Resumen del libro:
La Tierra se encuentra arrasada por la falta de agua. El planeta sediento obliga a los Últimos Hombres, asediados por los ferromagnetales, extrañas formas de vida que amenazan su existencia, a vivir y morir en condiciones extremas, sometidos a leyes inviolables como el destierro, el control de la natalidad y la eutanasia. La historia de amor de sus protagonistas es el último coletazo de pasión de una sociedad que se extingue.
Introducción
No hace falta subrayar la importancia de “La mort de la terre” por el desarrollo del género de la ciencia ficción. Todo lo que podría escribir sobre el tema se quedaría corto a lo que ya ha sido escrito y está directamente accesible en la red, también en páginas de lengua española. Lo que es más pertinente para el proyecto de esta publicación es la cuestión de lo que pienso, personalmente, de la historia.
Pienso que, como una novela corta que cubre muchos años, consiste en mucho material narrativo comprimido en pocas páginas, un material que permitiría un amplio desarrollo hasta alcanzar el tamaño de una novela. Es esto mi proyecto para “La muerte de la tierra” – hacerla acabar, en el transcurso de varios años, y varias décadas si hace falta, en una novela.
Pues la compresión de material narrativo conlleva la desventaja que apenas se establecen movimientos de tensión, que exigen para producirse la sucesión de acontecimientos más detallados y la descripción de los cambios en los estados de ánimo de los personajes.
En “La muerte de la tierra” se produce un poderoso movimiento de tensión hacia el final de la novela, a partir del momento cuando Targ no logra contactar a su hermana. Los parágrafos no cuentan más el desfile de años, pero se aproximan al tiempo real, así que el lector pueda entrar en los sucesos tal como los viera pasando a su lado.
Hay otros movimientos semejantes, el primero ya en el primer capítulo, y en esto caso ya tomé la libertad de ensanchar un poquito el material narrado.
Si ahora se imagina la historia consistiendo por completo en tales movimientos, se puede abarcar una visión del potencial que ésta novela corta recela para captar toda la atención del lector.
De verdad, leyendo “La muerte de la tierra”, hubo momentos cuando me sentía envuelta en la atmósfera de “Dune” de Frank Herbert; por cierto las historias son completamente distintas, y por ende hablo solamente de una impresión altamente subjetiva. Me parece que lo importante es que sentía una atmósfera, porque es una emanación de un mundo completo como suele construirlo una novela. Reteniendo esta impresión, trataré de construir a partir de ella el mundo completo de la novela que vislumbro en “La muerte de la tierra”.
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