El Vampiro
Resumen del libro: "El Vampiro" de John William Polidori
El vampiro es el relato fundacional del género del «vampiro romántico». Polidori lo escribió en las tormentosas noches de verano, entre el 16 de junio y el 19 de junio de 1816, en Villa Diodati, junto con Lord Byron, Percy Shelley, Mary Shelley, la condesa Potocka y Matthew Lewis. El relato trata de exponer la fuerza del mito que hace que la gente común no crea en los vampiros, de ahí que el protagonista, Lord Ruthven, se aproveche de esta situación para cometer sus actos sanguinarios. Otra de las armas de Ruthven es su gran capacidad de seducción y su efectividad como lo que es, un vampiro, que destaca en el cruel final de este relato con el que Polidori transformó el personaje de vampiro del folclore en una personalidad aristocrática, causando gran impacto en la sociedad de la época.
Sucedió en medio de las disipaciones de un duro invierno en Londres. Apareció en diversas fiestas de los personajes más importantes de la vida nocturna y diurna de la capital inglesa, un noble, más notable por sus peculiaridades que por su rango.
Miraba a su alrededor como si no participara de las diversiones generales. Aparentemente, sólo atraían su atención las risas de los demás, como si pudiera acallarlas a su voluntad y amedrentar aquellos pechos donde reinaba la alegría y la despreocupación.Los que experimentaban esta sensación de temor no sabían explicar cual era su causa. Algunos la atribuían a la mirada gris y fija, que penetraba hasta lo más hondo de una conciencia, hasta lo más profundo de un corazón. Aunque lo cierto era que la mirada sólo recaía sobre una mejilla con un rayo de plomo que pesaba sobre la piel que no lograba atravesar.
Sus rarezas provocaban una serie de invitaciones a las principales mansiones de la capital. Todos deseaban verle, y quienes se hallaban acostumbrados a la excitación violenta, y experimentaban el peso del “ennui”, estaban sumamente contentos de tener algo ante ellos capaz de atraer su atención de manera intensa.
A pesar del matiz mortal de su semblante, que jamás se coloreaba con un tinte rosado ni por modestia ni por la fuerte emoción de la pasión, pese a que sus facciones y su perfil fuesen bellos, muchas damas que andaban siempre en busca de notoriedad trataban de conquistar sus atenciones y conseguir al menos algunas señales de afecto. Lady Mercer, que había sido la burla de todos los monstruos arrastrados a sus aposentos particulares después de su casamiento, se interpuso en su paso, e hizo cuanto pudo para llamar su atención… pero en vano. Cuando la joven se hallaba ante él, aunque los ojos del misterioso personaje parecían fijos en ella, no parecían darse cuenta de su presencia. Incluso su imprudencia parecía pasar desapercibida a los ojos del caballero, por lo que, cansada de su fracaso, abandonó la lucha.
Mas aunque las vulgares adúlteras no lograron influir en la dirección de aquella mirada, el noble no era indiferente al bello sexo, si bien era tal la cautela con que se dirigía tanto a la esposa virtuosa como a la hija inocente, que muy pocos sabían que hablase también con las mujeres.
Sin embargo, pronto se ganó la fama de poseer una lengua meritoria. Y bien fuese porque la misma superaba al temor que inspiraba aquel carácter tan singular, o porque las damas se quedaron perturbadas ante su aparente odio del vicio, el caballero no tardó en contar con admiradoras tanto entre las mujeres que se ufanaban de su sexo junto con sus virtudes domésticas, como entre las que las manchaban con sus vicios.
Por la misma época, llegó a Londres un joven llamado Aubrey. Era huérfano, con una sola hermana que poseía una fortuna más que respetable, habiendo fallecido sus padres siendo él niño todavía.
Abandonado a sí mismo por sus tutores, que pensaban que su deber sólo consistía en cuidar de su fortuna, en tanto descuidaban aspectos más importantes en manos de personas subalternas, Aubrey cultivó más su imaginación que su buen juicio. Por consiguiente, alimentaba los sentimientos románticos del honor y el candor, que diariamente arruinan a tantos jóvenes inocentes.
Creía en la virtud y pensaba que el vicio lo consentía la Providencia sólo como un contraste de aquella, tal como se lee en las novelas. Pensaba que la desgracia de una casa consistía tan sólo en las vestimentas, que la mantenían cálida, aunque siempre quedaban mejor adaptadas a los ojos de un pintor gracias al desarreglo de sus pliegues y a los diversos manchones de pintura.
Pensaba, en suma, que los sueños de los poetas eran las realidades de la existencia.
…
John William Polidori. Fue un médico y escritor anglo-italiano comúnmente asociado al movimiento romántico inglés, que nació el 7 de septiembre de 1795 en Londres y que falleció en la misma ciudad el 24 de agosto de 1821. Es conocido por haber escrito el primer relato vampírico en inglés, El vampiro, que al principio fue erróneamente atribuido a su paciente Lord Byron, al que acompañó en un viaje a Ginebra, donde conoció al matrimonio Shelley y donde se propuso que cada uno de los asistentes escribiera una obra de terror, siendo esta propuesta el germen de la conocida obra Frankenstein de Mary Shelley y de Fragmento de una novela, de Lord Byron, que posteriormente sirvió de inspiración para Polidori para escribir El vampiro. El vampiro fue publicada sin su permiso y apareció firmada por Lord Byron, que tampoco había autorizado la publicación, y que intentó resolver el desaguisado publicando en el mismo medio su propia obra original. Aunque era un médico aventajado, que con sólo 19 años había leído su tesis de licenciatura en la Universidad de Edimburgo, su ambición literaria dominó gran parte de su vida, y su relación con Byron, quien ridiculizaba sus escritos y a quien parecía envidiar, hasta el punto de que el vampiro de su relato se inspira directamente en el aristócrata inglés, no hizo más que deteriorarse hasta que éste lo despidió. Aquejado de una fuerte depresión y de múltiples deudas de juego, puso fin a su vida ingiriendo veneno, aunque el informe oficial fue de que había fallecido de muerte natural. Su hermana Charlotte publicó parte de su diario de manera póstuma, si bien eliminó los pasajes que consideraba censurables y destruyó el manuscrito original.
Polidori era tío por parte de su hermana Frances de los hermanos Rossetti, entre los que destacaron Dante Gabriel, el célebre pintor, y Cristina, una de las poetisas más importantes de su tiempo.