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Yerma

Yerma, una obra de teatro de Federico García Lorca

Yerma, una obra de teatro de Federico García Lorca

Resumen del libro:

Yerma tiene un único proyecto en el que se entremezclan el deseo personal y el mandato social de ser madre, es la tragedia en la que Lorca desarrolló con mayor amplitud y relieve un tema central en su obra: el de la esterilidad y la fecundidad. Sobre la protagonista proyectó, sin duda, un problema personal íntimo. Pero el alcance de la obra rebasa la significación en dos direcciones: la universal mítica, apoyada en la creencia de que la fecundidad es una forma de salvación, y la específicamente española. Yerma formaba parte de una «trilogía dramática de la tierra española» y en ella se plantea un proceso crítico a la moral sexual del país.

Cuadro Primero

(Al levantarse el telón está YERMA dormida con un tabanque de costura a los pies. La escena tiene una extraña luz de sueño. Un pastor sale de puntillas mirando fijamente a YERMA. Lleva de la mano a un niño vestido de blanco. Suena el reloj. Cuando sale el pastor, la luz se cambia por una alegre luz de mañana de primavera. YERMA se despierta.)

CANTO VOZ DENTRO.—

A la nana, nana, nana,
a la nanita le haremos
una chocita en el campo
y en ella nos meteremos.

YERMA.—Juan, ¿me oyes? Juan.

JUAN.—Voy.

YERMA.—Ya es la hora.

JUAN.—¿Pasaron las yuntas?

YERMA.—Ya pasaron.

JUAN.—Hasta luego. (Va a salir.)

YERMA.—¿No tomas un vaso de leche?

JUAN.—¿Para qué?

YERMA.—Trabajas mucho y no tienes tú cuerpo para resistir los trabajos.

JUAN.—Cuando los hombres se quedan enjutos se ponen fuertes como el acero.

YERMA.—Pero tú no. Cuando nos casamos eras otro. Ahora tienes la cara blanca como si no te diera en ella el sol. A mí me gustaría que fueras al río y nadaras y que te subieras al tejado cuando la lluvia cala nuestra vivienda. Veinticuatro meses llevamos casados, y tú cada vez más triste, más enjuto, como si crecieras al revés.

JUAN.—¿Has acabado?

YERMA.—(Levantándose.) No lo tomes a mal. Si yo estuviera enferma me gustaría que tú me cuidases. “Mi mujer está enferma. Voy a matar ese cordero para hacerle un buen guiso de carne.” “Mi mujer está enferma. Voy a guardar esta enjundia de gallina para aliviar su pecho, voy a llevarle esta piel de oveja para guardar sus pies de la nieve.” Así soy yo. Por eso te cuido.

JUAN.—Y yo te lo agradezco.

YERMA.—Pero no te dejas cuidar.

JUAN.—Es que no tengo nada. Todas esas cosas son suposiciones tuyas. Trabajo mucho. Cada año seré más viejo.

YERMA.—Cada año… Tú y yo seguiremos aquí cada año…

JUAN.—(Sonriente.) Naturalmente. Y bien sosegados. Las cosas de la labor van bien, no tenemos hijos que gasten.

YERMA.—No tenemos hijos… ¡Juan!

JUAN.—Dime.

YERMA.—¿Es que yo no te quiero a ti?

JUAN.—Me quieres.

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