La filosofía en el tocador
Resumen del libro: "La filosofía en el tocador" de Marqués de Sade
Filosofía en el tocador fue escrita en 1795, cuando Sade se encontraba encarcelado en la Bastilla. En esta obra puede decirse que su autor prefirió la ironía, el diálogo y las relaciones humanas para ofrecer una crítica de la sociedad y, al mismo tiempo, un juego de pasiones muy característico. Un trabajo que nos recuerda a Pietro Aretino y a Boccaccio, los grandes escritores italianos que supieron plasmar las debilidades y los vicios de la sociedad en la que vivían.
A LOS LIBERTINOS
Voluptuosos de todas las edades Y de todos los sexos, a vosotros solos ofrezco esta obra: nutríos de sus principios, que favorecen vuestras pasiones; esas pasiones, de las que fríos e insulsos moralistas os hacen asustaros, no son sino los medíos que la naturaleza emplea para hacer alcanzar al hombre los designios que sobre él tiene; escuchad sólo esas pasiones deliciosas, su órgano es el único que debe conduciros a la felicidad.
Mujeres lúbricas, que la voluptuosa Saint-Ange sea vuestro modelo; a ejemplo suyo despreciad cuanto contraría las leyes divinas del placer, que la encadenaron toda su vida.
Muchachas demasiado tiempo contenidas en las ataduras absurdas y peligrosas de una virtud fantástica y de una religión repugnante, imitad a la ardiente Eugenia; destruid, pisotead, con tanta rapidez como ella, todos los preceptos ridículos inculcados por imbéciles padres.
Y a vosotros, amables disolutos, vosotros que desde vuestra juventud no tenéis más freno que vuestros deseos ni otras leyes que vuestros caprichos, que el cínico Dolmancé os sirva de ejemplo; id tan lejos como él si como él queréis recorrer todos los caminos de flores que la lubricidad os prepara; a enseñanza suya, convenceos de que sólo ampliando la esfera de sus gustos y de sus fantasías y sacrificando todo a la voluptuosidad es como el desgraciado individuo conocido bajo el nombre de hombre y arrojado a pesar suyo sobre este triste universo, puede lograr sembrar algunas rosas en las espinas de la vida.
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Marqués de Sade. De nombre DONATIEN ALPHONSE FRANÇOIS DE SADE, fue un escritor francés, autor de Justine o los infortunios de la virtud, Historia de Aline y Valcour y otras numerosas novelas, cuentos y piezas de teatro. También le son atribuidas Los 120 días de Sodoma, La filosofía en el tocador, La nueva Justine y Juliette. En sus obras son característicos los antihéroes, protagonistas de las más aberrantes violaciones y de disertaciones en las que, mediante sofismas, justifican cínicamente sus actos. Fue encarcelado por el absolutismo, por la asamblea revolucionaria y por el régimen napoleónico, pasando 30 años encerrado en diferentes fortalezas y manicomios. También figuró en las listas de la guillotina. Protagonizó varios incidentes que se convirtieron en grandes escándalos. En vida, y después de muerto, le han perseguido numerosas leyendas. A su muerte era conocido como «el autor de la infame novela Justine». Novela por la que pasó los últimos años de su vida encerrado en el manicomio de Charenton y que fue prohibida; pero que circuló clandestinamente durante todo el siglo XIX y mitad del siglo XX, influyendo en diferentes novelistas y poetas, como Flaubert, que en privado lo llamaba «el gran Sade», Dostoyevsky, Apollinaire, que rescata su obra del «infierno» de la Biblioteca Nacional de París, o Rimbaud. Breton y los surrealistas lo proclamaron «el Divino Marqués». Y aún hoy su obra despierta los mayores elogios y las mayores repulsas. Georges Bataille, entre otros, calificó su obra como «apología del crimen».