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El grillo del hogar

El grillo del hogar, relatos de Charles Dickens

El grillo del hogar, relatos de Charles Dickens

Resumen del libro:

La historia se desarrolla en tres días y está dividida en tres cantos. El grillo, símbolo de la paz en los hogares humildes, es el eje del relato: en el primer canto, el grillo está feliz; en el segundo, guarda silencio; en el tercero, vuelve a cantar de nuevo. Dickens ha escrito un poema en prosa sobre la vida del hogar y el cariño conyugal, un esbozo de la vida de las personas sencillas. Conjuga las principales habilidades de Dickens. Por un lado, el humor con el que presenta a sus personajes (la sordera del misterioso viejo, el descuidado bebé cuya cabeza golpea con las paredes) o dialoga burlonamente con el lector; por el otro, la utilización de los recursos básicos de la trama, desde la insólita casualidad hasta el reconocimiento de los personajes (lo que los griegos llamaban anagnórisis).

EL PRIMER CHIRRIDO

El puchero tuvo la culpa de todo. No me repitáis, por favor, lo que a la señora Peerybingle se le ocurrió decir. Yo sé mejor que ella cómo sucedió. La señora Peerybingle puede pasarse la vida, si así lo desea, afirmando que no sabe cuál de los dos empezó primero; pero yo sí sé que fue el puchero. Creo que estaba en situación de saberlo. El puchero comenzó unos cinco minutos antes de que el grillo diera su primer chirrido, según el relojito holandés de caja encerada, situado en el rincón.

¡Como si el reloj no hubiese cesado de tocar, ni el convulso segadorcito que lo culmina no hubiese terminado de dar golpes de derecha a izquierda con su guadaña, frente a un palacio morisco, y no hubiese segado la mitad de un acre de un imaginario césped, antes de que el grillo hubiese dado señales de existencia!

Porque no es que yo sea testarudo. Todo el mundo sabe que jamás pretendería imponer mi opinión personal contra la de la señora Peerybingle, a menos que estuviera absolutamente seguro de todos y cada uno de los detalles respectivos. Nada puede inducirme a adoptar tal actitud: Pero es que se trata de una cuestión de hecho. Y el hecho resulta ser que el puchero fue quien comenzó por lo menos cinco minutos antes de que el grillo diese señal alguna de su existencia; y, si se me contradice, entonces afirmaré rotundamente que fueron diez.

Dejadme, pues, que explique exactamente cómo sucedió. Voy a comenzar el relato desde un principio, y ello por la simple consideración de que, si tengo que narrar una historia, es preciso que la empiece por su inicio, y ¿cómo puedo hacerlo sin empezar por el puchero?

Parece como si hubiese habido algo así como una especie de competencia o demostración de habilidad —no sé si me hago entender— entre el puchero y el grillo. Y de esto es de lo que se trata en el fondo y lo que vais a juzgar.

El grillo del hogar – Charles Dickens

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