Poetas

Poesía de Estados Unidos

Poemas de Barbara Guest

Barbara Guest, nacida Barbara Ann Pinson (Wilmington, Carolina del Norte, 6 de septiembre de 1920 – Berkeley, California, 15 de febrero de 2006) fue una poeta y escritora estadounidense, miembro de la primera generación de la Escuela de Nueva York.

Toldos verdes

Leander llegó con una cesta llena de peonías.
Se llevaba a la boca uvas recién recolectadas en la vieja
cabaña donde se quedaba entonces, sobre cuya puerta
colgaban los viñedos. Vivía a base de uvas, como entrenando
sus músculos para una escalada solitaria. Algunos días la torre
parecía más alta y él sentía una pequeña punzada azul
en su brazo.

Ella cosía una garza blanca en su vestido.
Cada día llegaban mensajes de su padre, pero
decidía ignorarlos, prefería pensar en las pálidas
patas de su pájaro otoñal.

Colocaba agua en una jarra y anhelaba las flores.

Eran las tres y media, el sol mediterráneo
se sostenía en la habitación. Cuánto había deseado
bañarse en el río. Qué ridículo ser prisionera
cuando se es tan joven como ella se sabía al contemplarse
en el espejo. Era tan formal como sus padres
y cada noche preparaba su cuerpo. Conservaba la esperanza
y rezaba a las estrellas, quienes la estimaban.

Se aproximó a la ventana.

Para jugar se precisa compañía, decidió él, y se sentó en la hierba.
Había fingido que el árbol era el escudo de su amigo, Catylus,
y agotó sobre él sus flechas. El murmullo del río lo instaba
a perfeccionar su estilo. Flotando después de espaldas,
mirando arriba hacia la torre, advirtió un brazo que tiraba
de la correa de un toldo. La sorpresa llegó cuando
la verde lona, al descorrerse, anunció el pelo de una chica.

Paracaídas, mi amor, podrían llevarnos más alto

Acabo de decir que no sabía
Y ahora estás tomándome
En tus brazos,
Qué amable.

Paracaídas, mi amor, podrían llevarnos más alto.
No obstante alrededor de la red estoy flotando
Pálidos y rosas, pescado azules, son atrapados en ella.
Son hermosos, Pero no sirven para comer.

Paracaídas, mi amor, podrían llevarnos más alto.
Como este medio vuelo en que temblamos,
Habiendo ejercitado nuestros brazos nadando,
Ahora la suspensión, dices,
Es exquisita. No lo sé.
Hay coral bajo la superficie,
Hay arena, y unas bayas crecen como granadas.
Esta red amplia, estoy manteniéndome a flote
Cerca de ella, se elevan burbujas y sal
Secándose en mis pestañas, no obstante no estoy más cerca
Del Aire que del agua.
Estoy más cerca de ti
Que la tierra y estoy en un océano más extraño
De lo que hubiese deseado.

Dirección

Abandonemos nuestros viajes
y tan fácil sea pasear por aquí como
lo foráneo de estas hojas
los silencios intraducibles, los ecos
de una torre, arduos vientos,
también aquí gobiernan nuestras barcas.

Amiga de la hora estática
llevo tu mano hasta las esquinas.

¿Acaso con nuestra maña no perdimos
elementos importantes
del equipaje al actuar en hoteles
solitarios? Las costas son crueles
en invierno la arena un erial
llanto para mi lengua la arena es como
mi corazón que enterré dentro
ahora hay una postura que ahí queda
para que la reconozcas. Tan solo tengo
dos corazones, y a éste, al huérfano,
lo necesito aquí en casa que es
la Escandinavia de todas las Rusias.

La luz no está ociosa, está llena de raudos
cambios que podemos llamar viajes
si queremos, mientras se traslada de una habitación a otra.
Qué representativo de nosotros es este tiempo que hace,
tan amable que ha cruzado las aguas
para alcanzarnos, su tocar cierto lado
de la piel cuando abrimos la ventana.

Nuestros ojos visionan monumentos
constantemente, la hosca escultura
de la fachada es también un viaje
al centro donde la roca no está labrada.
La escalada prueba nuestra resistencia, nuestros moratones
son tantas ciudades, la sangre que derramamos
es nuestra, así que sostengo que no podemos pertenecer
a ninguna otra parte, aquí está el contador
de nuestras heridas y nuestras delicadezas.

En nuestro propio suelo que es una excavación
desolada como el lugar cuyo nombre
nunca habremos de pronunciar.

Direction

Let us give up our trips
to pace to and fro here as easily
the foreignness of these leaves
the untranslatable silences, the echoes
of a tower, difficult winds,
as well here sail our barges.

Friend of the static hour
I take your hand across the borders.

Haven’t we with our skills
lost important elements
of our luggage performing in lonely
hotels? The seacoasts are cruel
in winter the sand is a waste
cry to my tongue the sand it is like
my heart which I have buried in it
now there is a posture lying there
you can recognize it. I have only
two hearts, I need this orphaned
one here at home which is
the Scandinavia of all Russias.

The light is not idle, it is full of rapid
changes we can call voyages
if we like, moving from room to room.
How representative of us this thoughtful
weather that has traveled the water
to reach us, the touch of a certain side
of the skin when we open the window.

Our eyes are viewing monuments
constantly, the angry sculpture
of the façade it is also a journey
to the center where the rock is uncut.
Climbing it tests our strength, our bruises
are so many cities, the blood we shed
is ours, so I say we can belong
nowhere else, here is the counter
of our wounds and our delicacies.

On our own soil that is an excavation
desolate as the place whose name
we must never pronounce.

UN ÉNFASIS INCIDE EN LA REALIDAD

Campos de nubes se tornan mobiliario
mobiliario metamorfiza en campos
un énfasis incide en la realidad.

“Nevó hacia el amanecer”, una barcarola
que las palabras estiraron con rigor

siluetas que alcanzaron por su nítido perfil
el rostro de lirios…

Ansiaba un realismo limpio.

Anhelaba que la salida del sol se revisara
como aparición, mayestático su poder evocativo,
dos fuentes dibujábanse cercanas en un prado…

Recuerdas tratamientos
de “ser” y “nada”
iluminaciones capaces
de surgir de cambiantes direcciones–
son disciplinadas como motoras
flotando en el canal,
pues el silencio es pictórico
cuando el silencio es real.

La pared es más real que la sombra
o esa letra compuesta de caligrafía
cada vocal equivale a una pared

un vestido que el espacio otorga
un regalo de las paredes…

Estas metáforas pueden asimilarse una vez
hayan producido sus perros y gatos
nacidos en caminos junto a sauces,

los sauces no son árboles reales
nos enredan en su vaguedad
el mundo natural se despliega en verdor.

Una columna escogida a lo lejos
se alza al cielo mientras la fuente
es clásica…

destruirán la fuente turbada
en cuanto penetra en la modernidad y es rara…

La idealización necesaria de tu realidad
forma parte de la búsqueda, el viaje
en que dos figuras se abrazan

Esta casa diseñada para ellos
parece una casa real
quizá se trasladen hoy

hasta alcanzar un atardecer efímero y
salgan y vuelvan a entrar a la noche
una noche selectiva de árboles,

Las oscurecidas copias de todos los árboles.