El Libro Tibetano de la Vida y de la Muerte
Resumen del libro: "El Libro Tibetano de la Vida y de la Muerte" de Sogyal Rimpoché
Con prólogo a cargo del Dalai Lama. Un clásico que cumple veinte años y sigue siendo un libro de referencia. Una obra maestra revisada que te dará una visión nueva sobre la muerte y el universo. Esta exhaustiva obra maestra de la espiritualidad presenta unas sencillas y poderosas prácticas de la tradición tibetana, asequibles a cualquier persona, sea cual sea su religión o tradición cultural, para que pueda transformar su vida, prepararse para la muerte y ayudar a los moribundos. El libro tibetano de la vida y de la muerte expone con claridad y un rigor sin precedentes la majestuosa visión que nos ofrece la tradición tibetana y combina esta sabiduría milenaria con la moderna investigación sobre la muerte, los moribundos y la naturaleza del universo para comprender, encarnar e integrar las enseñanzas budistas en la vida cotidiana. Esta no es solo una obra maestra espiritual, sino también un manual, una guía, un libro de consulta y una fuente de inspiración sagrada. Esta nueva edición, totalmente revisada y actualizada, incluye una nueva introducción de Patrick Gaffney, editor de la primera versión del libro, hace ya más de veinte años, que hace un recorrido por la historia de esta obra y su influencia en el mundo de la espiritualidad y el acompañamiento tanatológico.
Prólogo
de su santidad el Dalái Lama
Cómo comprender el verdadero sentido de la existencia, cómo aceptar la muerte y cómo ayudar a los moribundos y a los muertos, éstos son los temas en los que Sogyal Rimpoché se centra en esta obra tan oportuna.
La muerte forma parte del curso natural de la vida e, inevitablemente, tarde o temprano todos deberemos afrontarla. A mi entender, mientras estemos vivos podemos considerarla de dos maneras: elegimos ignorarla o hacemos frente a la perspectiva de nuestra propia muerte e intentamos, mediante una reflexión lúcida, minimizar el sufrimiento que conlleva. Sin embargo, ninguna de estas dos actitudes nos permite llegar a triunfar realmente sobre ella.
Como budista contemplo la muerte como un proceso normal, una realidad que acepto que debe ocurrir mientras permanezca en esta existencia terrenal. Sabiendo que no puedo escaparme de ella, no tiene sentido alguno que me preocupe. Desde mi punto de vista, la muerte se asemeja más a un cambio de vestimenta cuando está vieja y gastada que a un final definitivo. Sin embargo, la muerte es imprevisible: ignoramos cuándo o cómo ocurrirá. Así pues, resulta sensato tomar ciertas precauciones antes de que se produzca realmente.
Es evidente que a la mayoría de nosotros nos gustaría tener una muerte apacible. Sin embargo, también está claro que no podemos esperar morir así si nuestras vidas han estado impregnadas de violencia o si nuestras mentes han estado agitadas predominantemente por emociones como la ira, el apego o el miedo. Por lo tanto, si deseamos morir bien, debemos aprender a vivir bien. Para tener la esperanza de una muerte apacible, debemos cultivar la paz tanto en nuestra mente como en nuestra manera de vivir.
Tal como podréis leer aquí, desde el punto de vista budista la experiencia misma de la muerte reviste suma importancia. Aunque el lugar y la naturaleza de nuestro renacimiento futuro dependan generalmente de fuerzas kármicas, nuestro estado mental en el momento de la muerte puede influir en la calidad de nuestro siguiente renacimiento. Así pues, a pesar de la gran variedad de karmas que hayamos acumulado, si en el momento de la muerte hacemos un esfuerzo especial para generar un estado mental virtuoso, es posible que fortalezcamos y activemos un karma virtuoso y de este modo se produzca un renacimiento feliz.
El instante preciso de la muerte es también la ocasión para que se den las experiencias interiores más profundas y beneficiosas. Mediante la repetida familiarización con los procesos de la muerte gracias a la meditación, un meditador consumado puede aprovechar su muerte para alcanzar una gran realización espiritual. Por eso los practicantes experimentados emprenden prácticas meditativas en el momento de morir. Una indicación de su nivel de realización es que muchas veces su cuerpo no empieza a descomponerse hasta mucho después de su muerte clínica.
Ayudar a los demás a morir bien es tan importante como prepararnos para nuestra propia muerte. Cada uno de nosotros fue en su día un recién nacido indefenso y no hubiéramos sobrevivido sin los cuidados y el cariño que recibimos entonces. Puesto que los moribundos son igualmente incapaces de valerse por sí mismos, deberíamos aliviar su malestar y su angustia y ayudarles en todo lo que podamos para que mueran con serenidad.
Lo más importante es evitar todo aquello que perturbe la mente de la persona moribunda más de lo que ya lo está. Al ayudar a una persona moribunda, nuestro principal objetivo es hacer que se sienta a gusto. Y esto puede conseguirse de muchas maneras. Un moribundo familiarizado con la práctica espiritual puede sentirse estimulado y alentado si se le recuerda practicar, pero incluso una atención afectuosa por nuestra parte generará una actitud serena y sosegada en la mente de la persona que va a morir.
La muerte y el proceso de la muerte constituyen un punto de encuentro entre el budismo tibetano y las disciplinas científicas contemporáneas. Creo que esta contribución puede resultar extremadamente beneficiosa tanto en el plano de la comprensión, como en un aspecto práctico. Sogyal Rimpoché se halla especialmente bien situado para facilitar este encuentro; nacido y educado en la tradición tibetana, ha recibido las enseñanzas de algunos de nuestros mayores lamas. Puesto que también se ha beneficiado de una educación moderna y ha vivido y enseñado muchos años en Occidente, se ha familiarizado con el modo de pensar occidental.
Este libro no sólo ofrece a los lectores una explicación teórica de la muerte y del proceso de morir, sino también los medios prácticos para su comprensión y para prepararse uno mismo y ayudar a los demás a hacerlo de una forma serena y enriquecedora.
2 de junio de 1992
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Sogyal Rimpoché. Escritor y maestro budista tibetano, Sogyal Rimpoché es lama de la tradición Nyingma y es conocido por su labor de enseñanza a lo largo de más de treinta años alrededor del mundo. Ha fundado numerosos centros budistas en Europa, Asia, América y Australia y ha destacado por sus intervenciones a favor de los derechos humanos y en contra de la guerra y la violencia.
Rimpoché enseñó durante más de cuarenta años en Europa, América, Australia, y Asia, dirigiéndose a numerosas personas en sus retiros y en sus giras en las que impartía enseñanzas. Se retiró como director espiritual de Rigpa en 2017 y desde entonces y hasta su fallecimiento en 2019, ya no dio ninguna enseñanza pública.
Su obra más conocida es El Libro Tibetano de la Vida y de la Muerte.