Resumen del libro:
Las fábulas de Esopo han perdurado a lo largo de la historia occidental como una colección breve y sencilla de relatos que, a pesar de su simplicidad, han gozado de una popularidad inigualable. Atribuidas al legendario Esopo, cuya existencia se sitúa entre el 620 y el 560 a.C., estas fábulas han sido reescritas por diversos autores a lo largo de la Antigüedad clásica, la Edad Media, el Renacimiento y el siglo XVIII. Sin embargo, es Esopo quien estableció la estructura más perdurable de este género, caracterizado por la presencia de animales dotados de rasgos humanos, como el mono vanidoso, el asno torpe o el astuto zorro.
El legado de Esopo no solo ha persistido en la literatura infantil, donde sus fábulas son consideradas lectura obligada para la educación moral de los niños, sino que también ha dejado una marca indeleble en la cultura literaria en general. Aunque estas narrativas breves hayan sido utilizadas con fines educativos a lo largo del tiempo, la selección clásica presentada por Bádenas de la Peña destaca por su calidad, basada en las mejores ediciones críticas del repertorio del fabulista.
La estructura atemporal de las fábulas de Esopo, pobladas por animales que encarnan virtudes y defectos humanos, resuena tanto en los lectores jóvenes como en los adultos. La versión de Bádenas de la Peña, cuidadosamente elaborada a partir de ediciones críticas, resalta la riqueza moral y literaria de estas narrativas, demostrando que, a pesar de su antigüedad, las fábulas de Esopo continúan siendo relevantes y fascinantes para el público contemporáneo.
El nombre de Esopo se utiliza para abarcar una larga tradición de fábulas que configuran de algún modo el origen del imaginario moral de la cultura europea. El presente volumen recoge todas las fábulas de tradición esópica que, aunque variada procedencia, fueron concebidas en griego. Protagonizados generalmente por animales, estos pequeños y memorables cuentos -que Sócrates se sabía de memoria- nos muestran, hoy como ayer, las tensiones, las miserias, el esplendor, la felicidad y el miedo del alma humana. De ello son buenos ejemplos las célebres fábulas de la liebre y la tortuga, la zorra y las uvas o el pastorcillo mentiroso, pequeños relatos de origen popular de los cuales se extrae siempre una moraleja.
La reciente y brillante traducción de Júlia Sabaté y la introducción de Robert Temple ayudan a iluminar la vieja sabiduría que sigue respirándose en las páginas de algunos de los cuentos más célebres de la historia de la literatura.
01 – El águila, el cuervo y el pastor.
Lanzándose desde una cima, un águila arrebató a un corderito.
La vio un cuervo y tratando de imitar al águila, se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal conocimiento en el arte que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo al máximo sus alas no logró soltarse.
Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus niños.
Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y él les dijo:
—Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila.
Pon tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente estás preparado, no en lo que no te corresponde.