,
que hayas hecho un cementerio de esta tierra,
que es una fiesta.

Tienes un corazón, un cerebro,
Un alma, un espíritu,
Entonces como puedes sentirte pobre y desdichado.

En este nuevo día,
Yo dejaré al espejo,
Y trataré de ser,
Por fin un hombre nuevo,

De cara al Sol,
Caminaré,
Y con la Luna,
Volaré. Bis.

Ahora mismo le puedes decir basta a la mujer que ya no te gusta,
Al hombre que ya no amas,
Al trabajo que odias,
A las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito,
A los noticieros que te envenenan desde la mañana y desde el helicóptero,
A los que quieren dirigir tu vida.

Ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste,
Porque la vida es aquí y ahora mismo,
Por eso:

Este es un nuevo día,
Para empezar de nuevo,
Para buscar al ángel,
Que nos crece los sueños.

Para cantar,
Para reir,
Para volver
A ser feliz Bis

Me gusta la gente simple

Me gusta la gente simple
aunque yo soy complicado
la gente de casa pobre
y corazón millonario

La que todavía suda,
la que se rompe las manos,
la que se juega la vida por el pan de sus hermanos

Me gusta la gente simple
que al vino le llama vino,
la que al pan le llama pan
y enemigo al enemigo

La que se da por entero y no tiene intermediarios
la que comparte conmigo el respeto a los milagros

Me gusta la gente simple,
que se levanta temprano,
porque hay que limpiar la calle,
pintar el frente al mercado,
bajar del camión la fruta,
repartir los telegramas,
servir el café, la sopa, pescar,
embolsar la papa,
cortar el árbol preciso para hacer una guitarra
con la que un día el cantor, caminará por la patria
contando la gente simple,
que sin ella no hay nada,
ni siquiera la milonga
que en el mundo me declara

Me gusta la gente simple
que hace la silla y la mesa,
los zapatos de mi madre,
el vestido de Teresa

La que ríe fácilmente,
la que fácilmente llora,
la que inocente confía
que un día cambien las cosas
Me gusta la gente simple
aunque yo soy complicado

Te quiero

Te dije, te digo y te dire
porque el amor es para siempre.
Te digo por ejemplo,
te quiero ahora que hace calor
y ayer que llovia.
En las mañanas nubladas
y en las noches abiertas.
Te quiero, te quiero de pie, tendida,
dormida y despierta
Te quiero a la una, a las dos,
a las tres y a las siempre.
Te quiero, te quiero en la casa
y te quiero en el camino
Te quiero después antes y ahora mismo
Te quiero
Te quiero, porque me quieres
y toda tu me lo gritas
Te quiero porque en ti comienzo
y termino

Te quiero porque nos encontramos
y nos perdemos uno en el otro
Digamos que te quiero con todos los que soy
incluyéndome a mi mismo.
Aunque tu sabes mi amor
que cuando digo te quiero
es Dios que Te embellece a traves del amor
Y yo soy la encargada de tan bella tarea
es decir cada vez que yo te digo te quiero
Él te dice: Te quiero

“No soy de aquí, ni soy de allá”

Me gusta el sol y la mujer cuando llora
las golondrinas y también las señoras
saltar balcones y abrir las ventanas
y las muchachas en abril.

Me gusta el vino tanto como las flores
y los amantes, pero no los señores
me encanta ser amigo de los ladrones
y las canciones en francés.

No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color
de identidad.

Me gusta estar tirado siempre en la arena
o en bicicleta perseguir a Manuela
con todo el tiempo para ver las estrellas
con la María en el trigal.

No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color
de identidad.

Con una flor en la mano

Supe que nada se sabe
y no se que es lo que supe
si volar es irse abajo
o si cae aquel que sube
me fui mas allá del hombre
casi a la altura del niño
pero no pude encontrarlo
por eso vuelvo contigo
mas no importa lo que digo
si la historia es una sola

Hay medio mundo esperando
con una flor en la mano
y la otra mitad del mundo
por esa flor esperando

Y por todas esas cosas
es que regreso contigo
madre que me has enseñado
que es un circulo el camino
y solo el que va muy lejos
puede encontrar su destino
es decir lo que esta cerca
o el lugar donde a partido
mas no importa lo que digo
si la historia es una sola

Hay medio mundo esperando
con una flor en la mano
y la otra mitad del mundo
por esa flor esperando.

Deseo poco

Te daré, una vida sencilla
con las cosas que el hombre olvidó
sin alfombras, pero con sonrisas
y los ojos abiertos al sol.

Lo mejor de la vida es gratis
no hay pobreza teniendo a Dios,
la esperanza será nuestro huésped,
teniendo confianza, habrá comprensión.

Yo te ofrezco la brisa de mayo,
las flores de octubre
y todo mi amor.

Volaremos igual que las aves
en el cielo fronteras no hay.
A tu piel cubriré con la mía
y el invierno, verano será.

Nuestros besos, será nuestra casa,
nuestras manos, será nuestra ley,
por la plaza cantando descalzos,
con la vida juntos vamos a jugar.

Dios ha puesto la dicha en lo simple
y ese es el camino a la felicidad.
a la felicidad.

Está la puerta abierta

Está la puerta abierta,
la vida está esperando
con su eterno presente,
con lluvia o bajo el sol.

Está la puerta abierta,
juntemos nuestros sueños
para vencer al miedo
que nos empobreció.

La vida es encontrarnos,
para eso nacemos,
porque el punto más alto
es llegar al amor.

Y no hay amor de uno,
sólo hay amor de todos,
y por ese motivo
estamos hoy aquí.

Está la puerta abierta,
la vida está esperando
con su eterno presente,
con lluvia o bajo el sol.

Está la puerta abierta,
juntemos nuestros sueños
para vencer al miedo
que nos empobreció.

Iremos de uno en uno,
después de pueblo en pueblo
hasta rodear al mundo
con la misma canción.

Todas las cosas bellas
comenzaron cantando,
no olvides que tu madre
cantando te acunó.

Todas las cosas bellas
comenzaron cantando,
no olvides que tu madre
cantando te acunó.

Biografía:

Facundo Cabral, nombre que resuena con melodía y significado, fue mucho más que un cantautor argentino. Nacido como Rodolfo Enrique Cabral Camiñas el 22 de mayo de 1937 en La Plata, su vida y legado trascienden las fronteras musicales.

Su riqueza artística no podía ser contenida en una etiqueta. Facundo Cabral sobrepasó las barreras genéricas, urdiendo un tejido de poesía, música y filosofía que hablaba a la esencia humana. A través de una voz cálida y letras profundas, exploró los matices de la vida, desde la sátira y la ironía hasta la espiritualidad y la reflexión.

Cabral dio sus primeros pasos en el mundo artístico en 1959, dejando que su guitarra entrelazara los acordes de la música folclórica con las palabras de su alma. Con el tiempo, trascendió las fronteras y se estableció en México en 1965, continuando su búsqueda musical y creativa.

Su exilio voluntario en México en 1976, durante la dictadura argentina, lo convirtió en un defensor apasionado de los derechos humanos y un embajador de la paz. La UNESCO lo honró en 1996 con el título de “Mensajero Mundial de la Paz”.

El regreso de Cabral a Argentina en 1984 coincidió con el regreso de la democracia, y su influencia se expandió en el país y más allá. Sus canciones, como “No soy de aquí, ni soy de allá”, penetraron en el tejido de la sociedad, resonando en los corazones de las personas.

La obra de Cabral trasciende la música. Sus letras capturan la esencia de la existencia humana, desde sus contradicciones hasta sus anhelos más profundos. Cabral no solo cantaba, sino que también susurraba sabiduría a través de sus versos, dejando una marca eterna en la cultura y en el pensamiento colectivo.

Facundo Cabral, mucho más que un cantautor, fue un poeta, filósofo y narrador de la vida misma. Su legado resplandece a través de sus canciones, sus letras y su influencia en las generaciones futuras. Sus palabras, cargadas de sinceridad y profundidad, continúan tocando las fibras más íntimas del alma humana, resonando como un eco imperecedero en el tejido de la historia y el arte.

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