Site icon ISLIADA: Portal de Literatura Contemporánea

Los Buddenbrook

Los Buddenbrook, una novela de Thomas Mann

Los Buddenbrook, una novela de Thomas Mann

Resumen del libro:

Thomas Mann terminó Los Buddenbrook, su primera novela de larga extensión, en la primavera del año 1900, después de dos años de trabajo frecuentemente interrumpido. Apenas cuatro años antes había decidido abrazar el oficio de escritor. Contaba 25 años cuando la terminó. Con la publicación de la novela, su vida dio un vuelco hacia la fama. Fischer recibió el voluminoso y enrevesado manuscrito con reticencia: La desmesurada extensión de la obra no es que me seduzca, desde luego, escribió al autor. Pero apenas comenzada la lectura se mostró interesado en publicarla si Mann consentía en acortarla; a este respecto no cupo discusión: el autor se mostró impasible y le aseguró que la extensión de la novela constituía una de sus propiedades esenciales. Al fin Fischer apostó por ella y la publicó en dos tomos, en edición de mil ejemplares y a un precio elevado.

Thomas Mann

SI en el aspecto formal de sus obras, en la impronta literaria de ese considerable escritor, podemos ver la huella potente de Goethe, con cuya obra, redondeada como una colina, dulce y poderosa meseta germánica, conserva cierta analogía, para buscar la fundamentación espiritual de Thomas Mann, para registrar las más íntimas pulsaciones de su ser, hay que citar tres nombres, tres filósofos: seco y envarado el uno; poeta, el otro, de una extraña lucidez, y el último, la filosofía puesta en marcha, cantor titánico, arrollador como tina ola, desencadenada fuerza de hermosura: Wagner. De éste, y de los otros dos, Schopenhauer y Nietzsche, bebió el gran escritor, ya desde joven, las más puras esencias del germanismo —de un germanismo amplio, sin fanatismo— y hubo de sentir, merced a ellos, el latido de la gran inspiradora, la muerte.

Nacido el 6 de junio de 1875, en Lubeck, en el seno de una sociedad burguesa, era su padre un rico comerciante dedicado al comercio de cereales, de cuyos antecesores, los viejos comerciantes de la Marca Hanseática, había recibido juntamente tradición y riquezas; la madre era brasileña. Mezcláronse en el pequeño Mann dos sangres distintas, reposada la una; ardiente como la llamarada solar la otra: encrucijada imprevista, de la que surgirá esa dualidad racial de Mann entre la burguesía y el arte, el orden y la bohemia, movimiento pendular que le hará sentirse burgués y tradicionalista entre los disidentes, y revolucionario, y un tanto réprobo, entre los suyos. Esa dualidad inicial, sístole y diástole que dirigirá toda su vida, al par de los movimientos de su corazón, acabará por resolverse en su espíritu mediante una simbiosis: escribirá, pero será sobre la burguesía. Transformará ese elemento tradicionalista que le rodea en una cosa artística, su arte tendrá, a su vez, en su sólida construcción y su pausa narrativa, mucho de burgués. No renunciará, pues, Thomas Mann a las dos tendencias nativas que polarizan su alma. Él aspirará siempre —goethiano insatisfecho— ala totalidad, a la homogeneidad. Así será el cantor de esa burguesía dorada, de cuyas miserias, así como de su grandeza, será su principal representante, y cuyo proceso describirá desde su nacimiento hasta su total disgregación.

Dedicado primeramente al comercio en su ciudad nativa, Mann, a raíz de la muerte de su padre, se traslada a Munich, en compañía de su madre. Allí estudia historia, literatura, filosofía. Allí, en su cuartito de estudiante, lee una obra que habrá de marcar un hito en su vida, y cuyas horas de lectura recordará luego como de sus horas más felices: El mundo como voluntad y representación, libro que su juventud, «solitariamente irregular (nos dirá él mismo), que tenía sed de mundo y de muerte, aspiró con deleite». Thomas Mann, que colabora en un periódico humorístico, el Simplicissimus, publica, en este año de 1898, un librito de cuentos, Der Kleine Herr Friedemann (El pequeño señor Friedemann), que pasa inadvertido.

Sobre el autor:

Otros libros

Exit mobile version