La verdad y las formas jurídicas
Resumen del libro: "La verdad y las formas jurídicas" de Michel Foucault
Michel Foucault, reconocido filósofo e historiador francés del siglo XX, presenta en su obra “La verdad y las formas jurídicas” una exploración profunda sobre la naturaleza del poder y su relación con la verdad en diferentes contextos históricos. Las cinco conferencias que componen este libro, inicialmente impartidas en la Universidad Católica de Río de Janeiro en 1973, establecen las bases de lo que luego se convertiría en una pieza fundamental en su obra.
Foucault parte de una premisa inspirada en las ideas de Nietzsche, para trazar un recorrido que abarca desde las formas de establecer la verdad en la Grecia clásica hasta la apropiación de la función judicial por parte del Estado moderno. A lo largo de este análisis, el autor desentraña la genealogía del poder, demostrando su íntima relación con los mecanismos de verdad y su influencia en la configuración de las relaciones sociales contemporáneas.
Una de las contribuciones más significativas de Foucault en este trabajo es su capacidad para revelar cómo el poder no solo se manifiesta en formas coercitivas obvias, sino que también se enraíza en la producción y control de la verdad. Este enfoque permite una comprensión más profunda de cómo las instituciones y prácticas jurídicas han sido moldeadas para servir a los intereses de quienes detentan el poder en diferentes épocas y contextos históricos.
A través de un estilo claro y accesible, Foucault invita al lector a reflexionar sobre las implicaciones de esta relación entre poder y verdad en la sociedad contemporánea. Su análisis crítico desafía las concepciones convencionales sobre el papel del derecho y las instituciones jurídicas, al tiempo que ofrece herramientas para cuestionar y desestabilizar las estructuras de poder establecidas.
En resumen, “La verdad y las formas jurídicas” de Michel Foucault es una obra que ofrece una perspectiva fascinante y provocativa sobre la intersección entre el poder y la verdad a lo largo de la historia. Su enfoque genealógico y crítico proporciona una base sólida para comprender las dinámicas de poder en la sociedad contemporánea, convirtiéndola en una lectura imprescindible para quienes buscan profundizar en las complejidades del orden jurídico y social.
PRIMERA CONFERENCIA
Es probable que estas conferencias contengan una cantidad de cosas inexactas, falsas, erróneas. Prefiero exponerlas pues, a título de hipótesis para un trabajo futuro. Por esta razón, pediría la indulgencia de ustedes y quizá también su maldad. Quiero decir, mucho me gustaría que al final de cada conferencia me expusiesen sus dudas, hicieran preguntas, y me comunicaran sus críticas y objeciones para que, en la medida de mis posibilidades y ateniéndonos a que mi espíritu no es todavía demasiado rígido, pueda adaptarme poco a poco a ellas. De ser así, podremos finalizar estas cinco conferencias con la confianza de haber realizado en conjunto un trabajo o, eventualmente, un progreso.
La de hoy es una reflexión metodológica para introducir este problema que, bajo el título de «La Verdad y las Formas Jurídicas», puede parecer un tanto enigmático. Trataré de presentarles una cuestión que es en realidad el punto de convergencia de tres o cuatro series de investigaciones existentes, ya exploradas, ya inventariadas, para confrontarlas y reunirlas en una especie de investigación si no original, al menos renovadora.
En primer lugar se trata de una investigación estrictamente histórica, o sea: ¿cómo se formaron dominios de saber a partir de las prácticas sociales? La cuestión es la siguiente: existe una tendencia que podríamos denominar, de una manera un tanto irónica, marxista académica, o del marxismo académico, que consiste en buscar cómo las condiciones económicas de la existencia encuentran en la conciencia de los hombres su reflejo o expresión. Creo que esta forma del análisis, tradicional en el marxismo universitario de Francia y de Europa en general, tiene un defecto muy grave: el de suponer, en el fondo, que el sujeto humano, el sujeto de conocimiento, las mismas formas del conocimiento, se dan en cierto modo previa y definitivamente, y que las condiciones económicas, sociales y políticas de la existencia no hacen sino depositarse o imprimirse en este sujeto que se da de manera definitiva.
Me propongo mostrar a ustedes cómo es que las prácticas sociales pueden llegar a engendrar dominios de saber que no sólo hacen que aparezcan nuevos objetos, conceptos y técnicas, sino que hacen nacer además formas totalmente nuevas de sujetos y sujetos de conocimiento. El mismo sujeto de conocimiento posee una historia, la relación del sujeto con el objeto; o, más claramente, la verdad misma tiene una historia.
Me gustaría mostrar en particular cómo puede formarse en el siglo XIX, un cierto saber del hombre, de la individualidad, del individuo normal o anormal, dentro o fuera de la regla; saber éste que, en verdad, nació de las prácticas sociales de control y vigilancia. Y cómo, de alguna manera, este saber no se le impuso a un sujeto de conocimiento, no se le propuso ni se le imprimió, sino que hizo nacer un tipo absolutamente nuevo de sujeto de conocimiento. Podemos decir entonces que la historia de los dominios de saber en relación con las prácticas sociales, excluida la preeminencia de un sujeto de conocimiento dado definitivamente, es uno de los temas de investigación que propongo.
…
Michel Foucault. Pensador y filósofo francés, se licenció en Filosofía y Psicología en l´Ècole Normal Supérieure de París, y fue profesor de Psicología en la Université Lille Nort. Publicó por primera vez en 1954, y vivió un tiempo fuera de Francia, trabajando en la Universidad de Uppsala en Suecia, y en las de Varsovia y Hamburgo. A su regreso a Francia, se doctoró en la Universidad de Clermont-Ferrand. Al marchar su compañero sentimental (era homosexual), a Túnez, viajó con él, estableciéndose como profesor en la Universidad de Túnez.
Foucault regresó a Francia en 1968, coincidiendo con el Mayo Francés, en el que fue partícipe. Más tarde, fue profesor en la recién creada Universidad París VIII en Vicennes, volviendo a París para hacerse cargo de la cátedra de Historia de los Sistemas de Pensamiento en el Collège de France, tras lo cual pasó una larga temporada en Estados Unidos, como profesor invitado de varias Universidades.
Nuevamente en Francia, continuó con sus trabajos y ensayos hasta su muerte, como consecuencia del SIDA.
De entre su obra cabría destacar títulos como Vigilar y castigar o El orden del discurso, siendo especialmente conocido por su trabajo de análisis sobre las relaciones entre poder, conocimiento y discurso, evolucionando desde posiciones estructuralistas a un pensamiento posmoderno, aunque Foucault rechazó dichas etiquetas.