Poetas

Poesía de Uruguay

Poemas de Estrella Genta de Lockhart

Estrella Genta de Lockhart nació en Montevideo en 1917 y dejó una huella imborrable en la literatura uruguaya. Poeta, abogada y profesora, fue una voz destacada del lirismo contemporáneo. Su poesía, llena de imágenes luminosas y una sensibilidad profunda, la consagró como una de las grandes figuras del siglo XX en Uruguay. A través de sus versos, tejió un universo donde lo cotidiano se transforma en símbolos de belleza y trascendencia, permitiendo al lector entrever lo sublime en lo simple.

Formada en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, Genta no solo se dedicó a las leyes, sino que también exploró las fronteras del conocimiento pedagógico, graduándose como profesora de literatura. Su pasión por enseñar fue tan vibrante como su poesía; aquellos que tuvieron la suerte de ser sus alumnos recuerdan sus clases como experiencias inolvidables. El aula, para ella, era un espacio de intercambio, de creación, un lugar donde la palabra tenía el poder de iluminar la mente y el alma.

Entre sus principales obras figuran Cantos de la palabra iluminada (1936), Constelación del sueño (1938) y Elegía del tránsito (1944). Cada una de estas obras revela una evolución artística y personal, donde la palabra es el medio para reflejar una cosmovisión en constante diálogo entre lo terrenal y lo trascendental. En su poesía, Genta revela un amor inquebrantable por el lenguaje, un juego delicado entre la claridad y el misterio.

Murió el 21 de noviembre de 1979, dejando un legado que sigue siendo redescubierto por lectores y críticos. Su capacidad para transmutar la realidad en símbolos líricos sigue fascinando a quienes se acercan a su obra. En Estrella Genta de Lockhart, la poesía se convirtió en un eco que aún resuena en los corazones de aquellos que buscan en la palabra escrita un destello de eternidad.

LAS RAÍCES

Las raíces son símbolos de tenaz sufrimiento.
Hundidas en la tierra trabajan con tesón;
alimentan la planta que vive en el espacio
sin ver nunca la flor.

Nosotros también somos las raíces oscuras
de otra planta infinita cuya savia es amor.
¡Y pensar que aqui estamos asidos a la tierra
y no vemos la flor!

TE DEJO LAS PALABRAS

Te dejos las palavras que te bebí en silencio
hasta la más divina de tu sublime amor.
Ya ninguna me sirve para hilvanar mis sueños…
¡Hoy apresé una idea que venía de D iós!

La eternidade ascende por mis cantos sin eco
y siento que en la sombra se ilumina mi voz.
Te dejo las palavras que te bebí en silencio…
¡Hoy apresé uma idea que venía de Diós!