El lazarillo de ciegos caminantes
Resumen del libro: "El lazarillo de ciegos caminantes" de Alonso Carrió de la Vandera
El lazarillo de ciegos caminantes es un libro de viajes, género muy frecuente en el siglo XVIII y que produjo abundantes obras descriptivas de las poblaciones y la geografía de América española. Empero, indica el literato Antonio Lorente Medina, un rasgo peculiar de El lazarillo… es el empleo del lenguaje literario, particularmente los recursos de la novela picaresca, tales como el humorismo satírico, las anécdotas, los refranes, etc. El mismo título de la obra se distingue de otros relatos más asépticos de la época titulados Viajes, Relación de viajes, Historia de Viajes, etc. No obstante, lo central en el libro es la descripción realista de la sociedad, a la cual se subordina el arte literario…
La incógnita de El Lazarillo
«El Lazarillo de ciegos caminantes», sin ser un libro muy difundido, no es tampoco de aquellos que forman patrimonio exclusivo de especialistas y eruditos. Los iniciados en bibliografía americana, y en general cuantos se interesan por el conocimiento de nuestra propia historia, poseen alguna noticia de esta curiosa producción. Hasta hace poco más de treinta años, era casi desconocida fuera de un círculo restricto de bibliófilos. En 1908 la publicó la Junta de Historia y Numismática Americana. Hoy es nuevamente libro agotado y de no fácil adquisición.
Su título —que trasciende a novela picaresca— se prolonga en un enunciado de materias, cifra o esquema de su contenido principal. «El Lazarillo» describe «los itinerarios de Buenos Aires a Lima, según puntual observación» y brinda «noticias útiles a los nuevos comerciantes que tratan en mulas». Constituye, pues, un libro de viajes, una guía pintoresca y útil, documentada y veraz, aderezada con «jocosidades para entretenimiento de caminantes», según su mismo prólogo lo asegura. El viaje tiene lugar en la segunda mitad del siglo XVIII, 1771 a 1773, época escasa en tal género de literatura. Pero no es esta circunstancia la que da jerarquía y relieve a la obra. Son evidentes sus valores intrínsecos y su especial categoría. En un prolongado itinerario que va desde Montevideo hasta Lima por Buenos Aires, Córdoba, Salta, Potosí, Chuquisaca y Cuzco, el libro ofrece una visión muy concreta y exacta de la vida americana durante la colonia. El ambiente de las ciudades, los usos, costumbres e industrias de sus habitantes, hallan en estas páginas claro y vigoroso trasunto. Lo mismo puede decirse del campo y de las actividades rurales. Minuciosamente, morosamente a veces, se describen escenas de la vida campestre, las carretas, las arrias y el tráfago rudo de los muleros y trajinantes. Por primera vez también, en la pintura de aquel vastísimo escenario, aparece la sociedad viviente con sus tipos representativos, en su existencia cotidiana y en un marco de exactitud rigurosa. La naturaleza queda incorporada al relato. Aunque éste no abunda en colorido, siéntese la monotonía del llano sin término y la montaña abrupta que trepa el viajero por ásperos caminos de herradura. Los más varios detalles y pormenores naturales despiertan su solícita curiosidad, hasta las industriosas arañas que tejen entre los aromos sus hilos de ocho varas, «resplandecientes como el más sutil hilo de plata». Muchas reflexiones de orden práctico hace el autor sobre la industria del ganado mular, pero le seduce en extremo el espectáculo de las tropas y las extrañas costumbres de los animales. Circula por sus páginas un sentimiento nuevo de la naturaleza, muy ajeno al que traducen hasta entonces las cartas y documentos de la época colonial. Este aspecto de la obra no ha sido considerado hasta hoy, si bien es verdad que «El Lazarillo» nunca fue objeto de un examen integral, digno de su valor y significado. Tampoco pretenderían llenar ese vacío estas líneas enunciativas y sin ningún propósito crítico.
…
Alonso Carrió de la Vandera. (1715-1783), conocido también como La Vandera, fue un distinguido funcionario, escritor, comerciante, viajero y cronista de Indias español que pasó la mayor parte de su vida en el Virreinato del Perú. Nacido en Gijón, Asturias, Carrió de la Vandera se aventuró en el Nuevo Mundo en 1736, probablemente impulsado por la escasa herencia de sus padres. Durante su estancia en la Nueva España, trabajó como comerciante, especialmente en metales, antes de establecerse en el Virreinato del Perú en 1746.
A lo largo de su vida, desempeñó diversos cargos, como corregidor y alcalde mayor en distintas regiones del Perú. Además, en 1767 acompañó a los jesuitas en su expulsión de los dominios españoles. Su labor más destacada fue como comisionado para la reorganización de las postas de correos entre Lima y Buenos Aires en 1771.
Carrió de la Vandera es más conocido por su obra "El lazarillo de ciegos caminantes" (1776), donde utilizó el seudónimo "Concolorcorvo". Este libro de viajes ofrece una visión detallada de su extenso viaje desde Buenos Aires hasta Lima, describiendo personas, costumbres, y reflexionando sobre la sociedad de la época. Aunque originalmente se le atribuyó a su amanuense, el inca Calixto Bustamante Carlos, más tarde se confirmó que Carrió era su autor.
La obra de Carrió ha sido objeto de críticas y debates en el ámbito literario y histórico, ya que proporciona una visión valiosa de la sociedad americana del siglo XVIII y su vida en el Virreinato del Perú. Su narración combina elementos documentales con un toque literario, lo que la convierte en una fuente importante para comprender la época y la región. Carrió de la Vandera dejó una huella indeleble en la literatura colonial y en la historia de América Latina a través de su obra y su contribución a la crónica de viajes.