Resumen del libro:
Los cinco textos de Thomas Mann reunidos en este volumen pertenecen a la producción no novelística de su autor, pertenecen a aquella otra actividad de ensayista y conferenciante que acompañó, interrumpió o siguió, a lo largo de toda su vida.
Nota preliminar
Los cinco textos de Thomas Mann reunidos en este volumen pertenecen a la producción no novelística de su autor, pertenecen a aquella otra actividad de ensayista y conferenciante que acompañó, interrumpió o siguió, a lo largo de toda su vida, a lo que él mismo consideraba su tarea capital: la de fabulador, la de «poeta» (Dichter), como gustaba de llamarse.
Estos textos tienen su fecha, su circunstancia particular, que a continuación se indicará brevemente.
1. Schopenhauer. Es un trabajo de encargo, que Mann se tomó con pasión. Un editor americano quería publicar una serie de resúmenes de las obras de los grandes pensadores bajo el título general de «El pensamiento vivo de…», y encargó las Introducciones a escritores importantes. Así, a Heinrich Mann, el hermano mayor de Thomas Mann, le encomendó la correspondiente a Nietzsche. Thomas Mann, que cuando recibió el encargo se hallaba escribiendo su novela Carlota en Weimar, interrumpió esta tarea para escribir los veinte folios encargados…, que se le convirtieron en sesenta.
Empezó a redactar este ensayo mientras vivía emigrado en Zurich, a finales de 1937, y lo terminó en Estados Unidos, en Jamestown, Rhode Island, a mediados de junio de 1938. En su correspondencia pueden seguirse algunos detalles: «Además de todos estos trabajos tengo que escribir una Introducción a un compendio americano de Schopenhauer, por la que me ofrecen 750 dólares. ¿Puedo desechar eso, para dedicarme a mis trabajos de fabulador? Que nadie me pregunte por éstos…» (a su hija Erika, desde Zurich, 4 de diciembre de 1937). «En Arosa permaneceremos tres semanas; allí quiero escribir una Introducción a Schopenhauer, para una edición americana» (a Alfred Neumann, desde Zurich, 28 de diciembre de 1937). «Por lo demás, ahora estoy escribiendo sobre Schopenhauer» (a Fritz Strich, desde Arosa, el 12 de enero de 1938). «Ahora mí mujer está trabajando en pasar a máquina mi ensayo sobre Schopenhauer, pues, excepto ella, nadie en este gran continente sabe leer mi letra» (a Agnes E. Meyer, desde Jamestown, el 19 de junio de 1938). «¿Has enviado ya tu Introducción de Nietzsche? Sobre Schopenhauer yo he escrito, no veinte páginas, sino sesenta. ¿Por qué me ponen en el disparadero? Ahora es preciso reducirlo. Golo ya lo ha hecho» (a su hermano Heinrich Mann, desde Zurich, el 6 de agosto de 1938). «Para mí es, una vez más, una gran alegría y una gran satisfacción el que le haya gustado a usted mi ensayo sobre Schopenhauer. Yo debía escribir veinte páginas para una edición americana, pero ha resultado este librito. Me temo que en la primera parte no se note algo su finalidad primitiva: la cosa mejora» (a Hermann Hesse, desde Princetown, el 6 de diciembre de 1938).
El resumen de este ensayo, preparado por su hijo Golo Mann, fue traducido por entonces a varias lenguas. Aquí se da la versión del texto completo.
2. Preludio hablado a un homenaje musical a Nietzsche. Palabras pronunciadas por el autor en el teatro Odeón, de Munich, el 4 de noviembre de 1924, en la conmemoración del ochenta aniversario del nacimiento de Friedrich Nietzsche. Precedieron a un concierto de piano. Un mes antes, el 29 de septiembre, Thomas Mann había acabado La montaña mágica, que fue publicada a finales de noviembre de ese mismo año.
3. La filosofía de Nietzsche a la luz de nuestra experiencia. En su obra El origen del Doctor Faustus dice Thomas Mann: «El 29 de enero de 1947, por la mañana, escribí las últimas líneas del Doctor Faustus, tal como las tenía pensadas desde hacía mucho tiempo…». Luego, a lo largo de una semana, «estuve ocupado con el manuscrito, meditando sobre él y haciendo correcciones». Acabadas las correcciones el 9 de febrero de ese año, Thomas Mann comienza a preparar su ensayo sobre Nietzsche, que terminará el 17 de marzo. «El postludio ensayístico al Doctor Faustus me llevó aproximadamente unas cuatro semanas. Como el manuscrito tenía cuarenta páginas, resultaba demasiado largo para una conferencia, tanto en inglés como en alemán; le sobraban veinte páginas. Erika realizó una obra maestra reduciéndolo exactamente a la mitad, pero conservando lo esencial» de El origen del Doctor Faustus.
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