Resumen del libro:
Rafael Sánchez Ferlosio, uno de los autores más importantes de la literatura española, ofrece en “El escudo de Jotán. Cuentos reunidos” una colección que refleja su trayectoria literaria a través de la narrativa breve. Ferlosio, conocido principalmente por su novela “El Jarama”, muestra en estos cuentos su habilidad para entrelazar relatos, fábulas y cuentos con una profundidad que revela sus obsesiones y preocupaciones como ensayista.
Este volumen recoge ocho piezas que abarcan más de medio siglo de producción literaria. Cada relato es una muestra de la maestría de Ferlosio en el arte de contar historias. Sus primeros cuentos se alinean con la tradición realista de “El Jarama”, con una atención meticulosa a los detalles y a las interacciones humanas cotidianas. A medida que avanza el libro, se percibe una evolución hacia relatos más introspectivos y filosóficos, que exploran temas como el poder, la soledad y la búsqueda de sentido.
Ferlosio no solo cuenta historias, sino que también invita a la reflexión. Su estilo es claro y preciso, evitando adornos innecesarios, lo que permite que el lector se concentre en las ideas y los personajes que presenta. La simplicidad aparente de su prosa esconde una profundidad que se revela lentamente, dejando una impresión duradera.
Cada cuento en esta colección es una joya que contribuye a consolidar la reputación de Ferlosio como un narrador imprescindible. Su habilidad para capturar la esencia de la condición humana y su capacidad para conectar con el lector a un nivel profundo hacen de este libro una lectura obligada para cualquier amante de la buena literatura.
“El escudo de Jotán. Cuentos reunidos” no solo es una celebración de la narrativa breve, sino también una prueba de la versatilidad y el talento de Rafael Sánchez Ferlosio. Esta colección es un testimonio de su contribución inestimable a la literatura española y una invitación a redescubrir a un autor cuya obra sigue siendo relevante y poderosa.
NOTA DE LOS EDITORES
Aunque perteneciente a una generación de escritores pródiga en cuentistas excelentes (algunos de los cuales, como Ignacio Aldecoa, Medardo Fraile y Jesús Fernández Santos fueron buenos amigos suyos), Rafael Sánchez Ferlosio ha sido él mismo un cuentista ocasional, cuya contribución a este género —el del cuento o relato breve— apenas suma una docena de piezas, buena parte de ellas reunidas en el presente volumen, en el que se dan cronológicamente.
Conviene recordar, así y todo, que fueron dos cuentos los primeros textos publicados por el autor, muy joven aún, ambos en La Hora. Semanario de los Estudiantes Españoles: «El sueño» (núm. 6, 10 de diciembre de 1948) y «El caballero de oro» (núm. 41, 11 de diciembre de 1949). Poco después aparecería Industrias y andanzas de Alfanhuí (Talleres Gráficos Cíes de Madrid, 1951), libro que si bien suele pasar por novela, fue saludado cuando su aparición, no sin razones, como un «bellísimo collar de cuentos» (así lo describía Ramón de Garciasol en una reseña publicada en Ínsula, IV, núm. 58, 15 de agosto de 1951, p. 4). Por aquel entonces, Sánchez Ferlosio frecuentaba un grupo de estudiantes más o menos letraheridos que se aglutinarían en torno a Revista Española, fundada en 1953 por Antonio Rodríguez Moñino. En esta efímera pero fundamental revista, anunciadora de una nueva sensibilidad literaria en la España de la posguerra, Sánchez Ferlosio publicaría dos nuevos relatos: «Niño fuerte» (núm. 1, mayo-junio de 1953) y «Hermanos» (núm. 4, noviembre diciembre de 1953). En «Niño fuerte» se reconoce todavía al autor de Alfanhuí; el relato pertenece sin duda a la primera fase de la escritura ferlosiana, caracterizada, según él mismo, por la tendencia a incurrir en «la prosa», o sea la «bella página». «Hermanos», en un estilo mucho más realista, «roza de forma algo tosca la cuestión del enfrentamiento entre la ley y la sangre y el sentimiento de justicia, o sea, entre clan y ciudad, que no dejará de aparecer luego en varios ensayos del autor» (Dilo Manera, «Animales, piedras y un robo», El Archipiélago. Cuadernos de Crítica de la Cultura, núm. 31, invierno de 1980, p. 50).
Poco después se embarcaría Ferlosio en la redacción de El Jarama, que empezó a escribir recién terminado un relato en el que se prefigura ya el estilo de la novela: «De cinco a seis» (Ateneo, núm. 72, 8 de diciembre de 1954). La amplia resonancia de El Jarama tendría un impacto paradójicamente negativo en la trayectoria narrativa del escritor, quien, resuelto a eludir «el grotesco papelón del literato» que «se cernía como un cuervo» sobre su cabeza, no tardaría en sumirse en un prolongado y desconcertante silencio. Antes de eso, sin embargo, publicaría aún otros dos relatos, escritos en la estética objetivista que promovió Revista Española y que El Jarama consolidó: «Dientes, pólvora, febrero» (Papeles de Son Armadans, núm. 1, abril de 1956) y «Y el corazón caliente» (ABC, 20 de mayo de 1956).
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