Resumen del libro:
La poeta Guadalupe (Pita) Amor empezó algo tarde. A la nada tierna edad de veintisiete años, tomó su lápiz de cejas y, en una servilleta de papel, artículo impensable en su casa materna, empezó a escribir lo que de ella sentía, Yo soy mi casa, dedicado a su gran amiga la también poetisa Gabriela Mistral.
Si el amor no lo he cantado,
¿será porque lo he vivido?
Si el dolor lo he pregonado,
¿será porque va conmigo?
I
¿Por qué quise quitarme de las cosas
del mismo modo como las tomaba?
¿Por qué nunca fijé yo la mirada
en materia que tiene que morir?
¿Por qué siempre traté de resistir
a este lodo, que mancha con mirarlo?
¿Por qué intenté ir al mundo y despreciarlo,
tratando entonces de mirar al cielo?
¿Por qué busqué en la nada mi consuelo
y quise que la sombra me gustara?
¿Por qué hui de que el cuerpo me inquietara
e hiciera de mis poros sus esclavos?
¿Por qué insistía en que mis pies atados
tuvieran libertad para elevarse?
¿Por qué rogué a mi mente liberarse
de tanta combinada situación?
¿Por qué usé tan equívoca pasión
para calmar mis temblorosas ansias?
¿Por qué traté de distinguir distancias
que ojos normales nunca pueden ver?
Porque quise -¡ay, osada!- que mi ser
tuviera un prematuro amanecer.
II
… y me quise volver inalterable,
y lo logré volviéndome de piedra.
Era tan tormentosa mi tragedia,
que tuve que ceder y no fui nadie.
Y no fui nadie… y yo seguí existiendo
como existen las plantas y las piedras,
que soportan el sol y las tinieblas,
sin lograrse expresar, tal vez sintiendo.
Sintiendo que este mundo las rodea,
que las cobija el cielo y las alumbra,
pero a pesar de todo, la penumbra
es más grande, más grande que la idea,
que la idea de salir y levantarse
hacia un mundo mejor, desconocido,
donde puedan por fin en escondido
claro rincón, por una vez hallarse.
III
¿Por qué estoy sola llorando?
¿Por qué estoy sola viviendo?
¿Por qué, pensando y rondando,
mi sangre voy consumiendo?
¿Que no se oyen mis lamentos?
¿Que no se oyen mis clamores?
¿Que no, mis contentamientos,
tienen sabor a dolores?
Cuando nada me rodea,
pero todo me obsesiona,
cuando la dicha me crea,
pero el dolor me aprisiona.
¿No es de justicia un camino
aunque deba ser fatal?
¿No es menester que el destino
me liberte de este mal?
IV
Camino que a veces veo
como un abismo angustioso,
pero que otras veces creo
un monte maravilloso.
¿Por qué si negro pareces,
mostrárteme quieres blanco?
¿Por qué si brillante creces,
de pronto te tornas llanto?
Rara condición la mía
de visión tan exaltada:
mi dicha y mi fantasía,
mi pena, dolor y… nada.
…