Resumen del libro:
La concepción del universo propuesta por Copérnico, perfeccionada por Kepler y formulada de manera completa y suficiente por Isaac Newton (1642-1727) tuvo que vencer las resistencias que ofrecían el antiguo sistema ptolemaico (armazón de la astronomía medieval y renacentista apoyado por la lectura teológica de la Biblia), la creencia alimentada por los predicadores de que los cometas eran mensajeros de la cólera divina y la teoría cartesiana de los vórtices como explicación mecánica del movimiento de los astros. El sistema del mundo, publicado póstumamente en 1728, fue un instrumento decisivo para difundir e imponer las nuevas teorías…
Introducción
Nació Sir Isaac Newton el veinticinco de diciembre de 1642 en la granja de Woolsthorpe, Lincolnshire, y murió en Londres-Kesington el veinte de marzo de 1727 tras ochenta y cuatro años, tres meses y veintitrés días de vida llenos de éxitos intelectuales por una parte y de felicidad y tranquilidad por otra.
Su padre murió muy poco antes de nacer Sir Isaac y era un más que mediano granjero, dueño de la hacienda de Wollsthorpe, propiedad de la familia desde hacía generaciones. Ante el hecho prematuro de su muerte se pensó en que Sir Isaac, llegado el tiempo, continuase con la explotación de la granja paterna. Mas, entre tanto, su madre se casó de nuevo con el reverendo Bernabé Smith, un clérigo bien acomodado, y se fue a vivir con su esposo al cercano pueblo de North Witham. Sir Isaac quedó en Woolsthorpe al cuidado de sus abuelos. Pero, al quedar viuda de nuevo, su madre regresó a la granja de los Newton con los tres hijos habidos del segundo matrimonio. Newton tenía para entonces catorce años.
Durante la primera infancia había asistido a dos pequeñas escuelas para externos y desde los doce asistió a la King’s School de Gratham viviendo durante este tiempo como pupilo en casa de un boticario. Ya entonces daba la impresión de ser un muchacho «tranquilo, silencioso y reflexivo» pero lleno de imaginación. Se divertía construyendo artilugios con los que provocaba admiración entre sus compañeros y así se habla de un molino de viento, una clepsidra o reloj de agua, un carricoche que hacía andar con una manivela el ocupante que subía a bordo, cometas que volaban más alto y se manejaban mediante articulaciones y, a veces, les colocaba luces en su interior que asustaban a los buenos campesinos o al menos les hacía creer que se trataba de auténticos meteoros, y por supuesto construía relojes de sol para lo que se dedicaba a observar y trazar sobre el patio de la casa donde vivía el curso diurno del astro solar, etc.
Pero la llegada a Woolsthorpe de su madre vino a alterar estas alegres diversiones y tuvo que regresar a la granja para, como hijo mayor, hacerse cargo de su dirección. Sin embargo no tenía el menor interés en aquellas cosas y cuando menos se esperaba se le hallaba absorto leyendo bajo un seto mientras los animales a su cuidado campaban libremente por los campos, de modo que su madre, aconsejada por el antiguo profesor de Gratham y por el tío de Newton, se decidió a que continuase sus estudios y después ingresase en la Universidad. Así ocurrió que regresó a Gratham y después ingresó en el Trinity College de Cambridge el cinco de junio de 1661 a los dieciocho años como becario. Eran los días en que se acababa de producir la restauración de los Estuardo (1660) en la persona de Carlos II y los profesores de Cambridge cambiaban la gorra redonda del anterior régimen por el cuadrado birrete resolviendo así, de paso, el problema matemático tan debatido de la «cuadratura del círculo» según comentario irónico de un matemático de la época.
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