Zoloé y sus dos acólitas

Resumen del libro: "Zoloé y sus dos acólitas" de

El libro “Zoloé y sus dos acólitas” del Marqués de Sade, una figura icónica del libertinaje literario, nos introduce a los ambientes decadentes de las semanas anteriores a la unión entre Napoleón y Josefina. En esta obra, se despliegan los comportamientos privados de la Corte, sus intrigas y entretenimientos, mientras se perfila el escenario del reencuentro marital entre la Iglesia y el Estado moderno. Todo esto acontece en un contexto de agitación popular anti-bonapartista, ofreciendo una visión reveladora de la sociedad de la época.

El autor, Marqués de Sade, reconocido por su audaz exploración de los límites de la moralidad y la transgresión, nos presenta en esta obra una mirada cruda y provocativa de la sociedad francesa del siglo XVIII. Su estilo literario desafiante y su habilidad para desentrañar las complejidades de la psique humana hacen de esta novela una lectura fascinante y controvertida.

En “Zoloé y sus dos acólitas”, se nos muestra una amalgama de erotismo, política y crítica social, donde los personajes se ven inmersos en un torbellino de pasiones y deseos prohibidos. La narrativa, impregnada de un lenguaje vívido y evocador, transporta al lector a los salones de la aristocracia francesa, revelando sus más oscuros secretos y perversiones.

Aunque publicado de manera anónima en 1800, este texto ha sido atribuido desde sus inicios al Marqués de Sade, consolidándose como una pieza fundamental de su legado literario. Esta nueva traducción al castellano ofrece a los lectores una oportunidad única para adentrarse en la mente de uno de los escritores más polémicos y visionarios de la historia, explorando los límites del placer y la transgresión en una sociedad al borde del cambio.

Libro Impreso

EL AUTOR A DOS LIBREROS

—Buenos días, señor. ¿Habéis leído mi manuscrito? ¡Excelente! ¡Delicioso! ¿No es así?

—¿El manuscrito de quién, de qué? Señor, no entiendo.

—¡Diablos, esta broma es nueva! Me pedisteis, anteayer, tres días para leer mi Zoloé y vos…

—¡Demontre, señor, he tenido tiempo de sobra de leer vuestra creación! Tomad, aquí tenéis vuestro repertorio de sandeces; que el cielo os ayude…

—Señor, vuestro rostro me inspira confianza; no dudo de que en vos he dado con alguien que me hará olvidar los modos indecentes de uno de vuestros colegas.

—Quizá. ¿De qué se trata, en dos palabras? Sólo dispongo de un minuto.

—Esto, señor, es un manuscrito interesante. Le ruego que tenga a bien leerlo. En cuanto al precio que merece, para fijarlo me remito a vuestra generosidad. Sólo quiero estipular que se imprima cuanto antes.

—¡Que compre y que imprima un manuscrito! Si me dedicara a tales negocios, mi establecimiento se convertiría en seguida en una trivial caseta de feria. No, señor, no. No compro manuscritos; me los dan, me tomo mi tiempo para leerlos y, con mis correcciones y mejoras, a veces les concedo el honor de imprimirlos.

—Os agradezco, señor, vuestra franqueza; y respecto al honor de que habláis, me lo procuraré yo mismo, y así no estaré en deuda con nadie.

“Zoloé y sus dos acólitas” de Marqués de Sade

Marqués de Sade. De nombre DONATIEN ALPHONSE FRANÇOIS DE SADE, fue un escritor francés, autor de Justine o los infortunios de la virtud, Historia de Aline y Valcour y otras numerosas novelas, cuentos y piezas de teatro. También le son atribuidas Los 120 días de Sodoma, La filosofía en el tocador, La nueva Justine y Juliette. En sus obras son característicos los antihéroes, protagonistas de las más aberrantes violaciones y de disertaciones en las que, mediante sofismas, justifican cínicamente sus actos. Fue encarcelado por el absolutismo, por la asamblea revolucionaria y por el régimen napoleónico, pasando 30 años encerrado en diferentes fortalezas y manicomios. También figuró en las listas de la guillotina. Protagonizó varios incidentes que se convirtieron en grandes escándalos. En vida, y después de muerto, le han perseguido numerosas leyendas. A su muerte era conocido como «el autor de la infame novela Justine». Novela por la que pasó los últimos años de su vida encerrado en el manicomio de Charenton y que fue prohibida; pero que circuló clandestinamente durante todo el siglo XIX y mitad del siglo XX, influyendo en diferentes novelistas y poetas, como Flaubert, que en privado lo llamaba «el gran Sade», Dostoyevsky, Apollinaire, que rescata su obra del «infierno» de la Biblioteca Nacional de París, o Rimbaud. Breton y los surrealistas lo proclamaron «el Divino Marqués». Y aún hoy su obra despierta los mayores elogios y las mayores repulsas. Georges Bataille, entre otros, calificó su obra como «apología del crimen».