Resumen del libro:
Ficciones es una colección de cuentos del escritor argentino Jorge Luis Borges, publicada en 1944. Es considerada una de las obras maestras de la literatura universal y un ejemplo de la narrativa fantástica. En este libro, Borges explora temas como el tiempo, el espacio, la identidad, la realidad y la ficción, a través de historias que mezclan referencias eruditas, juegos metaficcionales y paradojas lógicas.
El libro se divide en dos partes: El jardín de senderos que se bifurcan y Artificios. La primera contiene ocho cuentos que giran en torno a la idea del laberinto, tanto físico como mental, y que presentan personajes que se enfrentan a situaciones límite que desafían su comprensión del mundo. La segunda contiene nueve cuentos que muestran una mayor experimentación formal y estilística, y que abordan temas como la literatura, la historia, la memoria y el sueño.
Algunos de los cuentos más destacados de Ficciones son: Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, donde Borges imagina un planeta ficticio que invade la realidad; El jardín de senderos que se bifurcan, donde un espía chino debe elegir entre cumplir su misión o escribir una novela; La biblioteca de Babel, donde se describe un universo infinito compuesto por libros; Pierre Menard, autor del Quijote, donde se narra la vida de un escritor que intenta recrear el Quijote palabra por palabra; y El Sur, donde un hombre herido decide emprender un viaje simbólico hacia su destino.
Ficciones es un libro que invita a la reflexión y al asombro, que deslumbra por su originalidad y su belleza, y que demuestra el genio creativo de Borges. Es una obra imprescindible para los amantes de la literatura y para los que quieren descubrir un universo fascinante y único.
Prólogo
Las ocho piezas de este libro no requieren mayor elucidación. La octava (El jardín de senderos que se bifurcan) es policial; sus lectores asistirán a la ejecución y a todos los preliminares de un crimen, cuyo propósito no ignoran pero que no comprenderán, me parece, hasta el último párrafo. Las otras son fantásticas; una —La lotería en Babilonia— no es del todo inocente de simbolismo. No soy el primer autor de la narración La biblioteca de Babel; los curiosos de su historia y de su prehistoria pueden interrogar cierta página del número 59 cíe Sur, que registra los nombres heterogéneos de Leucipo y de Lasswitz, de Lewis Carroll y de Aristóteles. En Las ruinas circulares todo es irreal: en Pierre Menard autor del «Quijote» lo es el destino que su protagonista se impone. La nómina de escritos que le atribuyo no es demasiado divertida pero no es arbitraria; es un diagrama de su historia mental…
Desvarío laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en quinientas páginas una idea. cuya perfecta exposición oral cabe en pocos minutos. Mejor procedimiento es simular que esos libros ya existen y ofrecer un resumen, un comentario. Así procedió Carlyle en Sartor Resartus; así Butler en The Fair Haven; obras que tienen la imperfección de ser libros también, no menos tautológicos que los otros. Más razonable, más inepto, más haragán, he preferido la escritura de notas sobre libros imaginarios. Éstas son Tlön, Uqbar; Orbis Tertius; el Examen de la obra de Herbert Quain; El acercamiento a Almotásim, La última es de 1935; he leído hace poco The Sarred Fount (1901), cuyo argumento general es tal vez análogo. El narrador, en la delicada novela de James, indaga si en B influyen A o C; en El acercamiento a Almotásim, presiente o adivina a través de B la remotísima existencia de la Z, quien B no conoce.
JORGE LUIS BORGES
Buenos Aires, 10 de noviembre de 1941