Ulises va leyendo con atención cada uno de los documentos:
Para la verdadera igualdad entre hombres y mujeres falta un gran camino por recorrer, aún en estos albores del siglo XXIII. El patriarcado insiste en reforzar y legitimar paradigmas de belleza muy diferentes para unos y para otras, e increíblemente las revistas de modas, casi todas a cargo de colegas féminas, se suman a esas propuestas sexistas. Es hora de que tomen conciencia de su responsabilidad cultural y social, del decisivo papel que juegan en nuestra lucha permanente por la homogeneidad sexual, única vía de conseguir de una vez y para siempre, que todos y todas disfrutemos de los mismos derechos… (ininteligible)…la moda unisexual, exigida por las vanguardias feministas…
Anónimo. Tomado de: Segmento de página, sin referencia editorial.
Papel. 3001. Conservado en el Museo de la Antigüedad de Bélgica.
La moda unisexual pretende que los hombres usen vestuario masculino y femenino indistintamente, así como hemos hecho las mujeres por siglos. Pero esto nunca sucederá porque ellos siguen creyéndose superiores a nosotras.
Hay ciertos ídolos masculinos de la TV, sobre todo cantantes de música popular, que siguen apareciendo muchas más veces vestidos de hombre que de mujer y nadie les pone coto. No creo que todos los que aluden inconvenientes ortopédicos para usar tacones altos sean sinceros. Tampoco que la incomodidad sea el verdadero motivo para resistirse a una simple minifalda ajustada, unos aretes grandes o al maquillaje. Para colmo cada vez son más las mujeres que parecen haberse olvidado que la apariencia femenina existe.
Detrás de todo esto lo que se esconde es el menosprecio por un género históricamente devaluado. La estrategia de conseguir nuestros derechos a partir de parecernos los de un sexo y otro, al menos yo, la considero equivocada. Si encima de eso no se crean reglas, si los hombres se resisten impunemente a abandonar sus roles, no nos queda otra que hacer lo mismo. De lo contrario, en breve, todas y todos pareceremos hombres permanentemente. ¿No se han percatado de eso? A partir de hoy me vestiré de mujer siempre, y nada de medias tintas, a lo Melisa Baby.
Anónimo. Grabación digital. Sólo audio. Archivos de la Biblioteca de
la Moda en Madrid. 3261 (No se han encontrado datos sobre quien
podría ser Melisa Baby)
En este Día Mundial por la Uniformidad de Género, proponemos despojar definitivamente el vestuario de todo vestigio diferenciador. La verdadera ropa unisexual es aquella que sea imposible clasificar como de un género u otro.
Existen sobrados diseños, bien sugerentes y novedosos, que demuestran lo superfluo de tipificar una prenda de este modo.
Declaración de Montreal. Congreso Internacional por la
Uniformidad. Clásicos. 3299.
Mujeres y hombres ya somos prácticamente iguales, y eso se lo debemos a las SHUA (Suprahormonas de Unificación Andróginas) gracias a las cuales ya no existe diferencias en huesos, musculatura, óvalo facial, gravedad de la voz, vellosidades, ni elemento anatómico alguno para distinguir entre un humano femenino y uno masculino, a no ser que muestre sus órganos reproductivos.
Quienes cuestionan a las SHUA, por no poder evitar que a las mujeres les crezcan las tetillas durante la lactancia, no se percatan de la complejidad del asunto. Poseer senos abultados de modo permanente era una característica sólo humana, por demás innecesaria, pero esta dilatación ocasional para amamantar, ocurre incluso en animales y precisa de soluciones que sobrepasan el simple tema cosmético. A quienes atacan, les invito a fijarse mejor en cuanto falta por hacer en el terreno subjetivo.
Diane Green RTWS President. En defensa de las Suprahormonas.
XVI Congreso Mundial de Sexualidad. Noruega. 4025
La Afrodita-7, creada a mediados del siglo XLIV, fue la más revolucionaria suprahormona reconstructora de su época, capaz de transformar los órganos genitales femenino y masculino, de modo que tuviesen la misma apariencia sin afectar sus funciones. Aplicada eficientemente durante varias generaciones, se incorporó a la genética natural, convirtiéndose, tal y como estaba previsto, en una característica hereditaria.
Revista Avances. Argentina. 5102
Aunque popularmente se tienda a dudarlo, originalmente el pene de las mujeres se llamaba clítoris y era más pequeño que el de los hombres. Es una afirmación en la que mis camaradas feministas suelen ver intenciones discriminatorias, pero se trata de datos científicos y deben ser tenidos en cuenta. La ciencia médica debe diferenciar el clítoris del pene porque no cumplen la misma misión. Se dice que la expresión “pene estéril” es discriminatoria, sin tener en cuenta que a la cavidad del hombre le llamamos “vagina estéril” y en su caso no hay ninguna otra denominación académica a la que podamos acudir.
El hombre antiguo y esto podría considerarse más ofensivo, no poseía siquiera una vagina mínima, debajo del pene nada más tenía testículos. Si no fuera por los beneficios que la ciencia médica otorgó a nuestra especie, ningún hombre podría satisfacer del todo a una mujer moderna a menos que acudiesen al coito anal.
J.L Blyton. Exercising The Approach. Publicación periódica. 5272
Todos los días y a cada hora, se violan los derechos de las personas a no revelar públicamente el sexo al que pertenecen. De nada sirven leyes como la de prohibir este dato en documentos, si por otro lado se les siguen practicando las pruebas de sexo a los niños al nacer, sólo para que los padres sepan si ponerle nombre femenino o masculino. Ninguna persona debería ser evaluada por su sexo y esto es aplicable a la opción de llevar un determinado nombre o no.
Es hora de superar semejante práctica y la mejor manera de lograrlo consiste en no ofrecer pruebas de sexo a menores de diez años como mínimo. Esto provocará que llamarse Juana o Juan sea una mera cuestión de gusto y no devele ningún dato personal.
Montilla, Juliana A. La Voz del Mundo. Boletín Digital Alternativo. Febrero, 5370
Ana abandona a Gustavo por Jorge. Gustavo ciego de ira rumia su venganza hasta que decide lo que cualquier amante despechado. Va a ver a Jorge y alevosamente lo enamora. Su intención es que deje a Ana por él, sólo para demostrarle a ella y luego reírse de ambos. Sin embargo, descubre un Jorge que desconocía, queda prendado de él. Luisa, aun cuando también ama a Jorge no puede olvidarse de Gustavo y por un tiempo se ponen los cuernos, todos entre sí. Ana descubre a sus dos amores en una escena carnal. Insultos, separación, tristeza. Luego comprenden que en verdad se aman los tres y terminan en feliz poliamoría conyugal. En un hermoso monólogo final, Gustavo termina dando gracias al destino por la aparición de Jorge, quien además resulta ser la única mujer de los tres y ya trae en su vientre un primer hijo. Gustavo no sabe si el padre será él o será Ana pero tampoco desean averiguarlo.
Argumento de obra cinematográfica conservada en los Archivos de la Cinemateca de Lima. Guión y Dirección: Gonzalo Silvia Fuentes © 5541
La costumbre de utilizar él o ella atendiendo al nombre de la persona y no a su sexo biológico es una práctica lógica pero no una regla gramatical. Cada persona debe ser designada según el género de su agrado con independencia del nombre que le fue dado al nacer y de su sexo biológico, aunque no estemos aún acostumbrados a ello y aunque a algunos y algunas les resulte indiferente. Si quien va a decir la frase desconoce la predilección de aquella persona a la que se refiriere, puede optar por un género u otro a su elección. Con preferencia al femenino ya que así combatimos la tendencia a lo contrario. La Real Academia de la Lengua Española ya no exige concordancia de género para referirnos a humanos y esto incluye a los heterónimos, como el caso yerno-nuera. Cabe decir: “querida yerno” o “mi nuera es delgado”. No así cuando se trata de animales o cosas, que continuarán manteniendo su género gramatical.
Notas sobre el idioma. Sección de revista digital “En Familia”. Costa
Rica. 5557
Orientaciones sexuales: término utilizado antes de la era andrógina para referirse a la predilección carnal por uno de los sexos. Hoy escapa de la comprensión de la mayoría de los individuos por falta de vivencias. En la actualidad para conocer la orientación sexual de una persona sería necesario que observe imágenes de los antiguos, algo solamente permitido a especialistas. Se define a partir de la motivación por acariciar a los de un tipo, a los de otro, o a ambos, y que se manifiesta de un modo inusualmente intenso sin causas explicables. Tales arrebatos provocan erección involuntaria del pene, tanto en hombres como en mujeres, sin acudir al tacto, pero sintiendo una gran necesidad de hacerlo hasta provocarse un orgasmo. Dado que esta marcada predilección no ocurre con individuos vivos, las orientaciones sexuales carecen de significado práctico.
Travesti: Polémico término referido al vestuario y a los atavíos que tal vez ha sufrido modificaciones semánticas con el tiempo. Se refiere a personas que insisten en tipificarse como de un sexo determinado aún cuando no logren si quiera imaginar un modo de lograrlo.
Transexual: Término igualmente ancestral cuyo equivalente actual sería los hombres que sufren por no poder gestar en su vientre o las mujeres que no se sienten identificadas con esta función. Suele considerarse erradamente un capricho, pero ocasiona grandes sufrimientos a quienes lo padecen, aún cuando no sepan dilucidar por qué el tema les resulta tan vital y decide tanto en su ánimo. Ciertos investigadores se lo explican como la permanencia de una atávica identidad de género que no encuentra otro modo de expresarse.
Las mujeres transexuales optan por practicarse una esterilización y asumirse como hombres, aunque sin posibilidad de ser padres. Para un transexual masculino no existe solución alguna hasta el momento
De las Mercedes, Miriam. Historia y sexualidad. Glosario. Ediciones “Generación Centuria”. 5492
La ciencia médica moderna tiene un gran reto que vencer a favor de la igualdad. Garantizarle a toda persona su derecho a parir si así lo desea y de este modo y además, asegurar que toda pareja esté en posibilidad de concebir hijos sin importar a qué sexo pertenezcan sus miembros.
Conel, Oronaldo. Alegatos. 5499
La vida en verdad depende de lo femenino, de sus posibilidades para gestarse y reproducirse, el requerimiento de dos progenitores aparece en las especies meióticas por la necesidad de intercambio genético, de alguien más que aporte su propia peculiaridad, de modo que el nuevo individuo no sea una réplica genéticamente exacta de su madre, condición indispensable para la evolución.
Esta función de simples portadores de genes no debe haberle parecido a la naturaleza suficiente ocupación para el macho y tal vez por eso les otorgó otras funciones como proteger a las hembras y a la cría.
El ser humano, sin embargo, ha superado considerablemente estas etapas primitivas y es tiempo de analizar si amerita mantener el sexo masculino o se puede encontrar otra manera de solucionar la genética. La existencia de este sexo deja sin posibilidad de parir a casi la mitad de las personas.
Lovelace, Anne. Monthly Bulletin of the CRF. 5618
El Centro Internacional de Genética tiene prácticamente lista la tan esperada criatura sólo pene, cuya estura no sobrepasa los veinte centímetros (del borde inferior de los testículos al glande). Apta para garantizar el intercambio genético sin necesidad de hombres y carente de toda inteligencia. Cuenta con un cerebro mínimo indispensable para mantener sus funciones vitales. No tiene extremidad alguna y se alimenta por vía intravenosa, algo que la hace absolutamente dependiente de su propietaria.
Evitando la utilización de palabras obscenas para referirse a él en el habla popular, la Academia de la Lengua Española estudió la solución de un término lo suficientemente grácil y al mismo tiempo portador de una semántica lógica. Para ello buscó entre vocablos antiguos ya en desuso que no hirieran sensibilidades, y finalmente se eligió Pingolo. Versión infantilizada de Pinga, la célebre palabra escrita en el trozo de concreto milenario encontrado en Cuba con el dibujo fálico más antiguo que conserve la humanidad.
Después de las necesarias deliberaciones y ser presentadas las pruebas pertinentes la Asociación Mundial de Protección de Animales aprobó que al Pingolo no se le reconozca como mascota ni animal en leyes ni campañas, ya que carece de capacidades para padecer o interpretar su entorno. Por lo cual se le considerará utensilio.
Hoy por hoy ser hombre sólo significa imposibilidad de parir, mientras que una mujer puede elegir si hacerlo o no, y hasta acudir a la esterilización permanente si es de su agrado. Se supone que pocos padres deseen para sus hijos características desventajosas por lo que el proyecto es acompañado, además, por un nuevo tratamiento para aquellas embarazadas por la vía tradicional que deseen asegurarse hijas hembras, siempre con un acta de conformidad de su cónyuge.
Las mujeres fecundadas con pingolos siempre tendrán descendencia femenina, pues el utensilio se creó atendiendo a este beneficio, sus genes son de calidad garantizada y se estudia la conveniencia de que la interesada pueda elegir las características que desea para su descendencia.
(Tomado de la Revista: Primicias, No 18 de 6001, pp. 14. Madrid)
Por cuanto: resulta incómodo decir “ellos y ellas” cuando intentamos expresar “todos” en castellano (Estomatólogos y estomatólogas, para todo los que practican esta profesión, iberoamericanos e iberoamericanas para todos los habitantes de esta área del planeta, o etc.)
Por cuanto: Cambiar el genérico tendría serias implicaciones semánticas en casi todos los sustantivos y adjetivos del idioma.
Por cuanto: El genérico era originalmente incoloro y devino masculino por apropiación y la intención de asumir la hembra como una especificidad.
Por cuanto: La atribución del género es arbitraria para los entes no sexuados y para aquellos en los que la distinción macho-hembra no tiene relevancia.
Por cuanto: nuestra especie actualmente sólo cuenta con un sexo.
El Consejo de la RAE acuerda:
1.- A partir de este momento la palabra Mujer cambia su género, por lo que se dirá: El Mujer.
2.- Mujer pasa a ser el genérico de humano.
Disposiciones R. A. E. Versión Popular.6234
La tendencia cada vez más generalizada de preferir el pingolo antes que a un amante, denota una fuerte tendencia a evadir compromisos y a evitarse ser evaluados. Un pingolo no exige ni tiene opinión.
Paradójicamente no pocos creen que su pingolo los reconoce y hasta que tiene demostraciones de afecto. Algo que no pasa de ser una ridícula fantasía aún en el caso de que este cuente con ojos y oídos.
Se aclara a las productoras regionales que se tomarán muy severas medidas con quienes por aumentar sus ventas otorguen a los pingolos capacidades extras.
El Oficial. Emisión Vespertina, 4 de enero. 6307
La Sociedad Mundial de Protección de Animales protesta enérgicamente contra el sacrificio de pingolos dotados de oído y visión, los cuales no son culpables de la irresponsabilidad de sus creadores. “De repetirse tamaña masacre” aclaró su presidente “nos veremos obligados a considerar animales a todos los pingolos sin distinción, con las consecuencia que esta medida pueda ocasionar”.
Boletín Internacional de la SMPA. Página Editorial. Diciembre 6308
Una gran manifestación por el derecho de los pingolos a contar con los cinco sentidos tuvo hoy lugar frente al Parlamento suizo. Es la décima de su tipo en lo que va de semana en el mundo. Carteles como: “Quien niegue el derecho a ver debería quedar ciego” y “Mi pingolo quiere hablar” fueron enarbolados por los manifestantes, acompañados todos de la defendida criatura. Analistas aseguran que Suiza será el próximo país en incorporarse al Tratado de Libre Evolución para los Pingolos.
El Oficial. Emisión matutina, 3 de septiembre. 6309
El robot Adán está aportando sumas millonarias a sus creadores, su apariencia está inspirada en prototipos masculinos antiguos, desclasificados recientemente y que causaran furor en el público general. Ha sido previsto para combinar perfectamente con el pingolo, que se instala en su pelvis. Podrá adquirirse en las mismas tiendas que estos y estará disponible en nuestro país a partir del mes próximo.
Para satisfacción de aquellos mujeres que prefieren un modelo femenino, ya se prevé la salida de la versión Eva.
El Caribeño. Periódico Informal. La Habana, abril. 6812
Pretender lucir como Adán o como Eva es consecuencia lógica de la aparición de dichos robots. Hay quienes pretenden minimizar el fenómeno como si se tratara solamente de que los llamados travestis puedan por fin tipificarse en género, pero no es un simple asunto de travestis, a menos que casi toda la juventud lo sea…
Fuente sin clasificar. —
Es un verdadero oprobio el artículo aparecido hoy en la prensa nacional, con la sugerencia de que los robots Adán sean dotados de inteligencia artificial para poder interactuar con ellos. Este sería el más grave error jamás concebido en la historia del Mujer…
Insuficiente información para crear referencia.
…Resulta que ahora quienes se tipifican como hombres despiertan más interés amoroso que los demás por resultar escasos. ¡¿Es que hasta después de desaparecidos los hombres nos van a seguir jodiendo?!
Error…
Ulises desalentado ve aparecer ese letrerito que odia.
“Imposible continuar. Agregue más datos e inténtelo de nuevo”.
—¡El recontracoñísimo de tu madre! —masculla.
Tres horas perdidas en un cuarto cerrado, con un carnaval alborozando a dos pisos de distancia y ese olor a manjar de dioses inundando la casa.
—¿Resultó la simulación? —le pregunta la esposa al verlo aparecer en la sala con cara de bolero antiguo. Él niega con la cabeza, suspira y va a abrazarla mimoso como pidiendo consuelo.
—Yo te dije que no te hicieras muchas ilusiones —dice ella maternal y con besitos—, en esos temas psicosociales no creo que una máquina pueda ser buena en hipótesis. Lo que tú eres caprichoso.
—Es que nada más usé feminismo radical de principios de siglo. Mañana lo intento de nuevo. ¿Qué base de datos tiene puesta el programa?
—La de la UCI.
—Me lo imaginaba —sonríe—. ¡Pingolo! Luego dicen que antes no éramos serios. Ni en la época de mi abuelo eran tan jodedores allí.
Por el balcón se ve una carroza, más bien la cresta, con una mulata voluptuosa relamiéndose de conga, se agita, provoca, dibuja sus perfil risueña, lanza serpentinas. En realidad es un mulato, Yoyi. Ulises lo conoce, son vecinos del barrio. “¡Qué lástima!”, se dice para sí. “¡Qué lástima que a la Yoyi no le gusten los hombres!”.
Su mujer ha ido a supervisar algo a la cocina y él va tras ella.
—¡Qué rico te está quedando eso!
—Es Rafael.
—¿Lo cocinaste?
Ella ríe.
—Tú sabes que yo a él prefiero comérmelo crudo. Le va a encantar que le elogies el plato.
—¿Dónde está?
—Bañándose.
Ulises va a saludarlo. A Rafael le gusta bañarse con la puerta abierta y hoy puede hacerlo, los muchachos andan para casa de la abuela. Cuando Ulises lo ve ya se está secando.
—¿Y tú llegas y ni saludas?
—Tu mujer no me dejó interrumpirte —le da un beso en la mejilla—. Mira a ver si te afeitas que estás que pinchas.
A Ulises, como a Yoyi, tampoco le gustan los hombres, pero la desnudez de Rafael le resulta un espectáculo agradable. Hasta ha pensado que le encantaría verlo con su esposa, lo que a Rafael, a diferencia de Yoyi sí le gustan los hombres, muy en particular el propio Ulises y es bastante salidito del plato. Mejor no darle cuerda.
Ahora mismo le sonríe con picardía y en tono que pudiera parecer jocoso le pregunta.
—¿Quieres que te bañe?
—Deja, ya con que hayas cocinado basta. ¡Huele a gloria eso!
—¡Gracias! Tú también cocinas muy rico —se pone el calzoncillo con ese estudiado erotismo suyo que parece no intencionado.
Laura corre al balcón y avisa:
—¡La carroza del niño!
En el carnaval hay una carroza alusiva al suceso científico del año. Por primera vez se practicó el tratamiento para embarazo masculino con diez cubanos y ha sido un éxito. Los diez parieron. La carroza representa a un hombre acunando a un niño en brazos, que parece una virgen.
Ulises va con Laura mientras Rafael se pone un pantalón. Ella abraza al esposo, enternecida, mirando el espectáculo.
—¡Si lo hubieran inventado a tiempo para nosotros! —se lamenta— Nos habríamos repartido la tarea.
—¡Y yo que siempre quise!
—Todavía estamos a tiempo.
—No me cuquees que me embullo.
Rafael sale sin buscar camisa porque ya está celoso. Cuando oye a Ulises y a Laura decirse cosas como esas se siente excluido. Ellos lo miran y lo comprenden, ella lo abraza por el lado que le queda libre, para consolarlo.
—Deberían inventar poder tener niños entre tres —comenta Rafael.
—¡OK! —dice Ulises sonriendo— Pero en cualquier caso lo paro yo.