Resumen del libro:
Roberto Arlt consigue expresar con ironía y furia su disconformidad con un mundo en el que no encaja mediante su alter ego, el protagonista de Los siete locos, Remo Erdosain. Esta paradigmática novela argentina plantea una crítica social y la búsqueda del sentido de la vida por parte de Erdosain. El Rufián melancólico, el Astrólogo y la Coja son algunos de los geniales personajes que rodean a Erdosain y que plantean su cosmovisión y su expectativas para la sociedad. Estos hombres huraños, viciosos, sufridos que conviven en la marginalidad derrochan acidez e inteligencia en sus dichos.
PRÓLOGO
Jean-Paul Sartre ha trazado las coordenadas del hombre existencial de nuestro tiempo, una especie de prototipo que se perfila a través del ejemplo individual de Genet, y que sería a nuestros días lo que el caballero fue al Medioevo, el mercader al siglo XVII, el conquistador a la España del Renacimiento o el santo a los albores de la cristiandad.
Estas coordenadas que Sartre ha dejado trazadas comprenden a los personajes de los más grandes novelistas de nuestros días que, como el héroe sartreano, están situados en la coyuntura de algunos «imperativos colectivos»: Dios el primero, la sociedad el segundo. Y estos dos ejes vinculan sin distingos de fronteras al hombre de nuestro tiempo y, por ende, a éste con la novela que le concierne.
Como ese santo sartreano, el Erdosaín de Roberto Arlt se desvincula de la esfera social y religiosa para llevar consigo las tribulaciones de los imperativos que a su pesar lo dominan: Dios, la sociedad. Esto significa que Remo Erdosaín se piensa y piensa a los demás desde dos puntos referenciales: la vinculación del hombre con la divinidad y la vinculación con la sociedad.
Sus actos se inspiran en los dictados de esos imperativos. Está atraído alucinadamente por esos dos polos que, a la vez, niega. Como San Genet va hacia Dios y hacia la sociedad actuando contra ellos. Por el robo y la agresión Remo Erdosain se vincula con la sociedad y provoca la condenación de esa sociedad que lo margina. Por su sed de perduración va hacia Dios provocando el rechazo de quienes aparecen investidos de sacralidad dentro de la sociedad; tal es el caso del padre. Y se diría que condicionado por ese rechazo Erdosain establecerá siempre vínculos contradictorios con aquellos a quienes ama, desde su propia mujer hasta el gran destinatario de su rechazo: el Sumo Hacedor.
Ante esta vertebración de su temperamento Remo Erdosain emprenderá lo que Sartre denomina la «ascesis de la abyección», es decir, una vía mística recorrida por el camino del absurdo. La realización sistemática del mal. Y todas sus capacidades estarán al servicio de revitalizar las posibilidades de mal que hay en él.
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