Poetas

Poesía de Chile

Poemas de Carlos Cociña

Carlos Cociña (Concepción, 12 de noviembre de 1950) es un poeta y editor chileno.

De Tres canciones

Se acerca el tren;
sus luces van sobre las lomas.
No son los carros del tren,
es un gran gallinero extendido sobre los árboles
del cerro.
Ese tren va a las tierras cardinales.
En sus ventanas iluminadas se refleja
el gran transatlántico,
entre los valles de maíz, encendido
entre los insectos que vibran en vuelo.

***

Como una cadena de montañas que nace en el
mar del sur
y se despeña hasta las aguas antárticas,
la cruz de los andes atraviesa la selva
y los valles
con el ruido de las nieves y las mareas del oeste.
Como una cadena de montañas,
de sur a norte, que
se eleva hasta la bóveda de la cruz
de las estrellas,
la cordillera sostiene el mar que se va sobre
la pampa
como una única ola.
La montaña de los andes se estrella en el cielo
cubierto de sales marinas.

VERSIÓN 31

Un ramillete de neuronas genera la percepción de lo que vemos. Las cosas y los objetos no son una imagen que se proyecta en la cabeza, son una detonación de neuronas en el cerebro. Las cosas y los objetos están por ahí, sin destellos.

DE OTRA MANERA 31.1

El hacer y la práctica reanima el tracto de materia blanca y de la oscura, se llenan de humedales en los que anidan nuevos revuelos. Tareas de fluidez que se extienden al expandirse las arquitecturas fluviales que destilan información neta.

12C

Con la fuerza de la luz en los vidrios, la imaginación se ubica
en territorios cercanos a valles inexistentes. Las aguas, en sus
múltiples estados cercan las montañas, los ríos y el mar
y hacen de las extensiones un espacio apenas vislumbrado.
Como islas donde ha desaparecido todo vestigio de uno de los
colores primarios, la inexactitud de las referencias afecta
cada paso. Frente al mar se elevan a baja altura algunos pájaros
que no alteran en nada el paisaje percibido sólo con algunos
de los sentidos más evidentes. De las escalas musicales
conocidas, sólo una es la existente y aunque se escuchen otras,
su identificación es negada por el solo nombre de los valles
interiores.

2c

Dentro de sí ves el aire que inspira y la vibración de éste
cuando entra alternativamente, sin orden, por las fosas nasales
o la cavidad bucal y adquiere una presencia tan nítida
que la voz retrocede, aún conservando su mayor intensidad.
La respiración, el aire que se acoge en el cuerpo y luego retorna, tiene la forma sonora de una única presencia. Ya no escuchas,
estás inmóvil en el aire y eres la respiración que escucha
cómo otro oye las palabras que se forman en la voz.

Con los dedos cierro el párpado

Desde lo negro a lo blanco
cambian los matices
os objetos
la piel
la boca
las manos
y puedo
y miro el ojo.

El ojo en su agua se retrae,
entre las paredes.

De Aguas servidas

El primer fragmento
(emisión oral primera)
“Estructura de la mirada”
(Fragmento)

Entre todo,
la mano busca la piel
la piedra
el agua y la tierra.

Por la palma se deshacen los contornos.

El tacto desordena la textura
y por poner la voz
se desentraña la forma del agua.

La tengo en las manos.
La amaso en las manos.