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Libro de las maravillas del mundo

Portada del libro Libro de las maravillas del mundo, de Marco Polo

Resumen del libro:

El libro de las maravillas del mundo es una obra que narra las aventuras y descubrimientos de Marco Polo, un mercader y explorador veneciano que viajó por Asia durante 24 años, entre 1271 y 1295. Junto con su padre y su tío, Marco Polo llegó hasta China, donde sirvió al emperador mongol Kublai Kan. A su regreso a Venecia, fue hecho prisionero por los genoveses y dictó su relato a un escritor llamado Rustichello de Pisa.

El libro de Marco Polo es una fuente valiosa de información sobre la geografía, la cultura, la historia y la religión de los países que visitó. También es una obra literaria que fascina por su estilo vivo, ameno y lleno de detalles curiosos. El libro de Marco Polo ha inspirado a generaciones de viajeros, escritores y aventureros, y se ha traducido a muchos idiomas.

El libro se divide en cuatro partes: la primera describe el viaje de los Polo desde Venecia hasta China; la segunda describe el imperio de Kublai Kan y sus provincias; la tercera describe las regiones del sur y el sudeste de Asia; y la cuarta describe el regreso de los Polo por mar, pasando por Ceilán, la India y Persia. El libro contiene más de 200 capítulos, cada uno dedicado a un lugar, una persona o un tema específico.

El libro de las maravillas del mundo es un testimonio único de la diversidad y la riqueza del mundo oriental en la Edad Media. Es también un ejemplo de la capacidad de Marco Polo para observar, aprender y adaptarse a las diferentes realidades que encontró en su largo viaje. El libro de Marco Polo es una invitación a conocer y a maravillarse con el mundo.

I

Aquí empieza la rúbrica de este libro denominado: La división del mundo

Señores emperadores, reyes, duques y marqueses, condes, hijosdalgo y burgueses y gentes que deseáis saber las diferentes generaciones humanas y las diversidades de las regiones del mundo, tomad este libro y mandad que os lo lean, y encontraréis en él todas las grandes maravillas y curiosidades de la gran Armenia y de la Persia, de los tártaros y de la India y varias otras provincias; así os lo expondrá nuestro libro y os lo explicará clara y ordenadamente como lo cuenta Marco Polo, sabio y noble ciudadano de Venecia, tal como lo vieron sus mortales ojos.

Hay cosas, sin embargo, que no vio, mas las escuchó de otros hombres sinceros y veraces. Por lo cual referimos las cosas vistas por vistas y las oídas por oídas para que nuestro libro resulte verídico, sin tretas ni engaños.

Y todo hombre que leyere y entendiere este libro debe creer en él, pues todas estas cosas son verdad, y os certifico que desde que Dios nuestro Señor plasmó con sus manos a Adán y Eva, nuestros primeros padres, hasta hoy día, no hubo cristiano ni pagano ni tártaro ni indio ni hombre alguno de ninguna generación que tanto supiere ni buscare como el dicho mi señor Marco averiguó y supo; por eso os digo que sería gran desventura no quedaran escritas todas las grandes maravillas que vio y oyó para quelas gentes que no las vieron ni conocieron tengan de ellas razón en este libro. Y os repito que para enterarse de ello vivió en estas diferentes regiones y provincias más de veintiséis años.

Y ello fue que, estando encarcelado en Génova, hizo exponer todas estas cosas a maese Rustichello de Pisa, que se hallaba también en la misma prisión en el año 1298 del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.

II

De cómo micer Nicolás y micer Mafeo fueron de Constantinopla en busca del mundo

Fue en tiempo de Baduino, emperador de Constantinopla en el año 1250 de la Encarnación de nuestro Señor Jesucristo: Hallándose con sus mercancías en Constantinopla, procedentes de la ciudad de Venecia, micer Nicolás Pol (padre de Marco Polo) y su hermano micer Mafeo Pol, prudentes, nobles y avisados comerciantes, reuniéronse en consejo y decidieron embarcar en la mar grande para hacer prosperar sus asuntos. Después que hubieron comprado joyas de gran valor, partieron de Constantinopla en un barco hacia la tierra de Soldadía.

III

De cómo se fueron micer Nicolás y micer Mafeo de la Soldadía

Cuando hubieron residido un tiempo en Soldadía decidieron irse aún más lejos. Pusiéronse en camino, y tanto cabalgaron que no hubo aventura que les detuviese hasta que llegaron al reino de Barca Caan, que era dueño de una parte de Tartaria, situada entre Bolgara y Sara. Barca Caan recibió con grandes honores a micer Nicolás y micer Mafeo y celebró con regocijo su llegada. Los dos hermanos diéronle las joyas que habían traído. Aceptólas Barca con gran complacencia y le pluguieron muchísimo. Hízoles entonces entregar dos veces tanto cuanto valían las joyas y les invitó a pasar una temporada en varias partes del reino, en donde halláronse con gran contentamiento.

Al año de residir en tierras de Barca encendióse una guerra entre Barca y Alan, señor de los tártaros de Levante. Fuéronse el uno contra el otro con gran violencia, combatiéronse ferozmente y hubo gran pérdida de gentes de una parte y otra, y Alan fue vencedor. Y en estas circunstancias no hubo hombre que pudiera pasar por esos caminos sin caer prisionero, y como ésa era la dirección por donde habían venido y sólo podían seguir en dirección contraria, los dos hermanos se dijeron: «Ya que no podemos volver a Constantinopla con nuestras mercancías, sigamos hacia Levante; así podremos volver quizá a tierras del soldán». Se equiparon convenientemente y se separaron de Barca, yéndose a una ciudad denominada Uchacca, que era al confín sur del reino de este señor. Y partiéronse de Uchacca pasando el Tigre, atravesando un desierto que era largo diecisiete jornadas, no encontrando a su paso ni ciudades ni castillos, sino tribus tártaras que vivían del pastoreo en sus tiendas de campaña.

IV

De cómo los dos hermanos pasaron el desierto y llegaron a la ciudad de Bojaria

Y cuando hubieron pasado el desierto llegaron a una ciudad que se llamaba Bojaria, noble y hermosa ciudad. También la provincia denominábase Bojaria y el rey se llamaba Barac. Era ésta la más bella ciudad de Persia. Una vez llegados a ella no podían ya ni adelantar ni retroceder, y en vista de esto permanecieron en ella tres años. Mientras esto sucedía vino un emisario de Alan, el señor de Levante, que era enviado por el gran señor de todos los tártaros, llamado Cublai. Y fue gran asombro el de este emisario cuando vio a micer Nicolás y a Micer Mafeo, pues jamás habíase visto un latino en esos parajes. Dijo a los dos hermanos: «Señores, os advierto que el gran señor de los tártaros jamás vio un latino y tiene gran deseo de trabar conocimiento con ellos; así que si queréis venir conmigo, os aseguro que os verá muy de su agrado y os llenará de honores y bienes». Los dos hermanos contestáronle que lo harían gustosos si era cosa factible, y él replicó que llegarían sanos y salvos y sin ninguna impedimenta si se iban en su compañía.

Libro de las maravillas del mundo: Marco Polo

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