Pequeño hombre ¿y ahora qué?
Resumen del libro: "Pequeño hombre ¿y ahora qué?" de Hans Fallada
Alemania, finales de la década de 1920. A pesar de la mala situación económica por la que atraviesa el país, Johannes y Emma forman una pareja llena de ilusión que aborda la vida con entusiasmo. Por eso, cuando Emma se queda embarazada deciden casarse. Están seguros de que gracias a su amor podrán superarlo todo, pero pronto se dan cuenta de que la realidad es más dura de afrontar de lo que habían esperado. Cuando Johannes pierde su empleo, animados por la madre de este, se trasladan a Berlín, pero no encuentran en la familia la ayuda prometida y tienen que arreglárselas solos. El nacimiento de su pequeño les trae una gran alegría, aunque también añade nuevas dificultades a la vida de la joven pareja que, sin embargo, no pierde la esperanza.
LOS DESPREOCUPADOS
Pinneberg se entera de algo nuevo sobre Corderita y toma una decisión trascendental
Son las cuatro y cinco. Pinneberg, el hombre guapo, joven y rubio que espera delante del edificio de Rothenbaumstrasse 24, acaba de constatarlo.
Son las cuatro y cinco, y Pinneberg ha quedado con Corderita a las cuatro menos cuarto. Tras guardar el reloj, Pinneberg lee el rótulo colgado a la entrada del edificio de Rothenbaumstrasse 24.
Dr. Sesam
Ginecólogo
Horario de consulta: de 9 a 12 y de 4 a 6
¡Justo! Son las cuatro y cinco. Si enciende otro cigarrillo, seguro que Corderita aparecerá en el acto doblando la esquina, así que desiste. Hoy ya ha gastado bastante.
Aparta la vista del rótulo. La Rothenbaumstrasse sólo tiene una hilera de edificios: al otro lado de la calzada, más allá de la franja de césped y del malecón, fluye el Strela, ya de considerable anchura, pues está a punto de desembocar en el Báltico. Sopla un viento fresco, los arbustos inclinan sus ramas a modo de saludo y los árboles exhalan leves susurros.
«Así tendríamos que vivir», piensa Pinneberg. Seguro que el tal Sesam dispone de siete habitaciones. Debe de ganar un pastón. Pagará un alquiler de… ¿doscientos marcos? ¿Trescientos? Bah, no tengo ni idea. ¡Las cuatro y diez!
…
Hans Fallada. Rudolf Wilhelm Friedrich Ditzen, se trasladó de niño a Berlín y más tarde a Lepzig por el trabajo de su padre. Un accidente marcaría su vida por sus secuelas dolorosas, que le llevaron a la droga. Se graduó en Agricultura y trabajó en varios empleos, al tiempo en que visitaba hospitales psiquiátricos y frecuentemente las cárceles. Parcialmente rehabilitado trabajó en varios periódicos y como editor, publicando por primera vez en 1920. Su trabajo literario estuvo marcado por la política, pues fue defensor de los nazis durante su gobierno y detractor tras su caída. Al final de sus años, trabajó en la radio y para el periódico Aufbau.