Poetas

Poesía de Perú

Poemas de Carlos Oquendo de Amat

Carlos Oquendo de Amat (17 de abril de 1905 – 6 de marzo de 1936) fue un destacado poeta peruano vanguardista, reconocido como uno de los precursores del creacionismo y la poesía experimental en lengua española.

Nacido en Puno, Perú, en 1905, Oquendo de Amat demostró un gran interés por la poesía y la literatura desde temprana edad. Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima, donde su pasión por la escritura literaria floreció. A los 18 años, en 1923, publicó su primer poemario, «5 metros de poemas», una obra que asombró por su originalidad y audacia.

«5 metros de poemas» es una obra experimental que rompe con los esquemas de la poesía tradicional. Con su brevedad, humorismo y uso de imágenes surrealistas, cautivó tanto a la crítica como al público, consolidando a Oquendo de Amat como uno de los poetas más innovadores de su generación.

Tras una estancia en Europa, regresó a Lima en 1930, pero su salud se había debilitado debido a la tuberculosis. A la temprana edad de 31 años, Carlos Oquendo de Amat falleció en 1936, dejando un legado poético significativo.

Su obra es considerada una de las más originales y destacadas de la poesía peruana del siglo XX. La influencia de Oquendo de Amat se ha extendido a poetas de todo el mundo, y su poesía sigue siendo una fuente de inspiración para nuevas generaciones de creadores.

Entre las características más notables de su obra se encuentran su brevedad, con poemas que a menudo no superan las dos estrofas; el humor, a veces oscuro o absurdo, que impregna sus versos; el uso frecuente de imágenes surrealistas que crea un efecto de extrañamiento en el lector; y el experimentalismo, que rompe con las convenciones de la poesía tradicional.

Carlos Oquendo de Amat es un referente en la renovación de la poesía peruana del siglo XX. Su legado continúa vigente, su influencia trasciende fronteras y su obra sigue inspirando a poetas de diferentes culturas y épocas.

POEMA DEL MANICOMIO

Tuve miedo
y me regresé de la locura

Tuve miedo de ser
una rueda
un color
un paso

PORQUE MIS OJOS ERAN NIÑOS

Y mi corazón
un botón
más
de
mi camisa de fuerza

Pero hoy que mis ojos visten pantalones largos
veo a la calle que está mendiga de pasos.

JARDÍN

Los árboles cambian
el color de los vestidos
Las rosas volarán
de sus ramas
Un niño echa el agua de su mirada
y en un rincón
LA LUNA CRECERÁ COMO UNA PLANTA

CAMPO

El paisaje salía de tu voz
y las nubes dormían en la yema de tus dedos
De tus ojos cintas de alegría colgaron
la mañana
Tus vestidos
encendieron las hojas de los árboles
En el tren lejano iba sentada
la nostalgia
Y el campo volteaba la cara a la ciudad.

POEMA DEL MAR Y DE ELLA

Tu bondad pintó el canto de los pájaros

y el mar venía lleno en tus palabras
de puro blanca se abrirá aquella estrella
y ya no volarán nunca las dos golondrinas de tus cejas
el viento mueve las velas como flores
yo sé que tú estás esperándome detrás de la lluvia
y eres más que tu delantal y tu libro de letras
eres una sorpresa perenne

DENTRO DE LA ROSA DEL DÍA

MADRE

Tu nombre viene lento como las músicas humildes
y de tus manos vuelan palomas blancas

Mi recuerdo te viste siempre de blanco
como un recreo de niños que los hombres miran desde aquí distante

Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura

A tu lado el cariño se abre como una flor cuando pienso

Entre ti y el horizonte
mi palabra está primitiva como la lluvia o como los himnos

porque ante ti callan las rosas y la canción

CUARTO DE LOS ESPEJOS

En esta media noche
con rejas de aire
se ajitan las manos
Donde estará la puerta? Dónde estará la puerta?
y siempre nos damos de bruces
Con los espejos de la vida
Con los espejos de la muerte

ETERNA Juventud Vejez ETERNA

Ser siempre el mismo espejo que le damos la vuelta
se ajitan las manos amarillas
y se pierden las otras manos
y en este todo-nada de espejos
ser de MADERA
y sentir en lo negro
HACHAZOS DE TIEMPO

ALDEANITA

Aldeanita de seda

ataré mi corazón
como una cinta a tus trenzas

Por que en una mañanita de cartón

(a este bueno aventurero de emociones)

Le diste el vaso de agua de tu cuerpo
y los dos reales de tus ojos nuevos

OBSEQUIO

Cambiaría un tapiz antiguo
que trae

una cesta de sonrisas
con rosas despreocupadas
y paisajes suspendidos del dedo meñique

con ríos bondadosos y cielos palpables

de tus cabellos saldrá agua dulce
y habrá voces de color en la luna

Por sembrar un beso
bajo la alta palmera de una frase tuya
bella

JARDINERA DE MI BESO

COMPAÑERA

Tus dedos sí que sabían peinarse como nadie lo hizo
mejor que los peluqueros expertos de los trasatlánticos
ah y tus sonrisas maravillosas sombrillas para el calor
tu que llevas prendido un cine en la mejilla

… que pena
la lluvia cae desigual como tu nombre.