Cada quién tendrá su Feria y su propia lista. Ya se sabe: el Mito de la Objetividad ha muerto y no cabe pregonar de miradas neutrales o desinteresadas. Como el que más, y según los ojos de Isliada, haré un recuento de los diez acontecimientos más destacados de los días en que La Habana fue sede del evento internacional del libro en Cuba.
Por principio, eludiré los hechos obvios. Como que salieron a la palestra innumerables libros de escritores angolanos y otros tantos de cubanos que estuvieron enrolados en la campaña militar por tierras africanas, propulsados por el nombramiento de Angola como País Invitado de Honor. Aprovechándose de esa percha se colgaron muchas editoriales, investigadores y conferencistas para exponer el marco mayor del continente africano y, de paso, magnificar la influencia de África en el crisol étnico y cultural de Cuba (menciono que vi los Cuentos negros de Cuba de Lydia Cabrera en edición de Letras Cubanas).
Y otra contingencia por el estilo: la profusa presencia del poeta de los Versos Sencillos, traído a cuento por el 160 aniversario de su natalicio. Hubo desde un José Martí para niños con la reedición de La edad de oro hasta los muy doctos libros para desubicar a lectores maduros. (Ejemplifico con uno titulado La resiliencia en José Martí. Qué vaya usted a saber si era de un Martí ecólogo porque, al decir de Wikipedia, resiliencia es “la capacidad de los ecosistemas de absorber perturbaciones, sin alterar significativamente sus características de estructura y funcionalidad”. O trataba de sus cualidades psicológicas, pues la misma fuente agrega que es, también, “la capacidad de las personas para sobreponerse al dolor emocional de las tragedias y continuar con su proyecto de futuro”. O, incluso, si versaba sobre tema ingenieril y equiparada la resiliencia del Apóstol con “la cantidad de energía que puede devolver un material elástico sin absorberla”).
Ahora sí voy a los que me interesan… De entrada, esta Feria de 2013 marca “el año del despertar del interés por el e-book entre las autoridades del libro en la isla”(1). Aún tímidamente, pero ya se dio el tiro de salida con versiones digitales preparadas por editoriales cubanas de textos de Historia y Política, junto a algunas novelas, para ser puestas en la tienda virtual de la extranjera Ruth Casa Editorial.
Y es “el año en que la vista se atrevió a posarse en el damned Mercado”(2). Tal lo ilustran sendos Paneles ocurridos los días 17 y 18, bajo el todavía cauteloso apelativo “El mercado editorial: experiencias, ¿concesiones?, perspectivas. El circuito editorial internacional”, y la invitación a discurrir en las voces de aquellos autores del patio que han logrado colarse en la arena global.
Tras un par de décadas enterradas bajo lápidas peyorativas, 2013 luce como “el año en que las literaturas de género se levantaron de entre los muertos” (3). Vale esto para el policial, beneficiado seguramente por la dedicatoria de la Feria a Daniel Chavarría, el uruguayo Premio Nacional de Literatura de Cuba 2010 y autor de Viudas de sangre y Adiós muchachos. Y propulsado además por la visita de insignes autores extranjeros: el español Juan Madrid, el mexicano Paco Ignacio Taibo II, el argentino Vicente Battista, el angolano Pepetela y el italiano Carlo Lucarelli. (Remarco la aparición de un libro: El que a hierro mata. Apuntes sobre la literatura policial cubana, de Lorenzo Lunar).
Y vale también para la Ciencia Ficción, que ha visto aumentada su oferta de producto nacional con la aparición de Ciberficción de Raúl Aguiar, Hipernova de Vladimir Hernández, Sol Negro. La guerra sin ti de Michel Encinosa y Los condonautas de Yoss. Además, los fandoms tuvieron su hora de Panel y su momento estelar para e-zines y blogs (Korad, Estronia, Cuenta Regresiva) dentro del programa oficial de “Lecturas en la Red”. Y una presencia ilustre, la del alemán Dirk C. Fleck, quien acudió expresamente a La Habana para la salida de una edición cubana de su novela El proyecto Tahití.
Dejo para el lugar 6 la significación de esta Feria y 2013 como el “año que estampó la coronación cubana del Hombre que amaba a los perros”. Porque Leonardo Padura fue recompensado con la reedición de su novela así nombrada, con el lanzamiento de los ensayos de Un hombre, una isla, y con la entrega del Premio Nacional de Literatura 2012.
Para otro escritor nacional de renombre internacional, Pedro Juan Gutiérrez, este es el “año que fue profeta en su tierra” (7). Pues, tras suceder casi clandestinamente la publicación de El Rey de La Habana hace tres años, ahora su libro de 2002, Carne de perro, llega finalmente y con presentación oficial en Feria al lector cubano; al mismo tiempo que ve la luz una muestra de su poesía en el cuaderno Arrastrando hojas secas hacia la oscuridad.
Por la fecha en que cayó la noticia del Premio Goya de Mejor Película Extranjera otorgado a la película de Alejandro Brugués, Juan de los Muertos, se lanzaba en la Feria el guión escrito por Senel Paz para Fresa y Chocolate, el filme de Alea-Tabío estrenado veinte años atrás y nominado al Oscar en 1994. A la vez se presentaba una reedición de El lobo, el bosque y el hombre nuevo, relato del propio Senel que diera pie al libreto cinematográfico. Y en otro escenario se daba paso al lanzamiento de Sexo de cine, del narrador y ensayista Alberto Garrandés; y a Buscando a Caín (sobre la faceta de cronista cinematográfico de Guillermo Cabrera Infante), un volumen de Carlos Velazco y Elizabeth Mirabal. Así que podemos hablar del “año en que hubo reunión de cine y literatura” (8).
En el 9 coloco un hecho que me señaló el colega Leopoldo Luis: la Feria de 2013 ha sido “el año que menos puestos de venta de pollos y de otras chucherías comestibles y bebestibles sitiaron los puestos de libros”. Por lo cual resultaba mucho más fácil distinguir a los escritores en medio del público en general, más escaso este que en años anteriores.
Para finalizar, en el número 10, instalo un acontecimiento que para la mayoría tendrá modesta relevancia; pero en cambio, resulta de interés para Isliada y gente afín como la de Claustrofobias y Vercuba. Por primera vez, a estos “proyectos de autor” (léase: “por cuenta propia”) se les concedió un lugar y hora dentro del programa general del evento, para exhibir sus maneras de enfocar la promoción literaria.
De modo que a este 2013 se le podría considerar también “el año en que nacimos oficialmente”.