Gorgias
Resumen del libro: "Gorgias" de Platón
Emplazado en el contexto dramático de una crisis política del imperio ateniense, el Gorgias es un diálogo donde las habilidades literarias y razonadoras de Platón se combinan de un modo magistral. Sus vívidos y complejos personajes son oradores de ocupación: se ganan la vida enseñando el arte de la persuasión, pero son además hombres políticos que deben hacer uso de dicho arte para conseguir poder en la ciudad. A poco avanzar el diálogo la moral se vuelve la preocupación central. Las mismas razones que llevarán a Platón a concluir que la persuasión debe estar supeditada al fin de la buena vida concebida como una vida temperada y justa, le llevarán también a defender esta peculiar y tremendamente influyente concepción de la buena vida.
Callicles.— Dícese, Sócrates, que en la guerra y en el combate es donde hay que encontrarse a tiempo.
Sócrates.— ¿Venimos entonces, según se dice, a la fiesta y retrasados?
Callicles.— Sí, y a una fiesta deliciosa, porque Gorgias nos ha dicho hace un momento una infinidad de cosas a cuál más bella.
Sócrates.— Chairefon, a quien aquí ves, es el causante de este retraso, Callicles; nos obligó a detenernos en la plaza.
Chairefon.— Nada malo hay en ello, Sócrates; en todo caso remediaré mi culpa. Gorgias es amigo mío, y nos repetirá las mismas cosas que acaba de decir, si quieres, y si lo prefieres lo dejará para otra vez.
Callicles.— ¿Qué dices, Chairefon? ¿No tiene Sócrates deseos de escuchar a Gorgias?
Chairefon.— A esto expresamente hemos venido.
Callicles.— Si queréis ir conmigo a mi casa, donde se aloja Gorgias, os expondrá su doctrina.
Sócrates.— Te quedo muy reconocido, Callicles, pero ¿tendrá ganas de conversar con nosotros? Quisiera oír de sus labios qué virtud tiene el arte que profesa, qué es lo que promete y qué enseña. Lo demás lo expondrá, como dices, otro día.
Callicles.— Lo mejor será interrogarle, porque este tema es uno de los que acaba de tratar con nosotros. Decía hace un momento a todos los allí presentes que le interrogaran acerca de la materia que les placiera, alardeando de poder contestar a todas.
Sócrates.— Eso me agrada. Interrógale, Chairefon.
Chairefon.— ¿Qué le preguntaré?
Sócrates.— Lo que es.
Chairefon.— ¿Qué quieres decir?
Sócrates.— Si su oficio fuera hacer zapatos te contestaría que zapatero. ¿Comprendes lo que pienso?
Chairefon.— Lo comprendo y voy a interrogarle. Dime: ¿es cierto lo que asegura Callicles, de que eres capaz de contestar a todas las preguntas que te puedan hacer?
Gorgias.— Sí, Chairefon; así lo he declarado hace un momento, y añado que desde hace muchos años nadie me ha hecho una pregunta que me fuera desconocida.
Chairefon.— Siendo así, contestarás con mucha facilidad.
Gorgias.— De ti depende el hacer la prueba.
Polos.— Es cierto, pero hazla conmigo, si te parece bien, Chairefon, porque me parece que Gorgias está cansado, pues acaba de hablarnos de muchas cosas.
Chairefon.— ¿Qué es esto, Polos? ¿Te haces ilusiones de contestar mejor que Gorgias?
Polos.— ¿Qué importa con tal de que conteste bastante bien para ti?
Chairefon.— Nada importa. Contéstame, pues, ya que así lo quieres.
Polos.— Pregunta.
Chairefon.— Es lo que voy a hacer. Si Gorgias fuera hábil en el arte que ejerce su hermano Herodico, ¿qué nombre le daríamos con razón? El mismo que a Herodico, ¿verdad?
Polos.— Sin duda.
Chairefon.— Entonces, con razón, le podríamos llamar médico.
Polos.— Sí.
…
Platón. (427-347 a.C.), uno de los filósofos más influyentes de la antigua Grecia, nació en Atenas en una familia aristocrática. Discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles, Platón fundó la Academia, la primera institución de educación superior en el mundo occidental.
Platón es célebre por sus diálogos, en los cuales se encuentran algunas de las ideas más profundas y duraderas sobre la filosofía, la ética, la política y la epistemología. Sus obras, como "La República", "Fedón", "Banquete" y "Fedro", están escritas en forma de diálogos socráticos, donde los personajes exploran conceptos complejos a través de preguntas y respuestas. Este estilo no solo hacía sus ideas accesibles sino también inmersivas, invitando al lector a participar en el proceso de descubrimiento filosófico.
"La República", quizá su obra más famosa, examina la justicia, la naturaleza del alma y la estructura ideal de la sociedad. En "Fedón", aborda la inmortalidad del alma y en "Banquete", explora la naturaleza del amor. A través de estos diálogos, Platón no solo desarrolla sus propias teorías, sino que también documenta las enseñanzas de su maestro Sócrates, proporcionando una visión detallada de la filosofía socrática.
El enfoque literario de Platón era innovador para su tiempo. Usaba personajes históricos y mitológicos para discutir temas filosóficos, haciendo que sus obras fueran tanto educativas como entretenidas. Este método permitió que sus ideas se difundieran ampliamente y tuvieran un impacto duradero en la filosofía occidental.
Platón también utilizó la alegoría y el mito para ilustrar sus conceptos filosóficos. La "Alegoría de la caverna" en "La República" es uno de los ejemplos más conocidos, describiendo la búsqueda de la verdad y el conocimiento. Su uso de mitos y alegorías no solo enriquecía sus textos, sino que también hacía sus ideas más accesibles a un público más amplio.
A lo largo de su vida, Platón escribió más de 30 diálogos y cartas, muchos de los cuales han sobrevivido hasta nuestros días. Su capacidad para combinar rigor filosófico con habilidades narrativas excepcionales lo convierte en una figura única en la historia de la filosofía y la literatura. Sus escritos no solo han moldeado el pensamiento filosófico, sino que también han influido en la literatura, la política y la educación a lo largo de los siglos.