Poetas

Poesía de Argentina

Poemas de Aledo Meloni

Aledo Luis Meloni, destacado poeta y docente argentino, nació el 1 de agosto de 1912 en Estación María Lucila, provincia de Buenos Aires, Argentina. Sus padres eran inmigrantes italianos que llegaron al país en 1908. A lo largo de su vida, se convirtió en uno de los principales exponentes literarios de la Provincia del Chaco, donde radicó desde 1937.

La carrera de Meloni como docente comenzó cuando el Consejo Nacional de Educación lo designó para dirigir una escuela rural en el departamento Doce de Octubre, a 17 kilómetros de General Pinedo. Al año siguiente, inauguró otra escuela rural en Colonia San Antonio, a 5 km de allí, siendo esta la primera colonia de alemanes del Volga fundada en la provincia. En 1956, se trasladó a Resistencia, donde residió hasta su fallecimiento en 2016, para ocupar la secretaría técnica de la Inspección de Escuelas Nacionales. Se jubiló en 1963, pero continuó trabajando en la Biblioteca Popular Herrera de esa ciudad. Además, colaboró en los periódicos El Territorio y Norte.

La obra poética de Aledo Meloni se caracterizó por el uso de coplas que describían de manera austera el entorno de la zona occidental del Chaco. Sus poemas llegaron a formar parte de las lecturas obligatorias en el nivel educativo de la provincia. A lo largo de su trayectoria, recibió diversos premios por sus poesías, entre ellos el Caballero de la Orden de Mérito de Italia en 1982 y el Premio Santa Clara de Asís en 1990. Además, en reconocimiento a su destacada labor en la zona, recibió el título de Doctor Honoris Causa por parte de la Universidad Nacional del Nordeste el 24 de mayo de 2006.

El legado de Aledo Meloni también se ve reflejado en homenajes que se realizaron en su honor. En General Pinedo, se bautizaron un complejo recreativo y cultural con su nombre, así como una escuela en Fontana. También, una biblioteca en la escuela secundaria técnica EET N24 Simon de Iriondo lleva su nombre.

Con su poesía y su dedicación a la educación, Aledo Luis Meloni dejó una huella imborrable en la literatura chaqueña y en la comunidad educativa de la Provincia del Chaco. Su legado continúa inspirando a generaciones y su obra perdura como una expresión auténtica y representativa de la región.

MAÑANA DE NOVIEMBRE

Mañana
de noviembre en el oeste.

Como a un diapasón gigante
el fragor de las chicharras
hacía vibrar el monte.

El viento norte bramaba.

Todo el territorio ardía
en una inmensa fogata.

Muy lejos, alucinado,
un crespín se desangraba.

Mañana
de noviembre en la memoria
y en la añoranza.

Mi corazón aquel día
cómo olvidarlo,
era también una brasa.

Divina ceguera

De los amores del hombre,
ninguno como el primero;
andar de asombro en asombro,
casi sin tocar el suelo.

Llevar en el alma todo
el azúcar de un Ingenio;
y no imaginar siquiera,
y no imaginar ni en sueño
que pueda haber un engaño,
que pueda existir el tedio;
creer que toda la vida
es así; un deslumbramiento.

Por su divina ceguera,
por ser tan niño, tan crédulo,
de los amores del hombre
ninguno como el primero.

Coplas de ayer

Riqueza y trabajo el monte
reparte como a destajo:
para el gringo la riqueza
y para el criollo el trabajo.

Antigua copla del norte
que alguien cantó alguna vez,
cuando era La Forestal
coto feudal del inglés.

Hermandad

En el reparto del pan
nuestros hermanos, los grandes,
se reservaron la hartura
y nos dejaron el hambre.

En el reparto final
nuestros hermanos, los fuertes,
se reservaron la vida
y nos dejaron la muerte.

Si alguno se queja es sólo
por el gusto de quejarse,
que el reparto ha sido justo
y la hermandad, admirable.

Pueblo

Cuatro calles polvorientas,
y un puñadito de casas,
bajo la cúpula verde
de algarrobos y catalpas.

Una iglesia, casi en ruinas,
santificando la plaza.
En la plaza, algunas tipas,
y en las tipas, las cigarras

echando a rodar los ríos
estivales de sus flautas…
Para la dicha es muy poco,
y con ser tan poco, basta.

DISTANCIA

En la polvareda verde
Del monte, al sol, galopando,
Desde mi escuela a tu escuela
Hay una legua de canto.

Si lo sabremos
Yo y mi caballo…

Y en la polvareda oscura
De la noche, paso a paso,
Hay de tu escuela a mi escuela
Diez leguas de sobresalto.

Si lo sabremos
Yo y mi caballo…