Resumen del libro:
El enigma del Agua Azul y el destino extraordinario de los hermanos Geste sigue siendo una de las historias favoritas entre los lectores de todas las épocas, siempre dispuestos a disfrutar con una de las grandes y eternas aventuras clásicas. No es casual que esta historia de suspense, traición, lealtad y valentía haya inspirado varias míticas versiones cinematográficas que hoy son referentes en la historia del cine.
Primera Parte
La historia del mayor Henri de Beaujolais
Capítulo I
Los extraños sucesos de Zinderneuf
(Referidos por el mayor Henri de Beaujolais, de los espahís, a George Lawrence, Esq., C. M. G., del Servicio Civil de Nigeria)
1
«El lugar estaba silencioso y alerta»
George Lawrence, miembro de la Orden de San Miguel y de San Jorge, Oficial de Distrito de primera clase del Servicio Civil de Su Majestad, estaba sentado junto a la puerta de su tienda, mirando a lo lejos la imagen que le ofrecía el desierto africano con ojos de profundo desagrado. No había belleza alguna ni en el paisaje ni en los ojos del hombre que lo contemplaba.
Un paisaje en el que solo había arena, piedras, espinosas hierbas de kerengia y matojos de tafasa, con sus tallos largos y amarillos, con largas y delgadas vainas que se asemejaban a las de las habas; todo ello acompañado por pequeños grupos de tumpafia, una planta común que resultaba desagradable a la vista.
Los ojos del oficial tenían el aspecto típico de los enfermos de ictericia. Todo era por causa del calor y el molesto polvo centroafricano, y gracias a la malaria y a la disentería, por no hablar de una comida incomible y un agua que estaba envenenada. Las continuas marchas en medio de aquel asfixiante calor tampoco ayudaban.
La debilidad que Lawrence sentía en su cuerpo se le sumaba al hecho de que su mente estaba en constante preocupación, de manera que ambas partes se encontraban en una simbiosis continua.
En primer lugar, estaba el ya más que antiguo problema de los que iban patrullando por Shuwa. En segundo lugar, existía el problema de los chiboks, crueles como nadie, y que aumentaban en número a gran velocidad; además de que sus hombres más jóvenes ya no les guardaban el respeto que merecían a sus mayores, todo por culpa de sir Garnet Wolseley y lo que sucedió hace muchísimo tiempo, después del combate de la colina de Chibok. En tercer lugar, el precio del grano había subido a seis chelines por saa, lo cual hacía que el hambre fuera cada vez más amenazante. En cuarto lugar, la discordia reinaba entre los jeques de Shehu y Shuwa. Y, en quinto lugar, había una desagradable amenaza de viruela en todo el país —una sociedad secreta cuyo «secreto» no era otro que el que los súbditos que estaban protegidos por Su Majestad eligieran entre ser infectados por la viruela o comprarsen un amuleto a la sociedad—. Finalmente, existía una correspondencia muy áspera con los Muy Sabios —en concreto con los del Secretariado de la «Plaza Aiki» en Zungeru—, quienes, como de costumbre, se creían más listos que el encargado del puesto y le obligaban a hacer cosas que rozaban lo imposible y lo desastroso.
…