Londres: Una biografía
Resumen del libro: "Londres: Una biografía" de Peter Ackroyd
“Londres: una biografía” es una obra maestra literaria del escritor inglés Peter Ackroyd que cautiva y fascina a los lectores con su minuciosa exploración de la historia de la capital británica. A través de una narración detallada y apasionante, Ackroyd nos sumerge en los callejones y ríos de la ciudad, desentrañando los secretos y las múltiples capas de su evolución a lo largo de los siglos.
El libro es una joya para los amantes de la historia y la cultura, ya que presenta una mirada completa y exhaustiva de Londres desde sus inicios hasta el presente. Ackroyd utiliza una amplia gama de fuentes, desde documentos antiguos hasta literatura y testimonios contemporáneos, para construir un retrato vívido y vibrante de la ciudad y su gente.
Una de las fortalezas más destacadas de esta obra es la habilidad del autor para tejer diferentes aspectos de la historia de Londres en una narrativa coherente y fascinante. Desde los romanos que fundaron la ciudad hasta los invasores vikingos, los Tudor y los estallidos de la Revolución Industrial, Ackroyd presenta los eventos y las personalidades clave con una mezcla equilibrada de rigor histórico y prosa cautivadora.
Además de la historia política y social, Ackroyd dedica espacio a explorar la cultura, el arte y la literatura londinenses, creando una imagen completa de la ciudad como un crisol de influencias y creatividad. Desde Shakespeare hasta Dickens, pasando por la música, el teatro y las subculturas, el autor nos sumerge en la vibrante vida cultural que ha florecido en la ciudad a lo largo de los siglos.
Otro aspecto sobresaliente del libro es la forma en que Ackroyd presenta a Londres como un personaje en sí mismo, dotándola de una personalidad y una identidad distintivas. La ciudad adquiere vida propia a medida que se explora su topografía, sus monumentos icónicos y sus vecindarios característicos. A través de su escritura evocadora, Ackroyd logra que los lectores se sumerjan en la esencia misma de Londres.
En resumen, “Londres: una biografía” de Peter Ackroyd es una obra maestra literaria que lleva a los lectores a un viaje histórico y cultural fascinante a través de la capital británica. Con su enfoque meticuloso, su prosa cautivadora y su riqueza de detalles, el libro se convierte en una referencia imprescindible para aquellos que deseen conocer la verdadera esencia de Londres y su evolución a lo largo del tiempo.
Para Iain Johnston
y
Frederick Nicholas Robertson
Introducción
La ciudad vista como cuerpo humano
La imagen de Londres en forma de cuerpo humano es sorprendente y singular; para verla como tal, basta con remontarse a los emblemas pictóricos de la Ciudad de Dios, el cuerpo místico en el que Jesucristo representa su cabeza y los ciudadanos los distintos miembros. Londres también se ha concebido a modo de hombre joven con los brazos extendidos en un gesto de liberación; esta imagen proviene de una talla de bronce romana, pero encarna la energía y la exaltación de una ciudad que se expande sin cesar en enormes oleadas de progreso y confianza. En ella podemos ver el palpitante corazón de Londres.
Los callejones de la ciudad parecen finas arterias, y los parques serían sus pulmones. En medio de la niebla y la lluvia de un otoño urbano, las piedras y los adoquines resplandecientes de las vías más viejas parecen sangrar. Cuando William Harvey las recorrió, en la época en que trabajaba como cirujano en el hospital Saint Bartholomew, observó que el agua de las mangueras de los bomberos brotaba a chorros como la sangre de una arteria cortada. Las imágenes metafóricas del cuerpo del barrio Cockney se han sucedido a lo largo de los años: el «pico» se dio a conocer en 1550, las «patas» en 1590, la «cara» en 1708 y la «frente» a mitad del siglo XVIII.
El hospital del siglo XVII de Harvey estaba situado junto a los mercados de carne de Smithfield, lo cual sugiere otra imagen de la ciudad: carnosa y voraz, hinchada por su apetito de personas y de alimentos, de objetos y de bebida; consume y excreta, y permanece en un estado continuo de gula y deseo.
Para Daniel Defoe, Londres era un cuerpo enorme en el que «todo circula, todo se exporta y, al final, se paga por todo». Por este motivo se la representa comúnmente en forma de monstruo, como a un gigante gordo e insaciable que devora más de lo que produce. Su cabeza es desproporcionadamente grande comparada con el resto de su cuerpo; el rostro y las manos también se han vuelto monstruosos, irregulares y desmesurados. Es un «bazo» o un «gran tumor». Un cuerpo atormentado por la fiebre y asfixiado por las cenizas que avanza sobre las plagas y los fuegos.
Tanto si consideramos a Londres como a un joven fresco y recién levantado, o bien lamentamos su estado de gigante deforme, debemos concebirla en su aspecto humano, con sus propias leyes de vida y crecimiento.
He aquí, por tanto, su biografía.
Algunos me discutirán que esta biografía no puede formar parte de la historia verdadera. Admito la falta, y aludo en mi defensa que he sometido el estilo de mis investigaciones a la naturaleza del tema. Londres es un laberinto, mitad de piedra y mitad de carne. No puede comprenderse en su totalidad, sólo puede experimentarse como un desierto de callejuelas y pasajes, plazas y vías secundarias, en los que incluso el ciudadano más familiarizado con ellas puede perderse. Asimismo, es curioso que este laberinto se vea inmerso en un estado continuo de cambio y expansión.
La biografía de Londres también desafía la cronología. Los teóricos contemporáneos sugieren que el tiempo lineal es, en sí mismo, un producto de la imaginación humana, aunque bien es cierto que Londres ya se había anticipado a sus conclusiones. En la capital confluyen distintas formas temporales, y hubiera sido una necedad por mi parte cambiar su naturaleza con el fin de crear una narración convencional. Ésa es la razón por la que el libro avanza al modo quijotesco a través del tiempo, que a su vez va conformando otro laberinto. Si la historia de la pobreza de Londres convive con la historia de su locura, las relaciones entre ambas servirán información más significativa que la de cualquier estudio historiográfico ortodoxo.
Los capítulos de la historia se asemejan a los portillos de John Bunyan, alrededor de los cuales se extienden abismos de desesperación y valles de humillación. Así que a veces me desviaré del angosto camino en busca de esas cumbres y simas de la experiencia urbana ajenas a la historia, y apenas susceptibles de un análisis racional. Las entiendo sólo en parte, pero confío en que bastarán por sí solas. No soy un Virgilio dispuesto a guiar a los aspirantes a Dante por un reino circundado y definido. Sólo soy un londinense accidental que desea llevar de la mano a los demás en caminos que he recorrido a lo largo de toda una vida.
Los lectores de este libro deben vagar por esos caminos y asombrarse con ellos. Tal vez pierdan el rumbo; tal vez atraviesen momentos de incertidumbre; incluso es posible que a veces las extrañas fantasías y teorías les desconcierten. Habrá calles donde personas excéntricas o vulnerables detendrán a los lectores, reclamándoles su atención. Habrá anormalidades y contradicciones —Londres es tan inmensa y tan salvaje que abarca nada más y nada menos que el todo—, así como dudas y ambigüedades. Pero también habrá instantes de revelación, cuando se descubra que la ciudad alberga los secretos de la existencia humana. Es por ello que se hace sensato inclinarse ante la inmensidad. Nosotros partimos anticipándonos, con todas las señales en dirección «A Londres».
PETER ACKROYD
Londres
marzo del año 2000
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Peter Ackroyd. Es un escritor inglés que ha dedicado gran parte de su obra a la historia y la cultura de Londres. Nació en 1949 en East Acton, un barrio de la capital británica, y desde pequeño mostró interés por la literatura y el arte. Estudió en el Clare College de Cambridge y luego obtuvo una beca para ir a la Universidad de Yale, donde escribió su primer libro, Notes for a New Culture, publicado en 1976.
Ackroyd comenzó su carrera como poeta, pero pronto se dedicó a la novela y la biografía, géneros en los que ha destacado por su rigor y su imaginación. Entre sus novelas más conocidas se encuentran The Great Fire of London (1982), The Last Testament of Oscar Wilde (1983), Hawksmoor (1985), Chatterton (1987), The House of Dr Dee (1993), Dan Leno and the Limehouse Golem (1994), Milton in America (1996) y The Lambs of London (2004). Todas ellas exploran la relación entre el pasado y el presente de Londres, así como la vida y la obra de algunos de sus artistas más emblemáticos.
Ackroyd también ha escrito numerosas biografías de personajes históricos, como Thomas More (1998), William Blake (1995), Charles Dickens (1990), T.S. Eliot (1984) o Edgar Allan Poe (2008). Además, ha realizado obras de divulgación sobre temas como la historia de Londres (2000), el río Támesis (2007) o la alquimia (2011). Su estilo combina el rigor documental con la recreación ficcional, creando retratos vivos y originales de sus biografiados.
Ackroyd ha recibido varios premios y reconocimientos por su trayectoria literaria, como el James Tait Black Memorial Prize, el Somerset Maugham Award, el Whitbread Book Award o el Comendador de la Orden del Imperio Británico. Es miembro de la Real Sociedad de Literatura y de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.