Olvido
Me pregunto,
¿A qué sabe el olvido?
Sabe a descuido, abandono,
a extravío
A una terrible tristeza
A ese penoso egoísmo
A miradas sin sentido
A mis manos sin las tuyas
A tu cuerpo sin el mío
¿A qué sabe el olvido?
Sabe a cruel indiferencia
A vanidad, a soberbia,
a desamor, a indolencia
A unos labios sin besos,
a una noche sin mañana,
a una cama vacía
¿A qué sabe el olvido?
Sabe a silencio, a condena
A unos años perdidos
A historias sin desenlace
A palabras en el viento
A un corazón abierto
A recuerdos, y a mentiras
En tus brazos
Me derrumbo en tus brazos,
en donde vivo,
y sobrevivo
Me sumerjo en lo profundo de tus labios,
y de tus besos encadenados
Respiro el perfume de tu pelo
Camino laberintos de tu cuerpo
No conozco otro camino,
no lo necesito
Resisto los embates de mis miedos
Y me derrumbo en tus brazos
Y solo con Dios de testigo,
me levanto y resucito
Me aprisionas en tus manos,
y me bebo tu mirada,
y así me muero en tus ojos
Me derrumbo en tus sentidos
Me sumerjo entre tus brazos,
me enamoro